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Viajes

Me pregunto... patinetas en Monterrey

Y skaters guapos.

Vi grandes obras de arte durante mi viaje a Monterrey, pero quedé particularmente impresionado por una exhibición llamada Callegenera Festival de Expresiones Urbanas en el Centro de Las Artes del Parque Fundidora. El punk como una fuerza musical, política y estética, está muy presente en México, un poco como el movimiento punk hardcore en Estados Unidos y Canadá en los ochenta y principios de los noventa. De hecho, por lo que vi en la exhibición, a veces cobra una especie de significado religioso. Por desgracia no tuve tiempo de anotar los nombres de muchas de las obras ni de sus artistas, pero igual quiero compartirlas con ustedes, con mis propios comentarios.

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Facebook = Muerte

¡Graffiti hasta la tumba!

Construyeron un skatepark rodeado de arte dentro de la exhibición, donde apuestos chicos mexicanos patinaron toda la tarde.

Un sensual parque para patinetas.

Un chico en la rampa.

En la exhibición había varios murales que abarcaban toda la pared y reflejaban algunos aspectos de la cultura mexicana.

Un mural loquísimo con una llanta de bici como escultura.

Este doctor con su corazón sagrado sería un gran tatuaje…

…y combinaría muy bien con mi más reciente tatuaje de Zira, de la película original de El Planeta de los Simios, ¡y su corazón sagrado!

Sí tuve tiempo de anotar los datos de esta pintura: Disertaciones sobre una tanga de encaje Negro por Edgar Bacalao Argáez.

Esta se llamaba Lil’ Rob, y se le atribuye a Goyo Street Arte.

Arte increíble sobre patinetas y latas de aerosol.

Me encanta esta tarima con marcas de grafiti frente a un lindo perrito.

Más arte con latas de pintura.

Un mural increíble detrás de una reja.

Muchas de las obras punk tenían un estilo surrealista.

Tenis y tablas presentadas de forma casi religiosa.

Pintura de una santa tatuada.

¡El fetito de una patineta! Esta se llamaba El Feto por Noelius Figueroa. ¡El skate está muy arraigado en México!

Más skaters guapos en el skatepark.

Anteriormente:

Religión en Monterrey

Una invitación a Monterrey