At left, Bradley and Irina look bored watching tennis; at right, he and Lady Gaga love each other at the Oscars
Photos via Getty.
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Analizamos el papel de Lady Gaga en la ruptura de Bradley Cooper

¿Habrá sido Gaga culpable de que la relación de Cooper e Irina Shayk haya acabado en un ‘bad romance’?

¿Te has enterado? El actor Bradley Cooper, de 44 años, y su novia, la modelo Irina Shayk, de 33, han terminado su relación. Los medios han hecho una cobertura extensísima de la ruptura en estas últimas dos semanas, proponiendo las teorías más locas sobre los posibles motivos: ¿ha tenido algo que ver Lady Gaga? ¿Quería Shayk terminar la relación para poder salir de fiesta y pasarlo bien? ¿Se mostraba Cooper “emocionalmente distante”?

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Puede que nunca sepamos la verdad de boca de los aludidos, ya que Cooper no habla de su vida privada con la prensa. Tampoco Shayk ha querido nunca hacer públicas sus relaciones sentimentales; el año pasado, en una entrevista para Glamour U. K., dijo: “Mi trabajo me obliga a estar expuesta, pero he preferido mantener mi vida personal en calma. Por algo se dice que es personal, porque es asunto tuyo y de tu familia, y quiero que sea así”.


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Este recelo por su vida privada provocó que cualquier cosa que alguno de los dos mencionara sobre su relación recibiera una atención desmesurada por parte de la prensa. Al mismo escrutinio se sometían las fotos de los paparazzi, y a falta de información sobre la pareja, tanto admiradores como periodistas buscaban en cada aparición pública indicios sobre el estado de su relación (¿os acordáis de ese vídeo de Wimbledon en 2016?).

Y luego, cómo no, estaban los rumores de Gaga. Ya llegaremos a eso, pero primero echemos un vistazo al historial sentimental de Cooper para ponernos en contexto sobre su ruptura más reciente.

Antes de Irina estaba Suki

Antes de su relación con Shayk, Cooper tenía un historial sentimental muy disperso. Estuvo casado poco tiempo con la actriz Jennifer Esposito a mediados de la década de 2000; Esposito pareció aportar cierto carácter negativo a la relación. Tras divorciarse de ella, Cooper tuvo otras relaciones breves y privadas con actrices como Zoe Saldana y Renée Zellweger (estuvo saliendo con ella durante dos años y no salieron ni una vez en una foto juntos ni confirmaron la relación). Y entonces, más o menos para su 38 cumpleaños, Cooper decidió que era hora de sentar la cabeza. Dos meses después de celebrarse los Óscar de 2013, a cuya ceremonia llevó a su madre como acompañante (no es la primera vez), empezó a salir con Suki Waterhouse, que entonces tenía 21 años, y esta vez no lo escondió a nadie.

Cooper y Waterhouse empezaron a aparecer fotografiados en todas partes en los dos años que duró su relación, y algunas de sus apariciones ante los paparazzi parecían ideadas para llamar el máximo de atención posible (¿quién podría olvidar estas imágenes, tomadas en París meses después de empezar a salir juntos, en las que aparece Cooper cogiendo entre sus brazos a Waterhouse como si fuera un bebé y leyéndole un ejemplar de tapa blanda de… Lolita?).

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Aparte de salir en las fotos, Waterhouse apoyó incondicionalmente a Cooper en los momentos más agitados de su trayectoria: lo acompañó a la entrega de las estatuillas de oro en 2014, cuando lo nominaron por La gran estafa americana, y en 2015, cuando lo nominaron por El francotirador.

Pero varias semanas después de los Óscar de 2015, People anunció que Cooper y Waterhouse ya no estaban juntos. ¿Lo interesante de todo esto? Una fuente explicó a la revista que “la pareja había terminado la relación en enero, antes de los Óscar, pero seguían siendo amigos y fueron a la ceremonia juntos”.

A la noticia de People le siguió otra de E! News en la que se decía que Cooper y Waterhouse habían roto en parte porque, a sus 40 años, Cooper quería tener hijos y ella, con 23, todavía no estaba en ese momento.

Dos meses después, Cooper fue visto con una modelo algo mayor ⎯Shayk⎯ en Nueva York.

Una nueva novia para los Óscar

La relación de Cooper con Shayk siguió un patrón similar: a lo largo de cuatro años, se les retrató juntos a intervalos y ella estuvo acompañándolo en sus eventos de trabajo. Como Joan Summers señaló en Jezebel, las fotos de la pareja a menudo estaban vinculadas a los acuerdos de moda de Shayk. En 2017, tuvieron una hija a la que llamaron Lea de Seine Shayk Cooper.

Durante gran parte de su relación con Shayk, Cooper estuvo enfrascado en su debut como director, Ha nacido una estrella. El proyecto estuvo años en desarrollo, por lo que Cooper no estuvo nominado a ningún premio en 2016, 2017 ni 2018. Pero cuando llegó el momento de la presentación y promoción de Ha nacido una estrella, Shayk estuvo presente, apoyándole, pese a que de puertas adentro su relación se estuviese desmoronando. Una semana después del estreno de la película, en octubre, Page Six publicó un artículo asegurando que Shayk y Cooper habían sido vistos cenando juntos y casi sin dirigirse la palabra, una situación que recordaba a la relación con Waterhouse en 2015.

