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Cómo enviar emails a tus seres queridos después de la muerte

Piensen en un pariente o amigo que haya fallecido recientemente. Ahora consideren cómo se sentirían si unos meses después les enviaran un saludo por email desde la tumba.

Página de inicio de Phoenix.

Advertencia: vas a tener que pensar en la muerte durante los próximos cinco minutos. De hecho, dejemos fuera a la muerte por el momento. Voy a pedirte que pienses en un pariente o amigo que haya fallecido recientemente. ¿Ya pensaste en alguien? Ok, ahora quiero que consideres cómo te sentirías si once meses después de su muerte te enviaran un saludo por correo electrónico desde el otro lado.

Probablemente pensarías que es una especie de broma de mal gusto, o tal vez una estrategia de comercialización desconsiderada como cuando el festival Parklife hizo que la gente pensara que sus madres fallecidas les mandaban mensajes de texto para organizar un desayuno.

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Excepto que este correo electrónico, que vas a recibir de tu ser querido recientemente fallecido, probablemente indique al comienzo que no es una broma. Más bien, es un correo electrónico que escribió antes de morir y que ha sido enviado por Phoenix, una nueva compañía que considera el telón final de la vida como algo parecido a unas persianas, a través de las cual puedes asomarte, si lo deseas.

Enrique Benítez, fundador de Phoenix, es un programador 21 años de edad, quien dice que la idea se le ocurrió después de ponerse a reflexionar sobre su propia muerte. "Pensé que sería muy triste morir en este momento sin decirle adiós a la gente que quiero", explicó. "Cuando llegué a casa, empecé a programar Phoenix".

El objetivo, comentó Enrique, es "potenciar la comunicación después de la muerte". Pero para ser justos, Phoenix no es exactamente algo que podrías considerar una idea nueva: emailfromdeath.com y ifidie.org funcionan de manera similar, mientras que heavenote.com y deadmansswitch.com son casi idénticos. La web está llena de antiguos servicios como mywebwill.com, deathswitch.com y assetlock.com, los cuales tenían como objetivo la transferencia de datos digitales cuando mueres, y en la década de 2000, el artista y ex miembro de la banda KLF, Bill Drummond, creó mydeath.net (su lema es: "PREPÁRATE PARA MORIR"), en el que invitaba a la gente a escribir sus despedidas ideales con bastante detalle. Podías poner detalles como "método de eliminación de tu cuerpo", "música", "epitafio" e "invitados".

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Pero la mayoría de estos servicios se sienten como proyectos escolares de la época de Geocities, mientras que existe algo bastante peculiar sobre Phoenix, en particular el alegre video instructivo de Enrique (que como asunto pone: "Hola mamá, ¡soy yo, Enrique!").


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¿Como funciona? Bueno, vinculas Phoenix a tu cuenta de Gmail (y creo que es seguro decir que esto suena como una receta para el desastre total) y luego escribes y guardas los mensajes de correo electrónico en la interfaz de Phoenix. El asunto de saber que estás muerto no depende, como se podría esperar, de detectar el pulso de las personas vía Apple Watch (ya que es probable que cualquiera que tenga un Apple Watch no tenga amigos o seres queridos) y en su lugar depende de que el usuario se registre en Phoenix una vez al año. Si no te registras, Phoenix asume que estás muerto y le dice a Gmail que envíe tus mensajes post mortem.

Un mensaje de muestra de Phoenix.

La ventana de 12 meses de Phoenix significa que si te caes en una zanja el día después de tu último registro, tu mensaje de ultratumba podría tardar 364 días en llegar a su objetivo.

Piénsalo. Te mueres en un accidente extraño. Todo el mundo está triste. De hecho es bastante malo —hay muchas "personas de luto en cuartos oscuros". Pero pasan los meses y poco a poco la gente empieza a poner sus vidas en orden; dejan de culparse unos a otros, dejan de culparse a sí mismos. Incluso el repartidor de leche aprende a vivir con lo que hizo. LA VIDA SIGUE SU CURSO. Y justo cuando las cosas parecen volver a la normalidad, apareces en sus bandejas de entrada: "¡¡¡HOLAAAAAA!!!"

