FYI.

This story is over 5 years old.

vivir gratis

Trucos para vivir gratis en casa de tus colegas

Apalancarse en casa de colegas con una buena excusa y no pagar ni un euro es el futuro de las soluciones inmobiliarias.
chica durmiendo en un sofá
Foto de portada vía el usuario de Flickr James Emery | CC BY 2.0

Como el mercado de alquiler está tan jodido tenemos que empezar a buscar alternativas a tener que gastarnos más de medio sueldo por poder vivir en soledad en un cuchitril sin ventanas.

Dormitar en cajeros o volver a casa de nuestros progenitores no son opciones viables si queremos mantener la cordura y compartir piso está bien pero sigue siendo caro y pagar por tener que vivir con personas que no dudan en robarte unos tranchetes o que no saben ni bajar la tapa del váter no es muy esperanzador, a menos que no paguemos ni un duro por ello. Y aquí está la cosa, podemos aprovechar el concepto “amistad” y doblarlo y forzarlo demencialmente para así poder lograr vivir gratis una buena temporada.

Publicidad

MIRA:


Para empezar, la amistad es un concepto absolutamente sobrevalorado, pues al final la gente derrumba estas estructuras de camaradería a la mínima, ya sea porque han encontrado una pareja sentimental con la que quieren “compartir un proyecto de vida” o porque les han ofrecido un muy buen curro “de lo que a mí me gusta” en Londres. En fin, confiar en que el gran motor de nuestra vida debería ser la amistad es como estar cayendo por un precipicio y agarrarse a la mano de un recién nacido esperando que nos salve del fatal impacto. Ojalá fuera así, no me mal interpretéis, pero la realidad es mucho más cruel y desagradable.

¿Y cómo podemos hacer que esto de la amistad nos proporcione algunos meses, incluso años, de vivienda gratuita? Pues está claro, ensalzando, precisamente, todos esos valores que se supone que aporta la amistad: compañerismo, solidaridad y confianza. Todas esas ideas que vemos en las ficciones cinematográficas y en las que la moraleja es precisamente lo contrario de lo que hace falta para lograr éxito en la vida.

Pensad que vuestros amigos no son personas, son literalmente meses gratis de alquiler

La idea consiste en apalancarnos en casas de amigos de forma intermitente, ir “abusando” de la amistad para no tener que pagar nunca alquiler. Para ello tenemos que buscar excusas lo suficientemente curradas como para que nuestros amigos crean que nos están haciendo un favor y que piensen que son muy buenos colegas, que nos están salvando la vida, así les parecerá moralmente incorrecto cobrarnos por estar durmiendo en el sofá o en medio del pasillo o en el trastero. El truco es este, jugar con los límites morales de la peña para que les crezca el ego gracias a su bondad y se crean muy buenos samaritanos.

Publicidad

Lo primero sería reducir la cantidad de nuestras pertenencias al mínimo, no tanto por no ocupar espacio en casa de nuestro nuevo anfitrión y molestarlo sino porque tampoco podemos estar saltando de casa en casa gastándonos un pastón en furgonetas o transportistas. Lo ideal sería comprimirlo todo a un par de maletas de esas que se pueden subir a los aviones. Para hacer esto, meted el resto de cosas en casa de vuestros padres (como hace años que no pasas por ahí les hará ilusión tener algo de ti en esa casa), meterlo dentro de un coche aparcado en un parking o contratar uno de esos trasteros de alquiler. En fin, cualquier cosa que os salga mucho más barata que la mitad de un tercio de lo que os costaría alquilar una habitación en el barrio más depauperado de vuestra ciudad.

Es importante también tener muchos amigos, bueno: “amigos”. Peña de esa que saludáis por la noche pero cuyos apellidos tampoco manejáis demasiado. Acumulad la máxima cantidad de peña, ellos son vuestra garantía: colegas de instituto, colegas de fiesta, amigos de amigos, exparejas, novios de exparejas (siempre hay que terminar bien las relaciones y ser muy simpático con las parejas de las ex porque no sabremos nunca cuándo nos van a ser útiles), lo que sea. Pensad que no son personas, son literalmente meses gratis de alquiler, por si en algún momento os sabe mal tenerles que mentir o pedir un favor que sabéis que realmente no necesitáis (al fin y al cabo ganáis lo suficiente como para pagaros una habitación pero os parece inmoral pagar tanto por tan poco).

