Tenía 13 años cuando, en Hamburgo, fui con mi tía a un restaurante español, algo bastante absurdo ya que sólo pasamos una semana de vacaciones allí. No teníamos ni siquiera la excusa de la morriña para decantarnos por la gastronomía nacional. Pedí paella y el camarero me sugirió amablemente que escogiera otro plato. "Está buena, pero para los que no son españoles… Elegí las chuletas, pero de no haber sido por aquel aviso habría pasado a engrosar el grupo de damnificados por la libre interpretación de la gastronomía patria en el extranjero del que hoy vamos a hablar.
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Todos tenemos un colega o un familiar que forma parte de él, que vive fuera y dice haberse tomado la peor paella de la Historia a miles de kilómetros de Valencia. Y todos le hemos preguntado a ese colega o familiar en qué momento se le ocurrió pedir paella a miles de kilómetros de España, aunque probablemente nosotros también lo hayamos hecho en algún momento de nuestra vida. Porque con los restaurantes españoles en el extranjero puede pasar lo mismo que sucede con los restaurantes chinos en España: que si le preguntas a un conocedor de las recetas locales genuinas, te dirá que son un invento, una interpretación demasiado libre. Pero aun así, pocos podemos resistirnos a comprobarlo.Contacto con gente a la que ningún camarero español avisó porque no había españoles en aquel restaurante español, gente que no pudo resistir la tentación de pedir sangría cuando la vio en la carta de un restaurante filipino y gente a la que le picó la curiosidad y quiso comprobar cómo sabían las bravas en Los Ángeles o la fabada en Ciudad de México. Estos son algunos de los mayores traumas gastronómicos que han experimentado los que se la han jugado a pedir un plato español en el extranjero.
Unas fabes nadando en caldo de tomate
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Los riesgos de tapear fuera de España
La última vez que fui a parar a un bar de tapeo me pusieron unas tapitas de 'pan tumaca' que no era sino pan con pico de gallo y calabacín y unas bravas que en realidad eran como las clásicas deluxe del Burguer King con una salsa de queso picante por encima. Lo que se ve detrás es una caña de 8 pavos aunque parezca un Nestea."Álvaro S, Los Ángeles, Estados Unidos
"Estoy de au pair en Washington y en Navidad, la familia americana con la que convivo me regaló un vale de 100 dólares para cenar en un restaurante español con mucho prestigio que se llama Estadio. El mensaje que acompañaba al vale decía "para cuando sientas necesidad de acercarte a tu país mediante la comida". Cuando mi novio vino a visitarme fuimos a cenar. Pedimos vino, cada copa costaba entre 8 y 10 dólares, pan a dos dólares, croquetas, una tabla de lomo ibérico y carne. Pero nuestra sorpresa llegó con un pincho de chorizo manchego y pistacho que habíamos pedido para compartir. Nos partimos de la risa al ver llegar la tapa… eran 2,50 dólares por cinco centímetros de pincho. Evidentemente, era imposible de partir, pero hicimos un vídeo intentándolo que quedó muy gracioso."
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Emma, Washington, Estados Unidos
La paella: un crimen gastronómico
"Viví varios años en Holanda y allí nunca se me ocurrió ir a un restaurante español porque me daba miedo lo que pudiera encontrarme. Pero una vez, durante un viaje por Bélgica con amigos, cometí el error y fui a uno en Brujas. Soy valenciano y pedí una ración de paella, que me sirvieron con una especie de albóndigas pequeñas, marisco y calamares, todo en el mismo plato. Me lo comí porque tenía hambre y un poco de curiosidad, pero en España le habría dicho al cocinero que en la cárcel había gente condenada por delitos menores que ese."Julio, Brujas, Bélgica
"Soy el Presidente de la Fundación Casa de España en México, una Asociación Civil sin ánimo de lucro dedicada a promover la cultura, la gastronomía y el arte de nuestro país. Disponemos de un catering y de una "tienda contra la añoranza", y varias veces al año organizamos concursos de paellas. A veces nos sorprenden con maravillas como las que veis en las fotos."
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José M, Monterrey, México"Cuando estaba de Erasmus en Dinamarca fuimos un fin de semana a Malmo y, como buenos españoles, decidimos arrimarnos a lo "malo conocido" y fuimos a comer a un restaurante español. Vimos que en la carta ofrecían "paella con curry", así que acabamos pidiéndonos unas cañas (tenían Estrella Galicia, eso sí) y yéndonos a comer pizza a otro lado."Sara, Malmo, Suecia"En muchos restaurantes mexicanos sirven burritos de paella. Los llaman "burrellas". Podría llamarse cocina '[con]fusión'. Nunca he querido probar ninguno."David , Guadalajara, México
"Este es el concepto de paella que tienen en un restaurante de comida internacional de Vancouver al que fui. Casi me explotan los ojos al leer la descripción del plato, con huevo frito y cilantro, la verdad que no tiene desperdicio. Por llevar, no lleva ni arroz, según la carta. Evidentemente no me atreví a pedirla, pero la curiosidad me llevó a buscar fotos en su página de Yelp… y me alegré de no haber optado por ella."Nerea E., Vancouver, Canadá"Spanish vegetable paella", lo llamó el intrépido cocinero de mi empresa que se atrevió a sugerirme que probara el peor arroz con cosas del mundo, con los vegetales más duros de la Historia. A partir de entonces, siempre que me sugiere probar algún plato le respondo que eso que ha hecho no es español y se burla de mí. Además está viendo Narcos y de vez en cuando te suelta un "hijueputa" aprendido en la serie y se queda nuevo. Es un crack."
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Luis, Dublín, Irlanda