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Salud

¿Qué tan asustado debería estar de vivir solo?

Analizamos algunos de los peligros de vivir solo, como asfixiarse, caerse en la regadera y las enfermedades mentales.
Ilustración de Xavier Lalanne-Tauzia.

El otro día, me di vuelta mientras estaba cocinando, cuchillo de cocina en mano, y tropecé con mi gato. Me pegué en un mueble de la cocina, pero estoy seguro de que si no hubiera estado en ese lugar perfecto, habría intentado apoyarme con la mano que sostenía el cuchillo, y accidentalmente me hubiera hundido 23 centímetros de acero Williams Sonoma en lo más profundo de mi caja torácica. (Mi gato, mientras tanto, se alejó luciendo ligeramente molesto, como habría hecho si yo de verdad me hubiera apuñalado).

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Gracias a dios mi novia vive conmigo. Si me hubiera empalado en mi cuchillo, seguramente habría usado sus valiosas habilidades como escritora de comedia para salvarme. Pero si alguna vez se va, supongo que quedaría vulnerable no sólo a los cuchillos, sino a todos los peligros que presuntamente afectan a las personas que viven solas, como asfixiarse, caerse en la regadera y enfermedades mentales. ¿Pero acaso estoy siendo presuntuoso?

Sasha Cagen, autora de Quirkyalone —una guía para personas no ermitañas que, sin embargo, disfrutan de estar solas— me dijo que hay peligros asociados con vivir sin compañeros, pero que son irrelevantes. En las ciudades, cuenta, "vivir solo conlleva un tipo de status, es un lujo".

"La gente que quiere vivir sola vivirá sola", agregó Cagen. "Es bueno estar al tanto de los contras, para que puedas compensarlos".


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Cuando se trata de un peligro físico, todas las personas con las que hablé sobre vivir solas tenían una historia: alguien encontró a una amiga encerrada en su baño durante horas después de que el marco de la puerta se deformara. Otro tragó accidentalmente una uva. Otro se electrocutó con una lámpara debido al cableado defectuoso. Y como escribí anteriormente, cuando vivía solo una vez comí verduras crudas y se me atoró un trozo gigante de brócoli en la garganta.

Si estas historias te dieron una oleada de pánico al recordar tu propia experiencia cercana a la muerte, probablemente podrías darte un cálido baño de ciencia y datos para calmar tu miedo irracional. Un informe de 2009 de la Revista de Salud Comunitaria informó que en el transcurso de cuatro años el porcentaje de personas que se cayeron en sus hogares fue generalmente un 4 por ciento más alto para las personas que viven solas. Pero ese estudio sólo incluyó a las personas mayores de 50 años, y sólo cubría los accidentes que se reportaban. Un estudio de 2012 sobre los efectos generales de la soledad aborda este problema: "La mayoría de los estudios en este campo de investigación han sido transversales y se han concentrado en poblaciones particulares, como las personas mayores que viven solas o los solteros". Muy pocos científicos están estudiando a ese importante grupo de personas que viven solas por elección y están totalmente bien con eso.

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En cuanto a la asfixia, no pude encontrar datos sobre el riesgo relativo para las personas que viven solas. De hecho, la gran mayoría de las muertes por asfixia que llegan a las noticias suceden con otras personas cerca. Sólo encontré una noticia clara sobre este tipo de muerte: En 2007, un tipo de Inglaterra que vivía solo se asfixió hasta morir con un chabacano seco y uno de sus hijos lo encontró más tarde. Aunque es trágico, la historia parece totalmente posible, por lo que es fácil que los periodistas simplemente no escriban notas sobre estos incidentes cuando suceden. (La asfixia, solo o acompañado, mata a 2,500 estadounidenses cada año.)


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Incluso si las cifras no sugieren que las personas solitarias están bajo el ataque de unas chuletas de cerdo poco masticadas, la necesidad de tomar precauciones es obvia. Jonathan Epstein, director de ciencia y desarrollo de contenidos de la Cruz Roja Americana y también paramédico, me dijo cuando hablé con él hace un año que "lo más importante que puedes hacer si te estás asfixiado es hacerle saber a alguien que tienes problemas para respirar. "Eso significa que es una buena idea acudir con un vecino e indicar que tienes un problema al hacer el viejo gesto de " me estoy asfixiando".

Método para no asfixiarte hasta la muerte, vía 'Resuscitation'.

Si vives solo y en un área aislada, realmente está jodido si te asfixias, y deberías considerar leer lo último en primeros auxilios autoadministrados. Un artículo publicado a principios de este año por la revista Resuscitation cita a múltiples fuentes de literatura médica y concluye que —no es broma— pararse de manos (ver el diagrama arriba) y dejar que la gravedad realice su propia maniobra Heimlich está entre las mejores maneras de salvar tu propia vida. Si vives solo en una cabaña de troncos, debes aprender a hacer esto ahora mismo.

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Según Cagen, las personas que pasan largos períodos de tiempo solos no registran los accidentes como un peligro real. En cambio, uno de los principales problemas es el "miedo a morir solo". El otro es "la extrema incomodidad de padecer una enfermedad solo". No importa cuán independiente seas, explicó Cagen, simplemente no se puede negar que a veces es natural estar cerca de los demás. "Necesitamos a otras personas en nuestros momentos de debilidad y para compartir momentos felices también", me dijo.

Los efectos psicológicos del aislamiento están bien documentados. La revista Psiquiatría Social y Epidemiología Psiquiátrica publicó un informe a principios de este año que apoya esta idea. El aislamiento social y la soledad en los jóvenes fueron dos distintos factores de salud mental observables que estaban "moderadamente correlacionados", según el estudio, pero ambos estaban ligados a la depresión. Un informe de la revista Heart del año pasado vinculó la soledad y el aislamiento social a aumentos en enfermedades coronarias y derrames cerebrales. Y de acuerdo con un estudio finlandés de 2011, vivir solo —independientemente de si te sientes solo— está relacionado con un aumento significativo de las probabilidades de morir debido a los efectos a largo plazo de la dependencia al alcohol.


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Por lo tanto existen síntomas serios de los que te debes cuidar. Para evitarlos, sugirió Cagen, es necesario "asegurarse de tener contacto social", lo cual, según ella, se vuelve más difícil con la edad y "cuando los amigos que no viven solos pasan todo el tiempo con sus familias".

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Incluso si los efectos psicológicos no son graves en tu caso, me explicó Cagen, también existe el riesgo de que seas demasiado extraño para vivir con otro ser humano. Me dijo que las personas a quienes ha dado consejos sobre vivir solas, que luego entraron en relaciones, han reportado efectos a largo plazo como "no compartir la misma cama todo el tiempo" y problemas para adaptarse a las necesidades de la otra persona, como la limpieza de la casa.

Cuando estás por tu cuenta, Cagen explicó, "te toca vivir en la selva, y regresar a lo que te gusta hacer". Y si la vida en la selva es lo que realmente aprecias, corres el riesgo de no querer volver a la civilización.

Veredicto final: ¿Qué tan asustado debería estar de vivir solo?

2/5: Tomar precauciones normales

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