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Identidad

Contra todo pronóstico, Bagdad tiene una comunidad de skaters cada vez mayor

En un país enormemente afectado por la guerra, los jóvenes iraquíes practican skate por las derruidas carreteras entre los atascos de tráficos y los controles militares.

Este artículo se publicó originalmente en VICE Francia.

“Cuando cruzamos un punto de control en Bagdad”, dijo Muhammad Al Kaabi de 16 años, “los soldados nos paran y dicen: ‘¿Qué demonios haces? ¿Adónde te crees que vas? Piérdete”.

Muhammad es un estudiante de instituto del barrio de Adhamiyah al noroeste de la capital iraquí. Suele patinar en la zona que va desde su casa hasta el monumento de la Salvación de la Cultura en el centro de la ciudad, donde se encuentra todas las semanas con un grupo de unos 60 skaters.

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Hussein y Abbas, de 22 y 19 años respectivamente, comenzaron el grupo hace un año. (Nos han pedido no revelar sus apellidos, puesto que el skate no está bien visto entre los miembros conservadores de la sociedad iraquí). La pareja creó una cuenta de Instagram y un grupo de WhatsApp para organizar encuentros semanales en la plaza de Al Thaqafa y en otros lugares de la ciudad. Patinan por las ruinosas carreteras de Bagdad, que no se han vuelto a asfaltar desde la invasión estadounidense en el 2003, entre un sinfín de atascos y controles militares instalados para prevenir ataques terroristas.

“No hace mucho tiempo, nos costaba quedarnos de pie y no podíamos hacer ningún truco”, dijo Muhammad con el patinete en el pecho. “Pero este año, hemos conseguido juntar a toda la comunidad de skaters aquí [en Al Thaqafa], donde podemos patinar en paz sin que la gente nos mire”.

JÓVENES IRAQUÍES PATINANDO ENTRE EL TRÁFICO DE LA CALLE AL-ZAYTOUN

JÓVENES IRAQUÍES PATINANDO ENTRE EL TRÁFICO DE LA CALLE AL-ZAYTOUN

Los jóvenes iraquíes han crecido en un país deformado por la invasión de los EUA, las guerras religiosas y la violencia del EI. Con apenas 20 años, muchos han visto a la muerte de cerca en varias ocasiones y han perdido a amigos y familiares. Han visto sus derechos violados por los soldados estadounidenses durante la ocupación y han experimentado el consecuente sentimiento antiestadounidense. A pesar de todo esto, se han interesado por un deporte estrechamente relacionado con el país norteamericano.

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Abbas, estudiante de la Escuela de Arte de Bagdad, comenzó a patinar con nueve años. “Al principio, no tenía ni idea de que la gente se reiría de mí en la escuela y en la calle”, dijo. “Me decían que el skate era una cosa de occidente, pero yo seguí aprendiendo a pesar de los insultos”.

Él espera que Bagdad se convierta en un lugar donde los skaters puedan practicar sin peligro. “Los viandantes vienen y nos rompen las tablas de skate”, dijo. “Hay conductores agresivos que aceleran para asustarnos o hacernos daño a propósito. Eso sin mencionar que nos hacemos daño a menudo porque las carreteras son un desastre”.

PLAZA DE AL THAQAFA, EN EL BARRIO DE AL-MANSOUR EN BAGDAD

PLAZA DE AL THAQAFA, EN EL BARRIO DE AL-MANSOUR EN BAGDAD

En la plaza de Al Thaqafa, el grupo anima a los skaters que hacen trucos, gritando: “¡Yalla, shabab!”, “¡Vamos, jóvenes!” en Árabe, mientras que otros hablan y fuman cigarro tras cigarro.

Haider Ramadan, 18 años, es natural de Shiite, en las afueras de Husseiniya, que colinda con el distrito más pobre de Ciudad Sáder. Ha hecho un largo recorrido desde su barrio tradicional y religioso para pasar un par de horas patinando con sus amigos. “He tenido muchos problemas por patinar en mi barrio”, dijo. “La sociedad no tolera a los skaters”.

UN SKATER EN LA CALLE AL-ZAYTOUN

UN SKATER EN LA CALLE AL-ZAYTOUN

Haider dijo que el skate le sirve para mantenerse mentalmente sano. “Este año, cientos de personas de nuestra edad fueron asesinadas en las protestas. Algunos eran amigos nuestros”, dijo.

