Confesiones del Amanecer: Bomba Estéreo habla sobre su nuevo álbum


Uno de los prejuicios más arraigados al interior de la llamada escena “independiente” –y pongo entre comillas la palabra, así como también pondría ahí a su supuesto antagonista discursivo, “comercial”– es que cuando una banda de esta estirpe firma con una disquera de las grandes, usualmente para llegar a un público masivo y, se cree, para lograr cierta seguridad económica, sacrifica la integridad de su arte.

En pocas palabras, como dicen: “se vende”.

Se trata de un prejuicio moral, a lo menos, curioso.

Y uno que, por lo mismo, considero que debe revisarse con cuidado.

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De su segundo disco de estudio, el célebre Estalla (2009), un clásico innegable de nombre premonitorio, una canción en especial fue la que en gran medida contribuyó a disparar a Bomba Estéreo hacia su brillante y maratónica carrera por el globo: “Fuego”.

En temas como estructura, temática y sobre todo, coro –luego de un rise con countdown incluido el incendio se enciende a escasos 23 segundos de arrancado–, el sencillo respondía efectivamente a una fórmula “mainstream”, pero abordada desde otro ángulo, el de la electrónica tropical. Sin duda la banda traía data de un sonido que, desde la cumbia más folclórica hasta su bastardo más galáctico, en Colombia llevaba cocinándose un buen rato; y sin embargo, quizás el máximo logro de Bomba no fue solo el haber hecho una receta propia de este caldo (revelada, además, en la letra de ese himno primerizo):

“¡Y aquí viene Bomba Estéreo viene con tó
champeta, reggae music, cumbia y folclor, come on!
Es un poder que es una bomba atómica
un poco de folclor con música electrónica!”.

En términos de sonido, creo yo, el gran logro de esta banda, desde ese primer golpe que siguió a las primeras manifestaciones embrionarias de sus integrantes principales –tanto el proyecto AM 770 de Simón como el Vol. 1, primer disco de Bomba que hizo en solitario; y de igual manera Mr. Gómez en Bombay, grupo de champeta experimental del cual Liliana hizo parte– fue el haber patentando una firma sonora de indudable carácter “pop”, tejida con tendencias de aquí y de allá. Un producto de Colombia para el mundo que, apoyado en canciones como esta y como todas las que le siguieron, un directo poderoso y, obvio, en el perfil “exótico” de Li (que en un principio siempre fue descrita como una especie de M.I.A suramericana, sobre todo por la prensa blanca), comprobó ser comercialmente exitoso dentro de un contexto que, por demás, también contribuyeron a arar: el mercado alternativo latinoamericano.

Desde aquel estallido inicial, en menos de seis años Bomba logró algo impensable para una banda de su origen y estatura: más de 600 conciertos en todos los continentes, desde Barranquilla hasta Japón, desde Glastonbury hasta Rock Al Parque, convirtiéndose en la punta de lanza de un movimiento que, con epicentro en este trópico, estalló en los tímpanos de un mundo hambriento de nuevos sabores en su dieta musical.

A estos seres se les debe. Y bastante.

Bomba siguió ese camino, evolucionó naturalmente y sin duda se convirtió en uno de los referentes más vistosos y celebrados de la música independiente hecha en Colombia. Y fieles a esa misma fórmula de éxito, hoy la banda de Simón y Li –y de Julián Salazar, quien con cada disco que pasa adquiere mayor protagonismo tanto en el estudio como sobre el escenario– lanza su cuarto disco de estudio, esta vez firmado por Sony.

Una de las grandes.

A primera escucha, Amanecer muestra a una banda en esteroides, con todos sus atributos potencializados al máximo y en ocasiones hasta esterilizada del veneno que alguna vez la caracterizó. El trabajo presenta a Bomba en una versión pop súper producida que navega entre efectos EDM y cadencias tropicales, y, por lo mismo, quizás más que en cualquiera de sus lanzamientos anteriores, hace más evidente su intención: pegar.

Y pegar duro.

¿Significa esto que Bomba Estéreo “se vendió”?

No creo…

Significa, más bien, que es una buena oportunidad para preguntarse qué hay detrás de esta nueva dirección. Y sobre todo, para escuchar hacia el fondo de un álbum que tiene muchas capas, que dice mucho acerca del bonito momento que atraviesa una banda grande de esta casa, pero también de la industria de la música, sobre todo desde este rincón.

