FYI.

This story is over 5 years old.

la jericalla

Nuncamente, Bebeto

El mini Fox de las tierras de Juan Rulfo.

Historias del torcido occidente del país. 

Como parece que no nos libraremos pronto del ex gobernador de Jalisco y ex Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alberto Cárdenas Jiménez, le dedicamos una Jericalla. Y la escribió —nada más y nada menos— que Rogelio Villarreal, editor de la maravillosa revista Replicante.

Él mismo se bautizó como el Caballo Negro cuando aspiró fallidamente a la candidatura presidencial en 2005. Rancherote y pintoresco, es muy afecto a falsos adverbios como “nuncamente” y a expresiones muy tapatías como “bien muchos”. En vez de grados Richter se refirió a éstos como grados Richard, y en otra ocasión habló de alzar un “paderón” en la barranca de Huentitán con el objetivo de acumular agua y encauzarla al lago de Chapala. Vamos, alguna vez mencionó a una incierta “ubre de hierro”.

Publicidad

Si estás harto del Apóstol de Macuspana y su nuevo mito del “fraude reloaded”, además de esa extensa nómina de gobernadores, senadores y diputados —una punta de vividores—, con la actitud de Alberto Cárdenas Jiménez, a.k.a. Bebeto, cada vez es más difícil pensar que la sensatez pueda caber en los cerebros de la realeza, perdón, de la llamada clase política.

Este muchachón fue el primer gobernador panista de Jalisco (1995-2001), quien tuvo el mérito de botar al PRI, cuyo dominio sobre el estado se remontaba a la época virreinal (ok, es broma). La ciudadanía, harta de la corrupción, la ineptitud y la gandallez de los priistas —mira nomás: las mismas razones por las cuales dieciocho años después los panistas lo perderían ante un PRI con la carita lavada— le dio su voto a la oposición.

Según la fuente que se consulte, su gestión fue aceptable o de plano desastrosa, aunque con su idiosincrasia pueblerina se ganó la simpatía de una parte considerable de los ciudadanos —la Wikipedia habla maravillas de él—; pero no debe olvidarse que sobre el ex góber pesa una acusación de fraude por 19 millones de pesitos.

Al final del mandato de Cárdenas el primer presidente y humorista panista, Vicente Fox, lo nombró titular de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y luego de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), puestos en los que mostró el cobre y su ineptitud. Luego quiso ser candidato a la Gran Silla pero se le cebó, por lo que se conformó con una senaduría, otra secretaría y luego otra senaduría (jijos, cómo brincan estos chapulines). Vaya, después de todos esos cargos de primer nivel, Bebeto se lanzó este año como candidato a la alcaldía de Guadalajara y perdió a manos del priista Ramiro Hernández. Como el Mesías de Tabasco —al que ahora lanza piropos—, no supo perder e impugnó los resultados ante el Tribunal Electoral de Mariachilandia. Ok, se anularon 19 mil votos, pero aún así seguía perdiendo. Incluso acusó a “un grupo de iglesias evangélicas” de regalarle 47 mil votos al PRI… como si no supieran todos que la Iglesia católica siempre ha llamado a votar por el PAN. Bebeto dejó de ser el Caballo Negro para convertirse en un burrito pardo.

Más de La Jericalla .