En las prisiones de todo el mundo los tatuajes pueden convertirse en una parte importante del uniforme de un recluso, no solo representan el crimen por el que están allí, sino que también son una forma de comunicarse con el resto. En Rusia, por ejemplo, un puñal atravesando el cuello sugiere que el recluso ha asesinado a alguien en la cárcel y está dispuesto a hacer trabajitos para otros, lo que significa que has de salir corriendo a toda leche si ves a un tipo de estos caminando hacia tu celda cuando los guardias han desaparecido.
Arkady Bronnikov, considerado como el principal experto ruso en la iconografía del tatuaje, publicó hace poco una colección de unas 180 fotografías de criminales que cumplen sentencia en instituciones penales soviéticas. Russian Criminal Tattoo Police Files (Archivos policiales de tatuajes de criminales rusos), con 256 páginas y publicado por FUEL, es probablemente la mayor colección de fotografías de tatuajes de prisión hasta la fecha.
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Me puse en contacto con Damon Murray, cofundador de FUEL, para hablar del libro.
VICE: ¿Por qué quisiste publicar este libro?
Damon Murray: En FUEL, previamente habíamos publicado la serie Enciclopedia del tatuaje criminal ruso, así como Ilustraciones del Gulag y Soviéticos, así que había una tendencia obvia. Estos libros están basados en las ilustraciones de Danzig Baldaev, un guardia de prisión que documentó el fenómeno del tatuaje criminal ruso a lo largo de su carrera.
Mientras investigábamos para Soviéticos nos encontramos con un artículo sobre un policía jubilado llamado Arkady Bronnikov. Como experto forense en el Ministerio del Interior de la URSS durante más de 30 años, sus deberes incluían la visita a correccionales en Ural y Siberia. Fue entonces, entre la mitad de los 60 y la mitad de los 80, cuando entrevistamos, fotografiamos y recogimos información sobre convictos y sus tatuajes, y acabamos creando uno de los archivos más extensos hasta la fecha.
Sabíamos que con esta colección de material único podíamos hacer un libro fascinante que sería un complemento perfecto para nuestras publicaciones anteriores. Trata el mismo tema, pero de una forma más visceral.
¿Cuánto tiempo te llevó recoger todas las fotos?
Visité al Sr. Bronnikov en su casa en la región del Ural en Rusia. Previamente habíamos hablado de la posibilidad de hacer un libro, y amablemente se ofreció a explicarme los detalles de todo el material y a hablarme exhaustivamente de las complejidades del tema. Tras unos días, nos dimos cuenta de que teníamos el suficiente material e información para hacer un libro que resultara interesante por sí mismo. Luego volví a Londres con las fotografías para escanearlas.
La calavera y los huesos cruzados en los hombros del prisionero indican que está cumpliendo cadena perpetua, mientras que la chica que se levanta el vestido con un hilo de pescar en su antebrazo izquierdo se suele tatuar a los violadores. Todas las fotos © Arkady Bronnikov/FUEL
¿Tienes alguna información de los prisioneros que aparecen en las fotografías?
Aparte de una pequeña sección que aparece al principio del libro, donde se reproduce una serie de archivos policiales reales, toda la información de los criminales se puede deducir de la lectura de sus tatuajes. Sus crímenes varían desde casos graves como asesinatos o violaciones hasta delitos menores como robo de carteras y saqueos.
Todas las imágenes van acompañadas de un pie de foto detallado que explica cómo cada tatuaje está relacionado con un crimen determinado, por ejemplo, una mujer desnuda ardiendo en una cruz simboliza una condena por el asesinato de una mujer. El número de troncos en la fogata indica el número de años de la sentencia.
¿Qué tipo de herramientas se utilizaron para los tatuajes?
La mayoría de los tatuajes están hechos de una forma primitiva y dolorosa. El proceso puede llevar varios años hasta su conclusión, pero una figura pequeña puede crearse con cuatro o seis horas de trabajo ininterrumpido. El instrumento preferido es una máquina de afeitar eléctrica adaptada, donde los prisioneros sujetan unas agujas y una ampolla de tinta líquida.
Un puñal atravesando el cuello indica que un criminal ha asesinado a alguien en prisión y que está disponible para hacer otros trabajitos. Las gotas de sangre pueden significar el número de asesinatos cometidos.
¿De dónde sacan la tinta?
Para el pigmento se utiliza goma quemada mezclada con orina. Por razones sanitarias, es mejor utilizar la orina de la persona tatuada. Puesto que las autoridades prohíben los tatuajes, la práctica se hace de forma clandestina y normalmente en condiciones poco higiénicas, lo que puede causar fácilmente complicaciones serias, incluyendo gangrena y tétanos. Pero el problema más común es la linfadenitis, una inflamación de los ganglios linfáticos acompañada de fiebre y escalofríos.