Hablé con Simón y Liliana sobre este tema, buscando evidenciar las razones que los llevaron a dar este paso para poner en contexto su disco de cara al público y por qué no, participarlos en las discusiones que está generando. También hablamos del álbum, claro. De su proceso creativo de la mano de un productor norteamericano llamado Ricky Reed en un estudio de Los Ángeles. Charlamos del sonido que presenta y del corazón que le dio vida, la misma energía musical que han llevado a sus canciones desde el día uno y las mismas temáticas: la fiesta (“Fiesta”), el baile (“Caderas”) y el amor (“Somos dos”, “Mar (Lo que siento)”, “To my love”), con un ingrediente extra de introspección existencial, ya presente en varios temas de su pasado Elegancia Tropical como “El alma y el cuerpo” y “Sintiendo”, derivado de experiencias recientes, todas intensas, en voz de Liliana, quien protagoniza el grueso del trabajo con una lírica confesional (“Algo está cambiando”, “Raíz”). No olvidé hablar de otro tema importante: la salida de Kike Egurrola, baterista original de la banda.

Me encontré con los chicos días antes del lanzamiento del disco en un estudio de Bogotá, donde preparaban el show de expectativa del álbum. Y para arrancar, fuimos directo al grano…

Claramente Amanecer es un disco firmado por una major. ¿Cambia en algo el output artístico por esto, como se suele creer?

Li: No tanto. La gran diferencia es que trabajamos con un productor gringo, un man súper pro, y evidentemente por eso el disco suena diferente.

Para el Elegancia Tropical ya habían coqueteado con la posibilidad de firmar con una disquera grande y en ese momento decidieron no hacerlo. ¿Por qué ahora sí?

Simón: Yo pienso que llegó. Tampoco es que a uno le lluevan propuestas de disqueras todos los días. Llegó y llegó de una manera bacana. Igual no ha cambiado nada. Lo único que cambió es que trabajamos con un productor en un disco que suena mucho más pop, pero aparte de eso toda la dinámica es la misma. Es un disco que viene firmado por una major, entonces es un disco hecho para ese contexto.

¿Y cuál es ese contexto?

Simón: La idea es llegarle a un público mucho más amplio, ya no es al contexto de la música latina alternativa.

Liliana: Igual fue bien respetuoso el proceso.

Simón: Sí, no es que nos pusieran un productor de reggaetón.

¿Ellos propusieron el productor?

Simón: Sí.

¿Cómo funciona eso?

Li: Cuando tú tienes una banda y firmas con una disquera es porque quieres llegarle a más gente. Ese es el objetivo, además, de la música. Según el proyecto ya ellos ven qué posibilidades de productor hay para trabajar. Y fue chévere porque no nos mandaron, qué se yo, un productor de reggaetón ni de música latina, que no está mal, sino que se basaron en lo que nosotros hacíamos. Ellos nos pusieron un productor cool porque él es cool, ha hecho cosas con Snoop Dog, con un montón de gente así. Entonces vimos que el man trabajaba con gente chévere, nos gustó la música que hacía y nos pareció que podía funcionar porque era algo diferente pero chévere, cool, no un pop así súper mainstream. Y también nosotros queríamos que sonara diferente.

¿Y qué sienten que él le puso a Bomba Estéreo?

Simón: Introdujo técnica, en la parte vocal el man también tuvo mucho input, producción en general. Nosotros le dimos unos demos y el man agarró ese material y le dio la vuelta. Y lo mismo con Liliana, le dio la vuelta a su manera de cantar. Es lo que hace un productor hoy o en cualquier momento de la historia de la música. Agarrar el sonido de una banda y potencializarlo…

Li: Maximizarlo.

¿Cómo trabajaron la parte vocal con Liliana?

Li: A él le gustaba mucho lo que yo escribía –claro, cuando le explicaba lo que decía (risas)–, y el feeling, mi manera de cantar. Obviamente él me puso unas estructuras melódicas que yo nunca había usado. Como yo no tengo una formación musical, técnica ni nada, nunca estuve en una academia ni nada de eso, obviamente mi manera de cantar es como muy de cumbia y así, entonces él me puso otro tipo de estructuras…

Tu voz se siente muy M.I.A, por momentos…

Li: No se, siento que eso también es algo muy folclórico pero ya llevado a otro lugar. Es como lo que pasó con ” Fiesta“, que mucha gente dijo que le sonaba muy parecido a Carlos Vives. ¡Y claro, es que así cantamos en la costa, esa es la música del carnaval, ese es el cantao estándar del Caribe! Pero claro, a la gente eso obviamente se le parece al referente más cercano que conoce. Es como cuando me pongo plumas en la cabeza, que la gente dice que dizque Jamiroquai. ¡Yo en Barranquilla desde que tengo uso de razón me pongo plumas en la cabeza! Pero aquí siempre es así: el gringo hace las cosas primero …

¿Y qué le quitó el productor a Bomba Estéreo en este disco?

