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Drogas

La historia de la mefedrona, la droga recreativa que conquistó el mercado y decayó

En 2010, fue la cuarta sustancia favorita en el Reino Unido; hoy en día, se utiliza casi exclusivamente en la escena del sexo químico.

Este post apareció originalmente en VICE UK.

"Recuerdo una fiesta en la que tuve sexo con unas 30 personas", dice Denholm, un hermoso joven gay que recuerda sus días de sexo químico. "Había una caja con juguetes… ni si quiera me gustan tanto los juguetes sexuales, pero hasta el culo de "m-cat" me di cuenta de que poco a poco iba aumentando el tamaño. Entonces me desperté al día siguiente, los volví a ver, y me dije, '¿Cómo diablos metí esto ahí?' Probablemente no habría hecho eso sin la mefedrona.

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La buena y vieja mefedrona. "M-cat", "comida para cactus", "miau miau", la droga que antes era legal que nadie excepto los periodistas llamaba "miau miau". El polvo blanco que huele un poco a orines de gato definió la escena de la vida nocturna del Reino Unido de 2008 a 2010 y causó una histeria en los medios que puso en marcha el proceso de prohibición de todas las sustancias psicoactivas por parte del gobierno.

En 2010, la droga se posicionó como la cuarta más popular entre los clubbers británicos; hoy en día se utiliza casi exclusivamente en el circuito gay del sexo químico, gracias a sus cualidades químicas afrodisíacas y al hecho de que te mantiene despierto y alerta. Entonces, ¿de dónde vino esta sustancia y por qué empezaron a odiarla?

El agente activo de la mefedrona es una forma de catinona, una sustancia que se produce naturalmente en el khat, la raíz ligeramente estimulante que se mastica en todo el Cuerno de África. La molécula exponencialmente más fuerte de la "catinona sustituida" en la mefedrona fue sintetizada en 2003 por el legendario químico clandestino israelí Dr. Zee, pero la explosión de la popularidad de esta sustancia a finales de la década del 2000 se debió a algo completamente diferente: la guerra contra las drogas.

En junio de 2008, las autoridades camboyanas incautaron y destruyeron 33 toneladas de safrol, un precursor clave del MDMA. Esta cantidad era suficiente para producir alrededor de 245 millones de pastillas de éxtasis, por lo que su incautación tuvo enormes repercusiones en todo el mercado internacional de drogas. En 2009, la pureza del éxtasis vendido en el Reino Unido se desplomó de aproximadamente 60 por ciento a un 22 por ciento. En 2010, casi todo el éxtasis incautado en el Reino Unido carecía de MDMA. Al mismo tiempo, la calidad de la cocaína estaba llegando a un mínimo histórico.

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Esas circunstancias prepararon la escena para la llegada de la mefedrona, una droga descrita por la mayoría de los usuarios como una mezcla de MDMA y coca, y que la gente podía ordenar de manera fácil y barata en internet, porque era completamente legal, vendida como "alimento vegetal" en sitios con nombres como legalchems.co.uk, o plantfoodbuzz.com. No es sorpresa, entonces, que la gente se volviera loca por esta sustancia.

"El verano de 2009 fue bastante alocado", dice Andre, un ex consumidor de mefedrona. "Estaba en todas partes. Hacía que sintieras un hormigueo, y te daba ráfagas de energía realmente intensas y, obviamente, te ponía bastante caliente".

Durante el período que Andre describe, parecía que todos los clubes, fiestas caseras y festivales de Gran Bretaña estaban inundados con la sustancia. Tal vez porque era legal la gente tenía menos pudor de meterse una línea en público, pero durante todo ese año, en lugar de ver a las personas arrastrándose con gran dificultad después de tomar demasiada ketamina, se las veía súper energizadas, rebotando de un lado a otro.

