Todas las imágenes cortesía del artista
Rara vez recordamos que la fruta, por su existencia orgánica y proceso de maduración aún después de ser cortada, es un ser vivo y en ese sentido es igual a nosotros. Al menos en un sentido existencial, tiene el mismo valor e importancia que nosotros para la naturaleza, claro, a menos de que el humano sea el centro del universo definido por una ideología.En esta ocasión, el sublime artista ruso, Dimitri Tsykalov, conocido por hacer otras aproximaciones al tema del cuerpo, naturaleza, muerte y animales, hace una reflexión del tema acompañado de lo que (podría ser) una calaverita de azúcar del Día de los Muertos en México pero en su versión mucho más sana. Por medio de hacer minuciosas calaveras de fruta, Tsykalov abre una nueva conversación encaminada a la relación social que el humano ha hecho con la naturaleza.Aún no conozco un niño que le gustaría ver cambiado un bloque de azúcar por una agradable berenjena, sin embargo, puedes darle placer a tus ojos con las esculturas de Tsykalov, abajo.Si quieres conocer más de Dimitri Tsykalov visita su sitio.Relacionados:En estas esculturas la piel del animal es el causante de su muerteLa fotógrafa que capturó los momentos más íntimos de algunos pandas… infiltrada como uno de ellosLuces led engañan a luciérnagas para que hagan un show de luz sincronizada
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