Simón: Pues es un man que no ha tenido contacto con esta cultura, ¿no? El man no sabe ni de música africana ni de folclor, pero sí de música electrónica, de melodías y de composición. Pero igual es que nosotros no nos íbamos a quedar ahí. A mi me parece chévere este disco porque es algo inesperado, ¿no? Ni siquiera sé si es el camino que vamos a tomar. Es lo que es: es un paso con una disquera.

Li: Y en realidad las cosas no son como la gente piensa, que uno firma con una disquera y ya…

O que firma con una disquera y “se vende”…

Li: Todos los procesos son respetables: hay gente que quiere eso y va pa’ esa, y hay gente que simplemente lo hace como un paso natural de su carrera. Este es otro paso para nosotros. Este no es el fin, o sea, tampoco es la gran cosa, pues… trabajar con un productor, firmar con una disquera, sacar un nuevo disco… es un paso y ya.

Simón: Sí. Y yo a veces pienso que la palabra “pop” uno la tiene muy masacrada. Pero el pop es muchas cosas. Es como la manera en la que se hace la música en Occidente con fórmulas que se inventaron hace rato. Pero dentro del pop hay como niveles, ¿no? Hay un nivel súper mainstream y después está todo el resto. Y yo creo que nosotros estamos ahí. Es como música pop alternativa. No es un disco de música… qué se yo… afro abstracta. Eso a los manes ni les hubiera interesado. No es ni experimental ni abstracta ni música concreta o conceptual, no tiene nada de eso. Nunca lo ha tenido.

En términos de concepto, ¿qué tipo de producto querían? Y sobre todo, ¿lo lograron?

Simón: Sí. Yo pienso que queríamos algo bien electrónico, de beats y de sintes y de programaciones, como algo bien actual, como un lenguaje que pudiera existir acá y en el mundo también. Porque a veces lo que pasaba con la cumbia era que sectorizaba todo un poquito también, ¿no?

Lo que en principio también fue bueno…

Simón: Sí, y es chévere. Pero tampoco uno se puede quedar en la cumbia para siempre. Tampoco es que de para hacer toda una carrera a menos que uno sea un músico de folclor, que no es nuestro caso. Rítmicamente llega un momento en que la cumbia se agota, pues finalmente es un ritmo, ¿no?, y bueno, también un feeling que yo pienso que igual Liliana lleva por dentro, pero rítmicamente hay un momento en que se agota y pues… ¿me entiendes? A veces la gente dice “¿Y qué pasó con la cumbia?”, y pues la cumbia está ahí, están las canciones de los otros discos, pero no me voy a quedar toda la vida haciendo beats que tengan la métrica de la cumbia. Qué jartera para mí.

Li: Igual Bomba Estéreo no es una banda de cumbia.

Simón: Pero la gente sí la asocia un poco con eso.

Li: Claro, pero pues no lo es.

Simón: Y ya con este disco queda más que claro. Pasamos la página.

¿En este punto, Bomba Estéreo es una banda de qué?

Simón: Yo pienso que es algo más global, multi influenciado.

Mestizo…

Simón: Mestizo, como buen colombiano.

Yo me imagino que esta coyuntura también tiene que ver con el momento que ustedes atraviesan a nivel personal, o sea, ya están pensando en familia, imagino que ya quieren estar más tranquilos…

Simón: Sí, pero igual, ese mito de que uno firma con una disquera y se vuelve millonario, eso no es así. Es más liberar cargas que antes recaían sobre la banda. Hay más apoyos, ya no todo sale de la bolsa de la banda.

Li: Es un tema de energía. Ahora tenemos un equipo de trabajo. Antes lo teníamos, pero era un equipo limitado, ahora tenemos un equipo más grande, más profesional, que lleva años dedicándose a eso. Y también creo que, aparte de liberar cargas, pues… ¡es que llevamos un montón! Y sí, ya queremos estar más tranquilos. Más allá de ganar plata, porque es que no vamos a hacer más plata por tener una disquera, eso no es así. Yo creo que, de hecho, en este momento de la industria, si tú te pones las pilas siendo independiente, puedes ganar hasta más plata que con una disquera.

