Es mentira que no desayunar te hace engordar

Parece que los investigadores simplemente no pueden decidirse sobre si el desayuno es verdaderamente "la comida más importante del día" o no. Puede ser que solo sea parte de la colección de indicaciones de vida que nos dejaron las abuelas, como "toma 8 de vasos al día" o "no salgas con el cabello mojado".

Después de todo, parece que podemos dejar de sudar ansiosamente cada vez que olvidamos comernos nuestro tazón de cereal matutino por temor a la inminente obesidad mórbida, las enfermedades del corazón, o el estreñimiento insoportable. Resulta que el desayuno no está haciéndonos ningún favor; logra que no tengamos hambre durante un par de horas, pero nada más.

Según el Washington Post, la actualización pendiente de las Dietary Guidelines for Americans ha reavivado la polémica sobre este tema. Probablemente estés familiarizado con la DGA en la forma de la coloquial "pirámide alimenticia", que ahora se conoce como el plato del buen comer. La guía informa a los planes de almuerzos escolares, a las campañas de salud relacionadas con la dieta y otros programas de gobierno.

Hasta ahora, la DGA ha recomendado desayunar todos los días bajo la idea de que "no desayunar se ha asociado con el exceso de peso corporal". Y, para ser justos, tal asociación definitivamente ha aparecido en los estudios de vez en cuando, y lo más importante, se ha difundido ampliamente de boca en boca.

El problema es que esto no necesariamente se ha demostrado en lo que se refiere a la ciencia real. Y los estudios más recientes entran en conflicto directo con esa afirmación, como el estudio del Birmingham Nutrition Obesity Research Center del año pasado, que descubrió que saltarse el desayuno no tenía impacto en la pérdida de peso. Lo mismo ocurre con un estudio de 2013 de la Vanderbilt University, que llegó a la conclusión de que lo único que el desayuno logra es fijar las calorías adicionales en tu recuento diario, lo que tal vez podría resultar en aumento de peso. Y en otro estudio realizado en 2014, los investigadores de Columbia se atrevieron a declarar lo siguiente: "En personas con sobrepeso, saltarse diariamente el desayuno durante 4 semanas conduce a una reducción en el peso corporal".

Mentiras. Mentiras. Mentiras. Nos han alimentado de mentiras.

Entonces, ¿cómo cambiarán las Dietary Guidelines a raíz de esta revelación sobre el engaño insidioso que nos ha instado a alimentarnos por la fuerza en las primeras horas del día?

Bueno, al menos los investigadores de la DGA ya se han relajado con la demonización de los huevos por su alto contenido de colesterol, y también están reconsiderando su postura sobre la sal y la grasa. Todo lo cual, por supuesto, está relacionado con el desayuno. Quizá no sea tan malo desayunar huevos benedictinos después de todo.