¿Y aun así los siguen haciendo?
En la mayoría de los casos, los reclusos entrevistados por Bronnikov aseguraron que empezaron a tatuarse únicamente después de haber cometido un crimen. A medida que fueron aumentando sus condenas y los términos de encarcelamiento se volvieron más duros, los tatuajes se fueron multiplicando. En las prisiones de seguridad mínima, por ejemplo, del 65 al 75 por ciento de los reclusos lucen tatuajes, mientras que esa cifra aumenta al 80 por ciento en prisiones de seguridad media y alcanza el 95-98 por ciento en las de máxima seguridad. En la cárcel de mujeres cerca de la región de Perm, a unos 1100 kilómetros al nordeste de Moscú, Bronnikov descubrió que solo 201 de las 962 reclusas estaban tatuadas, pero el 40 por ciento se había tatuado en la cárcel de alta seguridad.
Como norma, los líderes de grupos criminales no reúnen muchos de estos tatuajes, solo un par de estrellas de siete u ocho puntas en la clavícula. Además, los tatuajes se limitan a los del grupo criminal, así que no se suelen ver en prisioneros que cumplen sentencia por delitos políticos.
Uno de los muchos prisioneros que contrajeron sífilis, SIDA o tétanos al ser tatuado en condiciones poco higiénicas
¿Cuál es tu opinión personal sobre la cultura de los tatuajes en prisión?
Bueno, me parece que es algo extraordinario, en ningún otro caso los tatuajes expresan un lenguaje tan singular y definido. Todas las imágenes están cargadas de significado, un tatuaje puede convertirse literalmente en una cuestión de vida o muerte para el que lo lleva.
Cuando un nuevo presidiario entra su celda, se le pregunta: “¿Asumes tus tatuajes?” Si no es capaz de contestar, o si el resto de reclusos se enteran de que lleva un tatuaje “falso”, se le dará un trozo de cristal o ladrillo y se le pedirá que se lo quite o se atenga a las consecuencias. Eso puede llevar a una buena paliza, violación o incluso a la muerte.
Es por esta razón que los tatuajes se convirtieron en lo más respetado y temido en la sociedad de la prisión. Van mucho más allá de ser algo simplemente personal, llevan el peso de un significado y son una ley indeleble en una sociedad que va más allá de las leyes convencionales.
Las estrellas en los hombros de este recluso indican que se trata de una “autoridad” entre criminales, mientras que las medallas son condecoraciones que representan la resistencia ante el régimen soviético. Los ojos sobre su estómago sugieren que es gay (su pene sería la “nariz” de la cara).
Has visto una gran cantidad de tatuajes de prisión. ¿Cuáles son los más corrientes?
Hay muchos temas e ideas comunes. Algunas de las imágenes más corrientes son religiosas: la Virgen con el niño Jesús, iglesias rusas, cruces, ese tipo de cosas. Sin embargo, dentro del contexto del sistema de prisiones soviético, o “la zona”, como se le llama, esas imágenes no tienen absolutamente nada que ver con creencias religiosas, sus significados reales proceden de tradiciones criminales y de prisión. Surgen del deseo de mostrarse como un marginado, como un incomprendido que está destinado al sufrimiento.
El tatuaje de la Virgen y el niño Jesús es uno de los más populares entre criminales y puede tener varios significados. Puede simbolizar lealtad a un clan criminal, puede significar que el que lo lleva cree que la madre de Dios le cuidará del mal, puede indicar que el que lo lleva ha estado encerrado entre rejas desde una temprana edad…
En la zona, una iglesia o monasterio se interpreta como el símbolo del ladrón y el número de cúpulas de la iglesia significa el número de condenas. La cruz se tatúa normalmente en la parte más importante del cuerpo: el pecho, lo que sirve para demostrar una devoción a las tradiciones de los ladrones y como prueba de que su cuerpo no está manchado de traición, sino que está “limpio” ante sus compañeros ladrones. Todas las cruces indican que la persona tatuada pertenece a la casta de los ladrones.
¿Cuál era la intención original de archivar estas fotos?
La colección de Bronnikov que aparece en el libro es especialmente interesante, puesto que su intención era puramente funcional. Las fotografías fueron tomadas para usos policiales, para entender mejor el lenguaje de estos tatuajes y ayudar en el proceso de identificación de criminales en el campo.
La única consideración del fotógrafo era retratar el cuerpo para fines prácticos. Puesto que no están sujetas a limitaciones artísticas, las fotos ofrecen una representación inocente de la sociedad, dejando fuera sin querer su lado humano e incluyendo solamente una prueba de su carácter agresivo, vulnerable, melancólico y arrogante. Estos cuerpos muestran una historia no oficial, que se cuenta no solamente a través de los tatuajes, sino también con las cicatrices y dedos amputados.