El 1 de octubre de 2019, miles de iraquíes, la mayoría menores de 30 años, salieron a protestar contra el régimen oligárquico corrupto instalado después de que la milicia estadounidense matara a Saddam Hussein. Se encontraron con una represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad, que empezaron a disparar y mataron a más de 420 personas e hirieron a 17.000. Las protestas empezaron con un petición para mejorar los servicios y empleos, pero se complicaron tras el asesinato del general iraquí Qasem Soleimani, una figura poderosa y divisoria de Irak, con un dron estadounidense.

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Haider dijo que el skate lo ayudó a lidiar con el estrés y “la violencia de un Gobierno que oprime a los jóvenes con sangre”. Sentado en una esquina cubierta de hierba, su amigo Muhammad coincide. “Me enamoré del skate porque es mi única vía de escape”, dijo. “Encontré a mi familia”.

HAIDER RAMADAN, 18 AÑOS, DE HUSSEINYA, UN BARRIO POBRE A LAS AFUERAS DE BAGDAD

HAIDER RAMADAN, 18 AÑOS, DE HUSSEINYA, UN BARRIO POBRE A LAS AFUERAS DE BAGDAD

Hussein consiguió su primera tabla en 2016, pero dijo que es difícil progresar sin el equipo adecuado y un espacio dedicado. “No hay ningún lugar en el que puedas practicar trucos más complejos”, dijo. “Eso hace que no mejoremos, que no podamos darnos a conocer en la comunidad internacional de skate.

Hace poco tuvo la oportunidad de solicitar la construcción de un skatepark en Bagdad al ministro iraquí de Juventud y Deporte. Un representante prometió que construirían uno en los siguientes meses. “No tenemos muchas esperanzas”, dijo Hussein.

EL MONUMENTO DE LA PLAZA AL THAQAFA

EL MONUMENTO DE LA PLAZA AL THAQAFA

Además, Irak tiene restricciones en los bienes importados, lo que hace que las tablas de skate se vuelvan caras y difícil de conseguir. Una tabla fabricada en EUA o Europa puede costar alrededor de 250 dólares, que es totalmente inasequible para la persona promedio. En su lugar, los skaters suelen comprar falsificaciones hechas en Irak.

“Muchos skaters tienen accidentes o se hacen daño por las tablas que tienen”, dijo Muhammad. “Pero no tenemos muchas más opciones”.

En Bagdad, hay una tienda muy popular de tablas europeas de segunda mano. “Los precios varían entre los 10 y los 50 dólares, que es la mejor relación calidad-precio que vas a encontrar”, dijo Muhammad. Otros, como Ramadan, que dejó el colegio y ahora mismo está sin trabajo, comparten la tabla con un amigo.

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PLAZA AL THAQAFA

PLAZA AL THAQAFA

Tabarek, una estudiante de 16 años, comenzó a patinar hace tres meses y ahora acude regularmente a las quedadas semanales.

“Mi familia me apoya, pero no todas las chicas tienen la misma suerte”, dijo. “La sociedad no aprueba que las mujeres hagan deportes al aire libre”.

Al principio, estaba nerviosa de estar rodeada de tantos chicos, pero dice que la acogieron en la comunidad con mucho cariño. “Ahora me siento en casa”, dijo. Muhammad y los otros esperan que más chicas se unan al grupo. “Queremos más diversidad en la comunidad, pero tristemente, las costumbres sociales lo impiden”.

SKATERS JÓVENES EN LA PLAZA DE LOS CABALLEROS ÁRABES EN EL BARRIO DE AL-MANSOUR EN BAGDAD

SKATERS JÓVENES EN LA PLAZA DE LOS CABALLEROS ÁRABES EN EL BARRIO DE AL-MANSOUR EN BAGDAD

Durante la revolución de octubre, los artistas callejeros pintaron grafitis en la plaza central de Tahrir, que se convirtió en el centro del movimiento. Los skaters de Bagdad también se unieron a los protestantes.

“Patinamos durante la revolución para demandar un cambio político y social”, dijo Muhammad. “Queríamos cambiar la mentalidad de la gente, hacer que la sociedad se abriera más al mundo”.