Esto presentó una oportunidad para los dealers amateurs. Hablé con Josh, que pudo costear dos años en la universidad vendiendo m-cat en su apartamento del sur de Londres. "Mi compañero y yo compramos la sustancia en línea a granel en Nanjing, China, por alrededor de 5 dólares por gramo, luego íbamos de fiesta en fiesta y la vendíamos por cerca de 20 dólares por gramo cuando ya era tarde en la madrugada y a la gente se le había terminado y querían un poco más", relata. "A la gente le encantaba, empezó con lo estudiantes en Londres, pero pronto venían chicos de los suburbios o de Kent para pasar la noche. Con esto pagué mi renta por un año y me fui varias veces de vacaciones, siempre pagando en efectivo".

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La explosión de esta nueva droga legal tuvo varios efectos secundarios, sobre todo la caída sin precedentes en las muertes por consumo de cocaína. Neil Woods, quien trabajó como policía encubierto durante 14 años, siguió el fenómeno de cerca. "Como un experto en drogas de la policía, di seguimiento a las estadísticas y la inteligencia. El único año que han decaído las muertes por cocaína desde que entrara en vigor la Ley de Uso Indebido de Drogas de 1971 fue el año en que la popularidad de la mefedrona llegó a su punto más alto en 2009", explica. "La catinona es mucho menos tóxica que la cocaína callejera, y la mefedrona generalmente tenía un 99.8 por ciento de pureza, mientras que la cocaína pura del 20 por ciento tenía en promedio hasta 11 adulterantes diferentes".

La mefedrona no sólo era popular en Reino Unido, sino que tuvo aceptación en varios países de todo el mundo, pero fue aquí donde se produjo la inevitable respuesta negativa. El periódico The Sun publicó una historia sobre un joven de 19 años que supuestamente se había arrancado su propio escroto mientras estaba drogado con mefedrona. Resultó que era una broma que alguien había publicado en el foro de un sitio web llamado mephedrone.com. Luego se produjo una protesta por las muertes de dos adolescentes, supuestamente por consumo de mefedrona, que resultó ser metadona, el sustituto de la heroína. La mefedrona y la metadona se encuentran en extremos opuestos del espectro químico, pero ¿quién necesita de la precisión periodística básica para informar sobre las muertes de dos jóvenes?

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Pronto la prensa sensacionalista había rebautizado la droga "miau miau" y convirtió una moda recreativa en una crisis fabricada.

Foto a través del usuario de Flickr Quinn Anya.

Esto no quiere decir que la mefedrona sea inofensiva; por supuesto que no lo es. La droga fue prohibida antes de que se pudieran realizar las pruebas de laboratorio adecuadas, pero existen repercusiones obvias en tu salud, principalmente lo terrible que te ves y sientes después de consumirla por cualquier período de tiempo. Incluso el dealer Josh se sintió mal con la forma en que algunas personas reaccionaron a su producto. "La mayoría de la gente no tenía problemas y podía hacerlo con moderación, como cualquier otra cosa", dice. "Pero de vez en cuando había casos en los que alguien me visitaba todos los días. Perdieron mucho peso y terminaron en problemas. Algunas personas tuvieron que dejar la universidad o repetir un año a causa de esto. Ese era el lado oscuro".

En abril de 2010, con la intención de mostrar una "postura fuerte" contra las drogas antes de las elecciones generales, el gobierno laborista prohibió la mefedrona. Varios miembros del Consejo Asesor sobre el Uso Indebido de Drogas renunciaron ante esta reacción instintiva a los reportes de los tabloides. Pero, para ser honestos, la prohibición funcionó: las personas dejaron de meterse m-cat. Y luego empezaron a aspirar cocaína de nuevo, así que las muertes por coca que habían disminuido en 2009 comenzaron a subir de nuevo y han continuado en esa tendencia desde entonces.

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La prohibición también fue una gran noticia para los dealers. Josh recuerda: "Fue sólo cuando se hizo ilegal que las cosas se pusieron realmente buenas, estábamos leyendo The Sun y toda la conversación en línea. Sabíamos que iba a ser ilegal, por lo que nos abastecimos. Después de eso subimos el precio a 25 dólares el gramo, y comenzamos a cortar la sustancia con bicarbonato de sodio. Ni siquiera teníamos que ir a las fiestas, la gente comenzó a venir a nosotros. Creo que hicimos alrededor de 40 mil dólares.

