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Comida

La mantequilla es tu amiga, pero la margarina quiere matarte

Resulta que la margarina es lo peor que puedes comer.
Foto von Marcus Jeffrey via Flickr

Resulta que las deliciosas grasas animales que se encuentran en la mantequilla, la crema y el chocolate no son tan malas como nos han hecho creer. Un nuevo estudio importante en Canadá realizado por investigadores de la Universidad de McMaster no encontró ninguna relación significativa entre el consumo de grasas saturadas y la mortalidad o las enfermedades cardíacas. Pero sorpresa, sorpresa –las verdaderas culpables son las grasas trans procesadas industrialmente que se encuentran en la margarina, siempre consideradas como una alternativa "más saludable" a su contraparte animal más calorífica.

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Por el momento, la mayoría de las pautas dietéticas recomiendan que las grasas saturadas ocupen el 10 por ciento de la ingesta diaria de calorías y el 1 por ciento de las grasas trans. Pero teniendo en cuenta estos hallazgos recientes, el equipo de McMaster ha dejado abierta la posibilidad de una re-evaluación de las futuras pautas de ingesta de grasa, lo que podría significar más grasa para todos nosotros.

"Contrario a lo que prevalece en el asesoramiento dietético, una reciente revisión no encontró pruebas de riesgo cardiovascular asociado con el exceso de consumo de grasas saturadas", dijeron los investigadores en un comunicado. "Por el contrario, las investigaciones sugieren que las grasas trans industriales pueden aumentar el riesgo de enfermedad coronaria".

A diferencia de las grasas animales que son naturalmente sólidas a temperatura ambiente, las grasas trans se realizan mediante el bombeo de hidrógeno en aceite vegetal con el fin de mantenerlas sólidas y aumentar la vida útil. Las grasas hidrogenadas se pueden encontrar en todo, desde pizza congelada hasta crema de café y palomitas de microondas.

Los investigadores analizaron datos de más de un millón de participantes en 50 estudios anteriores y los resultados son claros: "Las grasas saturadas no están asociadas con un mayor riesgo de muerte, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, o diabetes tipo 2".

Mientras que no se encontraron riesgos reales para la salud asociados con las grasas saturadas, el consumo de grasas trans industriales en realidad estaba asociado con un aumento general de 34 por ciento de la mortalidad y un aumento del 28 por ciento en enfermedades del corazón.

Obviamente, ésta es una buena noticia para cualquiera a quien le guste una cucharada de mantequilla en sus aguacates, crema en su café, o hacer su propio helado con leche entera.

Así que la próxima vez que disfrutes de los lípidos, toma un segundo para detenerte y apreciar el arduo trabajo de los investigadores en el Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de McMaster cuyo estudio ahora te permitirá hacerlo libre de culpa.