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Si los animales van al cielo, entonces tenemos que comerlos más

Si hay una vida después de la muerte para los animales a lo mejor no deberíamos de oponernos a matarlos. Después de todo se van cielo según católicos.

De acuerdo con el activista a favor de los animales y católico Bruce Friedrich, el Papa afirmó recientemente que todos los animales van al cielo. Lo cual para Friedrich, quien trabajaba para PETA y ahora para Farm Sanctuary, resulta ser otra razón para no criar animales para la alimentación.

La crueldad má grande impuesta por el humano en contra de las otras criaturas creadas por Dios, es el resultado de comer carne, productos lácteos y huevos. De hecho el promedio de católicos americanos, come docenas de animales de granja cada año, contribuyendo al sufrimiento y a la muerte. Todos nosotros podemos tomar cartas en el asunto en contra de este abuso, no volviendo a comer animales ni otros productos, para que cuando lo hagamos estemos comportándonos de manera alineada con la Doctrina Católica. Y es así que los otros animales creados por Dios nos darán las gracias cuando los veamos en el cielo.

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Sospecho que no hay una interpretación universal sobre la última declaración del Papa, pero asumo que Friedrich está bien en cuanto a que el Papa dijo sin dudas, que todos los animales no humanos, también van al cielo.

Es muy probable que los animales que nos den gracias en el cielo sean los mismos que criamos y matamos para comer.

Donde no puedo dejar de estar en desacuerdo con Friedrich es en la última linea. Si los animales van a darnos las gracias en el cielo, es casi seguro que serán los animales que criamos para matar.

Hay un popular pero flojo argumento sobre comer carne que dice así: La producción de estos animales es buena, ya que le da una vida, admitámoslo corta, que a fin de cuentas es vida. Son nuestras ganas de comer carne lo que irónicamente da vida a estos animales de granja. ya que si no quisiéramos comerlos nunca hubieran nacido. Esto no es la justificación de los animales de granja, pero los defensores de carne dicen algunas veces que, como Jell-O, es un bioproducto accidental positivo.

Si crees que los animales se benefician de una efímera existencia, no puedes oponerte a la producción de animales de granja que fueron hechos para comerse. Sí, los animales deben morir, pero eso quiere decir que deben regresar a no existir, un no estado de existencia otorgado por las granjas.

Si alguna vez han estado en Outback Steakhouse, seguramente han tenido la experiencia de escuchar una conversación ajena en una mesa de carnívoros discutiendo sobre la filosofía romana de Lucrecio y su "argumento de simetría." La idea básica dice que no es peor la post-vida y la inexistencia que la pre-vida y la inexistencia. Por lo tanto, no tiene mucho sentido lamentar la muerte de los animales de granja (como los veganos lo hacen) ni apoyar a los animales de granja para que no nazcan (como los veganos también lo hacen). Combinando esta simetría con una manera positiva de ver la vida, vale la pena que los criaderos existan

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"Si es cierto que los animales que viven y mueren van al cielo, entonces los humanos que crían a estos animales con el fin de comerlos, no solo les están dando unos cuantos miserables meses de vida, sino que los están llevando a la vida eterna."

hay maneras comunes para los veganos a la hora de argumentar en contra de esto. Una de ellas es decir que los animales llevan una vida terrible en la que no vale la pena que nazcan. Otro es que cuando los animales nacen, deben de vivir por el mayor tiempo posible. Lo cual deja a los consumidores de carne sin argumentos. Y el clásico, "¿Qué pasaría si fuera con humanos?" Es mejor existir poco que nada, ¿Tendremos que pensar en infanticidios en lugar de control natal?

Por ende yo había considerado que "mejor existir aunque sea por un poco" era un argumento de un carnívoro desesperado que cambió con las nuevas afirmaciones del Papa. donde si es cierto que los animales que viven y mueren van al cielo, entonces los humanos que crían a estos animales con el fin de comerlos, no solo les están dando unos cuantos miserables meses de vida, sino que los están llevando a la vida eterna.

Los veganos que ahora creen que todos los animales de granja van al cielo —que no son muchos los que creen esto— están ahora en una posición extraña. El mantener que es mejor para los animales el no existir o el sufrir para tener un pedazo de cielo, es algo que pone a los veganos católicos en una bastante extrema y pesimista visión.

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"Benatar argumenta que una vida perfectamente dichosa empañada por una inyección es peor que no tener vida en absoluto. esto es lo que los veganos dirían si coincidieran con la creencia de que todos los animales van al cielo."

Hemos escuchado sobre la teoría de la simetría de Lucrecio, pero ¿hemos escuchado sobre la teoría de la asimetría de David Benatar? Benatar es uno de los filósofos a los que plagió Rustin Cohle en la primer temporada de True Detective y es conocido en los círculos de filosofía por defender la extinción de todos los seres sintientes. Su argumento más intrigante es que el inexistente tiene una ventaja asimétrica a diferencia del existente. En resumen, el existente tiene el placer (bien) y el dolor (mal), mientras que el inexistente evita el dolor (mal). Si hacemos cuentas, el existente tiene una buena y una mala mientras que el inexistente tiene una buena y otra no mala, dando al inexistente la victoria decisiva y clara.

¿Pensaste que el dejar de lado al placer generaría un punto malo para la inexistencia? La afirmación de Benatar es que perder el placer es únicamente malo si se es consciente y los existentes son claramente conscientes de nada. tal vez ahora te preguntas por qué el evitar el dolor como un ser inexistente, califica como bueno en lugar de malo. Vivamos con eso

Este argumento de asimetría, permite a Benatar escribir con toda seriedad que una vida perfectamente dichosa empañada por una inyección, es peor que no tener vida en absoluto. esto es lo que los veganos dirían si coincidieran con la creencia de que todos los animales van al cielo.

Por supuesto que todos los animales sufren más dolor en sus vidas que el equivalente a un pinchazo—igual que todos los humanos. El costo de admisión para los animales antes de entrar al cielo puede llegar a ser de meses o incluso años de dolor y limitación, pero cuando el final es una vida llena de felicidad y dicha, cualquier pollo racional aceptaría el trato.