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¿Quién prendió fuego a la librería anarquista más antigua de Londres?

Probablemente unos fascistas.

Miembros de Freedom Press, la editora y librería anarquista más antigua de Londres, amanecieron el viernes pasado con la noticia de que alguien había intentado quemar la tienda esa madrugada.

Freedom, fundada en 1886, situada en el corazón del Este de Londres durante más de un siglo y lugar de visitas guiadas, es el punto de parada para cada crust europeo en busca de un sitio que okupar o una manifa donde descargar la rabia.

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La tienda está pasado Whitechapel High Street, en la calle Angel Alley, entre una galería de arte y un KFC. Si buscas algo de Bakunin, Chomsky o el chalado de John Zernan, aquí es donde tienes que ir. Los encontrarás detrás de los grabados de Emma Goldman y Peter Kropotkin. Un apunte: cierra la puerta que siempre hace frío ahí dentro.

Sobre las 5 AM de la mañana del viernes, un pirómano se adentró en Angel Alley, rompió una ventana, roció con acelerante la tienda y prendió fuego a libros, panfletos y archivos irreemplazables del periódico Freedom.

Esa noche entré en el edficio con uno de los activistas más devotos, Andy. El sitio olía fatal, había hollín por todo el tejado y libros carbonizados amontonados en pilas. No hubo daños estructurales en el edificio, pero Freedom no tiene seguro y ya estaba enredada con mierdas financieras. Tras ver el desastre pensé que la tienda permanecería cerrada unos meses, pero esta mañana volvía a estar abierta.

Antes de ponerte a ingeniar cualquier broma sobre anarquistas que tienen sus propios edificios o anarquistas que organizan limpiezas generales, revísate la vasta historia de autoorganización en la que se basa este movimiento de clase trabajadora.

En su momento de mayor auge, en los años 30, los anarquistas españoles dirigían hospitales colectivos y gestionaban uno de los periódicos más populares.

Rob Ray, un voluntario de Freedom, me explicó como se sintió al recibir la noticia del intento de incendio del edificio: "Es una mezcla muy rara de sentimientos. Náuseas esperando que nadie resultara herido, alivio por que el edificio estuviera vacío esa noche –ya que a menudo no lo está– y por que el fuego no avanzara más de lo que hizo. Y luego, náuseas otra vez por los daños ocasionados”.

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"Mi primera educación política fue a través de las páginas de Mutual Aid, Anarchy in Action y el periódico Freedom. Todas esas montañas de ceniza y correspondencia ennegrecida representan las puertas de mundos nuevos para mí. Todos los libros que no se quemaron quedaron cubiertos por una capa de ceniza incandescente. Ayer los repasamos y cada vez que había que tirar uno era una lucha”.

"Este edificio no es sólo la casa de una librería. Arriba comparten oficinas London Coalition Against Poverty (Coalición londinense contra la pobreza), el Advisory Service for Squatters (Servicio de consejo para okupas) y Corporate Watch.

Obviamente, una de las cosas primordiales en la agenda de los anarquistas es ahora descubrir quién les atacó. Combat 18 realizó un ataque similar en la tienda hace 20 años. Fue en marzo del '93. C18 era el ala violenta del de por sí violento BNP, un grupo formado por los fascistas para defenderse de la AFA (Acción antifascista), que estaba sacando a la extrema derecha de sus fortalezas en Londres.

El consenso es que los pirómanos son casi definitivamente gente de extrema derecha que, o bien buscan un blanco fácil, bien quieren saldar viejas cuentas. A finales de los años 70 y 80, los alrededores de Brick Lane eran zonas dominadas por los neonazis, donde se vendía el periódico del BNP y el National Front. AFA tomó la lucha en la calle a principios de los 90, recuperando Islingtong antes de ir al East London. El BNP tuvo que luchar para defender su terreno y perdió.

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Entre las filas de libros carbonizados esparcidos por el suelose encuentran ejemplares de Beating The Fascists, una historia de la AFA publicada por Freedom Press. Es una lectura incómoda y violenta que detalla cómo se utilizaban ladrillos para convencer a los militantes del BNP de la conveniencia de marcharse.

La última vez que pasé por la tienda acababan de enviarles una copia de una revista ultranacionalista en la que hablaban de dicho libro. La revelación de las tácticas que se usaban para combatir contra la derecha claramente les había tocado la fibra. Antiguos componentes de Combat 18 podrían haber vuelto para saldar viejas cuentas. Justo la semana pasada habían celebrado una reunión en Londres.

Hablando con anarcos en un pub cercano, muchos temían que los pirómanos podrían estar relacionados con el fantasioso grupo England's Golden Dawn, un grupo escindido de la extrema derecha, creado por los típicos repudiados, que está causando barullo en Facebook. Ningún grupo ha reconocido el ataque, pero uno de los organizadores de Casuals United posteó en su muro: "Todo vuelve".

Posibilidades más remotas apuntan a grupos extremistas dentro del propio movimiento anarquista. Un post en Indymedia clamaba, para justificar el ataque, que Freedom colabora con la policía. Algo muy poco probable. El colectivo ha hecho esfuerzos en los últimos años para dejar de lado a los elementos antisociales dentro de la escena anarquista.

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Anarquistas insurrectos se han enzarzado en una guerra verbal en la red, e incluso han prendido fuego a cosas en Bristol, pero Freedom fue donde compré por primera vez la biblia rebelde de Alfredo Bonanno, From Riot to Insurrection, y es poco probable que ni siquiera los radicales más decepcionados tiren mierda sobre su propio tejado de esta manera.

Hablando con él en la tienda, Andy insistió en que han tenido que ser los de la extrema derecha. Afirma que hay múltiples razones que les pueden haber motivado a hacerlo. La cámara de vigilancia en la entrada a la calle puede que revele algo de información, pero claro, no confían mucho en que la policía resuelva este caso.

Vino un hombre mayor bien vestido a inspeccionar los daños esa noche de viernes. Me contó que hacía ilustraciones para el periódico Freedom. Minutos después llegó una vecina a ofrecer su ayuda. Los dueños de otras tiendas le ofrecieron a Andy sus simpatías y los de la galería de arte de al lado nos aseguraron que los anarquistas son unos vecinos espléndidos.

Al día siguiente, unas cien personas se apelotonaron en la estrecha callejuela para limpiar libros, frotar las paredes y poner la tienda de nuevo a punto. Relojes derretidos y libros carbonizados que al principio eran imágenes deplorables ahora se están vendiendo como souvenirs. Gente de todo el mundo ha ofrecido su apoyo y prometido donativos a través una avalancha de mensajes solidarios. Los pirómanos no sólo han fracasado intentando destruir la tienda, sino que la han hecho más popular que nunca.

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La tienda está aceptando donativos de libros y dinero. También puedes pasarte por ahí y buscar entre el stock que les queda.

Sigue a Brian en Twitter: @brianwhelanhack

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