Publicidad

El truco básico consiste en generar el máximo de pena. Inventad algún tipo de drama personal: muertes en la familia, una ruptura muy intensa con la pareja, un despido agresivo, algún tipo de enfermedad. Os podéis inventar cualquier cosa, ningún drama es lo suficientemente desfasado como para lograr ahorrarse un poco de dinero en alquileres. Si os lo curráis fuertemente, incluso os libraréis de pagar los gastos del piso e incluso la comida. Cuanto más drama, cuanta más pena, mayor será el ahorro, tened esto en cuenta.

Si en algún momento os sentís mal por haberos inventado la muerte de vuestra madre (por poner un ejemplo), pensad que será más vil la grandeza que se generará en el corazón de vuestros amigos que no vuestra mentira. Pensad que cuando no estéis cerca, vuestros anfitriones les dirán a todos sus amigos lo buenos que están siendo con vosotros, ayudándoos a salir de este agujero en el que os habéis visto metidos. Esa solidaridad marketiniana y toda esa condescendencia ególatra les garantizará a vuestros amigos un billete directo al infierno, por lo que estaréis en igualdad de condiciones. Incluso ellos serán peores porque vosotros solo intentáis subsistir en un mercado de alquiler agresivo del que sois víctimas, ellos utilizarán la bondad como moneda de cambio para su propio éxito o promoción. En el fondo ambos os estaréis utilizando en una especie de simbiosis perfecta.

Tenéis que largaros antes de que pase demasiado tiempo y se vean obligados a pasar por el sucio trámite moral de tener que echar a su colega

Publicidad

Para que todo esto funcione, tenéis que manejar muy bien los tempos y, sobre todo, saber en qué momento tenéis que largaros. Esto es lo más importante, la despedida, un auténtico generador de lástima que os será de ayuda en un futuro. Evidentemente no tenéis que llegar a ese punto en el que vuestros compañeros de piso estén hartos de vosotros y os pidan largaros.

Esto significa que no podéis estar robando comida ni ropa de vuestros invitantes, ni apalancaros todo el día en el sofá viendo la tele y fumando porros, o llegando a las 8 de la mañana con los pantalones vomitados y cinco nuevos amigos con los que pretendéis hacer un after en casa (aunque esto lo podríais justificar aludiendo a que estáis en una etapa oscura de vuestra vida). El tema es que tenéis que largaros antes de que pase demasiado tiempo (normalmente a los tres o cuatro meses) y se vean obligados a pasar por el sucio trámite moral de tener que echar a su colega (el colega ese que está tan jodido y al que están ayudando) de su casa.

Ellos saben que todos sus amigos conocen la situación y echarte les convertiría, a ojos de los demás, en seres desalmados, por lo que pueden pasar varios meses antes de que llegue a “explotar” y echarte de su casa. Creedme, un ser humano es capaz de soportar niveles de presión demenciales.

Decidles algo como “He notado que últimamente estás un poco más agrio conmigo, tengo la sensación de estar molestando, cercenándote la libertad e invadiendo tu intimidad y creo que lo mejor, a pesar de mis graves problemas personales, sería que me fuera; ya me espabilaré, no te preocupes, al final siempre nos las hemos arreglado, ¿verdad amigo mío?”. Muy importante terminar con la palabra “amigo” por ahí el final.

Si os largáis antes de que se atrevan a echaros se van a sentir muy mal y así, en un futuro, tendréis el sitio garantizado de nuevo. Regalad también algo, un jamón o una tele nueva (algo de valor), un agradecimiento por todo lo que han hecho por vosotros. Esto inclinará la balanza a vuestro favor y así se sentirán en deuda moral con vosotros. Una deuda que podréis convertir en, *ehem*, dos o tres meses más de alquiler gratis en un futuro.

Y así, poco a poco, podremos ir sobreviviendo.

Sigue al autor en @rodellaroficial.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestro contenido más destacado.