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"De alguna manera estoy creando fantasmas virtuales", admite Enrique cuando le pregunto si piensa que este asunto es un poco tenebroso. "Nunca he visto un fantasma, pero sí creo en ellos, así como en la vida después de la muerte. Creo que cada ser humano posee un alma, y eso es lo que nos hace únicos".

La visión que Enrique ofrece en su servicio se basa en la idea de que los usuarios van a enviar mensajes sinceros de amor y amistad. En teoría, debería ser similar a esa película sensiblera de Hillary Swank donde envían cartas desde la tumba, Posdata: Te quiero.

Pero la mayoría de nosotros somos gente horrible. Sin duda es más divertido sincronizar Phoenix con tu propia lista negra personal y configurarla para enviar escandalosos emails con el objetivo de ajustar cuentas desde la tumba. ¿Tu instructor de manejo cuyas palabras de aliento cada vez que te equivocabas no sirvieron sino para hacer que suspiraras melodramáticamente? Va a recibir un correo electrónico. ¿El tipo del décimo grado que metió tu cabeza en el inodoro para hacerse el gracioso? Hay unas selectas palabras dirigidas a su cuenta. ¿El vecino de abajo de hace una década que al dejar la puerta abierta provocó un robo en tu domicilio, mientras que el suyo no sufrió ningún percance? Dos emails para ese hijo de puta.


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Le sugerí a Enrique que este podría ser un buen eje para el negocio si Phoenix no prospera como se espera. "¡Es un tema que varias personas me han sugerido!" responde. "Se puede utilizar Phoenix para muchas cosas: cartas para amigos, familia, enemigos… incluso cartas de suicidio".

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Eso le da al servicio un carácter mucho más macabro, aunque Enrique está considerando la creación de un "análisis de los sentimientos" en un intento de evitar que el servicio se utilice para generar notas de suicidio. Incluso con esta garantía, existe la idea de que este tipo de servicios pueden hacernos sentir menos inclinados a reconstruir puentes con amigos y familiares, si existe la posibilidad de hacerlo cuando estés bajo tierra. Phoenix y las página similares también conllevan una tristeza adicional, debido a sus usuarios probables: al ser los millennials las únicas personas que considerarían esto una buena idea, es probable que los correos enviados en el corto y mediano plazo provengan de personas que simplemente no debían haber muerto tan joven.

Y por supuesto, existe la posibilidad de que no hayas muerto en absoluto. Sin tener en cuenta el hecho de que estos servicios están a una base de datos hackeada de convertirse en un caos absoluto —la mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas en un perpetuo estado de desorganización. Fracasamos en pagar nuestros impuestos a tiempo aun cuando vemos mensajes al respecto en los espectaculares, se nos olvida pagar las tarjetas de crédito a pesar de que sabemos que es nuestra obligación. ¿Qué hay de esa tarjeta del Día de las Madres que todavía sigue en el fondo de tu bolsa? Es sólo una cuestión de tiempo antes de que uno de nosotros se registre en Phoenix y haga caso omiso de los recordatorios de registro y accidentalmente informe a todos nuestros contactos que estamos muertos.

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"¡Da miedo!", contestó Enrique de una forma no muy reconfortante. "La manera en que puedo resolver esa parte cuando accidentalmente se envíen los mensajes de correo electrónico, es darle a la gente un mes adicional después del periodo de tiempo de su registro anual, y también recordarles registrarse a través de emails y mensajes de texto. Espero encontrar un método mejor algún día".

De cara al futuro, Enrique espera aumentar las suscripciones al vincular las cuentas de Twitter y Facebook (de nuevo, no puede haber problemas ahí) y está cambiando la estructura de precios, al permitir que los usuarios premium suban mensajes de video. Sin duda, esta idea producirá comedia sólida si alguien recorta dos agujeros en una sábana y emite su mensaje como un fantasma.

Queda por ver si Enrique se enfocará en Phoenix a largo plazo —se fijó el reto de lanzar 17 productos digitales para finales de este año y Phoenix es sólo el primero. "Tengo muchas ideas", dice Enrique, "pero ninguna es real, por lo que me hice un reto a mí mismo para hacer que sucedan".

Los siguientes dos proyectos se basan en la programación, explica. Quizás podrían no ser tan audaces como Phoenix, pero tienen menos posibilidades de hacer llorar a tu madre.

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