Josh dejó en claro que sólo estaba realizando una pequeña operación para estudiantes. Pero, como señala Neil Woods, el impacto en el bajo mundo del crimen fue algo serio. "Cuando la mefedrona fue legal, recuerdo que gracias al trabajo de inteligencia policial nos enteramos de que los dealers de coca estaban enojados porque se habían llenado de deudas a causa de la pérdida de su negocio. Con la prohibición, los grupos de la delincuencia organizada fueron los que más se beneficiaron: se les entregó un mercado nuevo y enorme en bandeja de plata".

El otro efecto de la prohibición de la mefedrona fue una intensificación masiva del juego del gato y el ratón que los científicos clandestinos habían estado jugando con las autoridades durante años, haciendo pequeños cambios en los compuestos químicos antes de que la policía tuviera la oportunidad de prohibirlos. Esto llevó a la explosión de nuevos productos químicos de investigación (o "sales de baño", como la prensa estadounidense los llamó), productos químicos altamente impredecibles comercializados como análogos legales de las drogas convencionales: "Gocaine", por ejemplo, o "China White".

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Fue el aumento de la popularidad de estos fármacos lo que provocó la introducción de la Ley de Sustancias Psicoactivas en 2016, un proyecto de ley del Ministerio del Interior que prohíbe cualquier sustancia que "al estimular o deprimir el sistema nervioso central de la persona… afecte el funcionamiento mental o estado emocional de la persona", lo que significa que la lista de sustancias prohibidas es potencialmente abierta. La medida fue descrita por el ex asesor de drogas del gobierno británico, David Nutt, como "posiblemente la peor legislación en la historia".

Una vez más, los miembros del crimen organizado recibieron el control de todas estas sustancias recientemente prohibidas. Henry Fisher del think tank sobre políticas antidrogas, VolteFace, es claro: "La demanda por drogas legales ha sido desplazada al mercado ilegal… hacia las manos de los dealers callejeros". Neil Woods es aún más mordaz: "La cacería de nuevas sustancias sólo ocurrió debido a la prohibición de la mefedrona, lo que ofrece enormes incentivos al crimen organizado. La Ley de Sustancias Psicoactivas era inevitable, pero ridícula. Prohibir drogas imaginarias… como si la prohibición de las tangibles hubiera hecho alguna diferencia".

Entonces, ¿qué pasa con la mefedrona actualmente? Un estudio de la revista médica The Lancet, publicado en abril del año pasado, descubrió que el uso de la droga está aumentando de nuevo en Londres, entre los usuarios de drogas recreativas; los consumidores de drogas intravenosas la combinan con heroína; y los hombres la usan para tener sexo con otros hombres.

Este último grupo es donde el uso de la droga es más visible: la escena del sexo químico, donde la mefedrona y el GHB se han posicionado como los dos tipos más usados de combustible para la fiesta. Le pregunté a Denholm por qué la mefedrona en particular es tan popular para el sexo químico. "Hay una especie de implacabilidad en la mefedrona, una perseverancia separada", explica. "Mientras que el MDMA te hace encantador y amable, la mefedrona te excita, pero también te desprende del mundo. Tal vez parezca un remedio para lo que muchos hombres gays sienten, una especie de sensación de que no son amados, en vista de que crecieron con la homofobia de trasfondo. Es una manera de escapar de todo y sentirse sexy y eufórico".

Otro entusiasta del sexo químico, Danny, lo explica sin rodeos: "¿Mefedrona? Todo lo que sé es que hace que quieras coger con todos. Espero que sea útil".

Y en esa frase tal vez ha resumido no sólo el atractivo y la historia de la mefedrona, sino también la respuesta de los legisladores a toda la cuestión de las "drogas legales": joder todo mientras tratas de ser útil.

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