Recuerdo el caso de Arcade Fire. Esos manes son independientes. Ellos graban el disco y quedan como dueños del máster, luego se lo licencian a Merge, que es un sello pequeño, y hacen deals de distribución con majors y marcas. Al final ganan como cuatro veces más…

Li: ¡Ese es el negocio!

Simón: Obviamente es Arcade Fire, ¿no?

Obvio…

Simón: Thom Yorke también se fue de ristres contra Spotify, ¿pero por qué? Porque es Thom Yorke y ya ha vendido todos los discos del mundo. Son otros contextos. Este es el caso de Bomba Estéreo, que es una banda de Colombia, que canta en español…

Li: Que viene del mercado independiente latinoamericano…

Se tiene la percepción de que como ustedes ya han recorrido tanto camino, que han tocado en todo el mundo y en festivales gigantes y eso, entonces de repente la tienen más fácil…

Li: Al contrario, porque es que uno al tener más trayectoria tiene más responsabilidades. Tenemos que estar más pro porque si no pues imagínate… yo mas bien creo que es al revés. La gente cree muchas cosas, recuerdo que alguna vez decían que teníamos avión privado y eso… ¡pero obviamente que no!

¿Al cuánto tiempo de arrancar pudieron vivir de Bomba Estéreo?

Li: Después de varios años de trabajo.

¿Pero en qué momento estaban?

Simón: Por ahí 2010, 2011…

Como a la mitad del Estalla

Simón: Más o menos…

Li: Pero vivir es pagar el arriendo, ¿no? (risas)

Simón: ¡Y un arriendo barato! (risas)

Li: Digamos que ya somos clase media (risas). Y media baja. Ya estamos llegando a clase media media (risas).

Pues claramente ya no están en playa baja. ¿Extrañan algo de esos tiempos?

Simón: Nunca estuvimos en playa baja tampoco…

Li: Sí estuvimos en playa baja… ¡dormimos los cinco en un cuarto! (risas)

Simón: Pero viajando… playa baja es no tocar. No tener un peso.

Li: Afortunadamente siempre hemos tenido trabajo. Mejor dicho: Bomba Estéreo siempre ha estado en la playa.

Simón: De acuerdo.

Li: Pero obviamente cuando comenzamos a viajar era complicado, la incomodidad, sobre todo de ellos, que les tocaba cargar los instrumentos. Duramos muchos años en esas viajando por todos lados. Yo recuerdo mucho cuando nos tocaba cargar los instrumentos de un metro a otro en Europa, por ejemplo, era duro. Igual era otro momento, todo era como más inocente.

Claro, hay un crecimiento, ya están con una major, trabajando con un productor, en un estudio de primer nivel…

Simón: Esa es otra cosa que me parece clave, el tema de ceder. En este disco cedimos bastante, fue trabajar con alguien externo, algo que nunca habíamos hecho. En los discos pasados éramos ahí en el estudio súper metidos como “¡Oghhhh!” ( hace cara de productor torturado con un mouse frente a su computadorcito ), mientras que ahora es como dar un paso atrás y también dejar que otras personas entren al proceso. Y uno aprende. Yo aprendí mucho, porque es que además los niveles que se manejan allá son muy superiores. A nivel técnico… en todo. Pues son gringos, ¿no? Es como la misma diferencia que hay en el cine, una cosa impresionante.

¿Cómo era el estudio en el que hiciste la primera canción de Bomba, por ejemplo?

Simón: Uf… ¿sabes dónde hice las primeras canciones de Bomba? Ahí donde tienen la oficina ustedes, en ese mismo espacio.

(Nota: Simón se refiere a las anteriores oficinas de VICE Colombia, un segundo piso de un edificio en una esquina de mala muerte en pleno corazón de Chapinero, en la 59 con 9, en Bogotá, donde en la década pasada él tenía una productora audiovisual también casualmente llamada El Vicio).

¿Ahí fue?

Simón: Ahí mismo. Y era algo totalmente arcaico. Con cualquier Toshiba y un Fruity Loops y un tecladito Casio. De ahí salió “Fuego”.

Otra cosa que cambió en esta etapa y un tema del que hay hablar es el de Kike, que ya no hace parte de la banda. ¿Cómo se sienten sin él?

