Es momento de que México apueste por las energías renovables

A finales de marzo, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para revisar el Plan de Energía Limpia, con el que Obama pretendía que EU tomara un papel activo en la reducción del calentamiento global. A partir de ese momento, la salida de Estados Unidos —el segundo mayor emisor de gases de carbono en el mundo— de los Acuerdos de París se convirtió en una cuestión de tiempo.

Este jueves la amenaza se cumplió: desde la Casa Blanca, Trump afirmó que el acuerdo dejaba en desventaja comercial a EU frente a otras potencias como India o China, por lo que retiraba a su país de estos. "Es un acuerdo que castiga a Estados Unidos, el líder mundial en la protección medioambiental, mientras no impone ninguna obligación de límites a los líderes mundiales en contaminación", afirmó.

La respuesta internacional no se hizo esperar. Li Keqiang, primer ministro de China —el país con más emisiones a nivel mundial— reiteró los esfuerzos de su país para reducir las emisiones de carbono y aseguró que se reuniría con líderes de la Unión Europea para negociar los esfuerzos internacionales en torno al calentamiento global. Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron hizo un llamado a la comunidad internacional para mantener la calma y hacer al planeta grandioso de nuevo (en una clara referencia al eslogan electoral de Trump), e invitó a los estadunidenses interesados en el cambio climático a irse a trabajar a Francia. Vladimir Putin, en cambio, aprovechó la ocasión para hacer una broma a costa del presidente estadunidense.

En aquella ocasión, hablamos con el doctor Germán González Dávila, coordinador ejecutivo del Centro Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente, para entender los antecedentes de los Acuerdos de París y las consecuencias que podría tener la salida de EU de estos. Tras el anuncio de Trump y la reacción que este generó a nivel mundial, le marcamos al doctor González para saber los riesgos, las oportunidades, y el papel que debería tomar México ante la postura ambiental adoptada por Estados Unidos.

"México es un país especialmente vulnerable ante los efectos del cambio climático", asegura Germán. "Por un lado, tenemos miles de kilómetros de litorales que se verían directamente afectados por el cambio de temperatura y el nivel del agua. Además, hay que considerar que México es un país principalmente árido. El calentamiento global haría estas zonas incluso más secas, lo que también generaría mayores dificultades para acceder y distribuir el agua en esas regiones".

Sin embargo, las condiciones geográficas de México también lo hacen un lugar propicio para desarrollar energías renovables. El doctor González me explica que frente a las cada vez más escasas reservar petroleras y la tendencia mundial para reemplazar los combustibles fósiles, nuestro país debería apostar cada vez más por este tipo de energías. "El norte del país, sobre todo los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, tiene un enorme potencial para desarrollar energía fotovoltaica. Pero también tenemos la capacidad de desarrollar una industria eólica en otras partes del país. También la hidráulica, aunque las presas que actualmente se construyen tienen un gran impacto ambiental. Quizá en un futuro podamos pensar también en la energía mareomotriz —aquella que aprovecha el movimiento de las mareas—; también hay un enorme potencial ahí".

Para Germán González, el que Donald Trump haya decidido sacar a EU de los Acuerdos de París no tendría por qué tener un impacto en las acciones que México está tomando para enfrentar el cambio climático. Si bien EU es nuestro país vecino y principal socio comercial, las Contribuciones Previstas Nacionalmente Determinadas de México no dependen de condiciones externas, me explica González Dávila. Al contrario, agrega, esta debería ser una oportunidad para México de acercarse a otras potencias, como la Unión Europea o incluso China, que buscan desarrollar su economía a partir de energías renovables.

El gobierno mexicano publicó un comunicado en el que reitera su compromiso ambiental asegurando que "continuará implementando las metas establecidas en su Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional, e implementando su Estrategia Nacional de Cambio Climático". Sin embargo, para González Dávila, un verdadero cambio tendría que implicar tanto al gobierno como a la ciudadanía: "Al gobierno le toca la tarea de impulsar estas industrias y difundir información a las personas. Pero no estamos hablando de cosas imposibles. Estas tecnologías ya existen y cualquiera la puede adquirir para uso propio".

Germán concluye diciendo que las acciones de Trump representan el final de una era, las últimas patadas de una economía basada en el carbón, y cuyos principales beneficiarios lograron impulsar una política como la actual. Sin embargo, explica, esto solo retrasará a EU en términos ambientales y comerciales, ya que el resto del mundo migra, con o sin ellos, hacia una industria renovable. Y mientras México agota poco a poco sus reservas petroleras, quizá también sea un buen momento para apostar por los recursos renovables que ofrece nuestra geografía.