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“No parecían felices”, dijo una fuente a Page Six. “Se sentaron. Él llevaba una sudadera con capucha y ella iba con la cara lavada; casi no se dirigieron la palabra al principio de la comida. Un rato después, ella empezó a mirar hacia un lado y él se empezó a mostrar taciturno”.

Varios días después, Page Six publicó otro artículo sobre el estado de la relación de Cooper y Shayk. “Juntos son infelices”, declaró una fuente. “Llevan meses infelices. Él no bebe y está metido en temas de espiritualidad. Ella quiere salir de fiesta”.

Pese a todo, Shayk acompañó a Cooper a los eventos promocionales de su película y a las entregas de premios durante los primeros meses de 2019. (Cabe destacar que la única vez que Cooper reconoció públicamente a Shayk durante su relación fue cuando estaba en el escenario, aceptando un premio BAFTA. “Sobre todo quiero dar las gracias a Irina por aguantarme a mí y a toda la música que me he pasado un año intentando componer en el sótano”, dijo. “Muchísimas gracias”).

Shayk sonrió educadamente durante toda la polémica actuación con Lady Gaga en la ceremonia de los Óscar y fue fotografiada con Cooper unas cuantas veces más después del evento. Pero en junio, Page Six informó de que su relación estaba “colgando de un hilo”. People —la principal fuente de malas noticias para cualquier publicista que se precie— anunció oficialmente que Cooper y Shayk habían roto el 6 de junio. La noticia desató la locura mediática y empezaron a circular las informaciones sobre la expareja. ¡Cooper se apunta a una “noche solo para tíos” en Sunset Tower! ¡Shayk se marcha de la casa de ambos luciendo una sudadera y llevando una MALETA!

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Y luego Lady Gaga empezó a cobrar enorme protagonismo en la historia.

La clave está en Gaga

Durante toda la promoción de Ha nacido una estrella, abundaron los rumores del vínculo sentimental entre Gaga y Cooper ⎯sobre todo porque ella rompió con su prometido durante esa época⎯, pero llegaron a su punto álgido en los Óscar, cuando ambos protagonizaron una increíble interpretación de “Shallow” ante los ojos de Shayk, que observaba desde el público. Tras la actuación, fueron muchas las personas que se preguntaron si Cooper estaría enamorado de Gaga.

La cosa se puso tan intensa que Gaga tuvo que salir al paso de las habladurías en una entrevista con Jimmy Kimmel dos días después, en la que explicó que tanto ella como Cooper estaban actuando: “Sí, la gente vio amor, pero adivina qué: eso era lo que queríamos que vierais”.

Siguiendo en su línea, Cooper nunca hizo alusión a los rumores, algo que la prensa interpretó como una oportunidad para volver a sacarlos a la luz con motivo de la ruptura del actor con Shayk. Pese a no existir pruebas del supuesto romance, todos los medios, incluso los más respetables, han insistido en esta versión. La semana pasada, People publicó un artículo explicando la “enorme y desbordante” conexión que supuestamente hay entre Cooper y Gaga.

La veterana bloguera de cotilleos Lainey Gossip se ha cuestionado los motivos que han llevado a las fuentes a fomentar esta historia. “¿Se trata de una distracción?”, preguntaba la semana pasada. “Si quieres que los medios y las redes sociales muerdan el anzuelo y crean en la historia de Coop y Gaga, no verán otra cosa, ¿no?”.

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Entonces, ¿hay algo más a lo que deberíamos estar prestando atención en lo referente a esta ruptura? Tal vez. Aunque quizá sea todo más sencillo. A finales de la semana pasada, una fuente informó a People de que en algún momento de los cuatro años de relación entre Cooper y Shayk, la dinámica cambió. “El amor dio paso al compañerismo”, aseguraba una fuente a la revista. “Bradley e Irina siempre se han mostrado muy celosos de su intimidad, por lo que pocos sabían que algo pasaba”.

Entertainment Tonight habló con una fuente que lo dijo aún más claro: “Ya llevan tiempo con problemas e incluso se plantearon separarse durante la promoción de la película”, decía. “Hablaron mucho las cosas y parece que decidieron aguantar y guardar las apariencias por el momento. Les recomendaron que retrasaran la ruptura en el momento de apogeo de la carrera de Cooper ya que podría repercutir negativamente en el estreno de la película”.

Si esto fuera cierto, Cooper y Shayk no serían la primera pareja en mantener la compostura durante la temporada de entrega de premios para romper discretamente meses después (Reese Witherspoon se separó de Ryan Phillippe tras ganar el Óscar en 2006; Julia Roberts hizo lo mismo con Bejamin Bratt tras ser galardonada en 2001). Después de los Óscar, de los cuales Cooper salió sin estatuilla, parece que ambos decidieron que era momento de separarse.

Ahora la promoción de Ha nacido una estrella ha quedado muy lejos y Cooper no va a tener ninguna promoción durante una temporada. Actualmente está negociando su participación en la nueva producción de Guillermo del Toro. ¿Con quién saldrá entonces?

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