Simón: Pues diferente… como el disco, ¿no? Es un nuevo ciclo. No nos sentimos ni mal ni bien, sino simplemente es una nueva energía para la banda. Un cambio.

Li: Se extraña como extraña uno a cualquier miembro de la familia, pero pues a veces es así, a veces toca, estamos en procesos diferentes. Pero está bien, yo creo que la banda suena bien, y seguiremos, aunque aún no hay nada definido en cuanto a qué va a pasar. Se extrañará siempre como cuando se extraña a alguien cuando es familia de uno y parte para otro lugar, porque Kike es familia nuestra y es parte de Bomba Estéreo para siempre.

Hablando del disco, es un disco muy vocal, y por las letras, Li, se siente como si te estuvieras limpiando de algo…

Li: Sí.

¿De qué?

Li: Pues más que todo creciendo, aprendiendo. De la vida. De las experiencias. De todo lo que soy yo como persona y como cantante, como parte de una familia, como integrante de algo que al final es para compartir con la gente, ¿no? La energía. Porque esa es otra. Son casi diez años compartiendo la energía de uno con la gente, su vida, su música, su amor, las cosas buenas, las cosas malas…

Y debe ser más pesado para ti que tienes que frentear toda esa energía, ¿no?

Li: Pues fue muy pesado en un momento. Muy pesado.

¿Muy pesado es cómo?

Li: Uno no sabe cómo manejar tanta energía, uno termina muy desgastado, muy chupado… y la gente a veces es fuerte. Pero yo creo que uno ya ha llegado a un momento en el que ha adquirido ciertas prácticas que le ayudan, mucha meditación, yoga, comer bien, dormir bien… eso ayuda mucho a mantenerse.

A nivel lírico, Amanecer es un disco muy tuyo, muy íntimo, y está marcado por todo tipo de experiencias, buenas y malas, como una muy fuerte que viviste recientemente, que fue la muerte de tu ex pareja. ¿Quieres hablar de eso?

Li: Es que no fue eso solamente. Eso fue una parte del disco, pero el disco está atravesado por muchas otras cosas. Obviamente ese fue un episodio de mi vida fuerte, muy fuerte, pero aparte de todo lo feo, eso me trajo muchas cosas bonitas. Aprendí muchísimo. Me trajo muchas cosas positivas y me hizo crecer y hacerme fuerte. Obviamente a veces la gente no ve eso, ve otra cosa. Ve las fotos. Pero la gente no te conoce y adentro están pasando cosas muy fuertes. Y gracias a todas estas experiencias han venido otras muy bonitas también. Pero de nuevo, no fue eso solamente, fueron muchas cosas: conocer a otra persona, el nuevo hijo de Simón… el disco fue todo eso, desde antes de que sucediera eso hasta hoy, que estamos en una película totalmente diferente. Y ha sido muy grandioso todo lo que ha sucedido. Pensar que hace un tiempo estaba en eso y ahora estoy aquí: eso es la vida.

El amanecer…

Li: ¡El amanecer!

Más que como una vocación, ¿sienten lo que hacen como un llamado de algún tipo?

Li: Claro, el arte es eso. Y la música. Es como un elemento poderosísimo de comunicación que puede llegar a mucha gente. Entonces creo que también por eso hay que estar tranquilo y hacer las cosas bien para que a la gente le llegue ese mensaje más limpio. Por lo menos con Bomba ya llevamos un par de discos explorando un poco eso. Como hablar más de lo de adentro que de lo de afuera. Nada de política y eso. Es más como de la política interior, donde uno es el director de la película. Este es un disco muy sentido. Más allá de que si es pop o no, o si firmamos con una disquera, lo importante es que es un disco profundo, hecho desde adentro, que tiene aprendizajes, lecciones de vida y que tiene mucho que dar. Y las letras de las canciones hablan de eso, que es de lo que habla la música. El otro día estaba oyendo el último disco de Daft Punk y era como: “¿Estos manes de qué hablan?”. ¡Pues de amor y de bailar y de ser feliz! Y claro, de “Lucho sabe inglés” (risas)…

¿”Lucho sabe inglés”?

Li: (Canta en voz muy aguda el coro de “Lose Yourself to Dance“, pero cambiándole la letra): “¡Lucho sabe inglés!”

(Risas)

Eso es muy de acá, ¿no? Coger canciones de otros idiomas y ponerles palabras que suenen parecido en español…

Simón: ¡Pues “Ponte el jean“! (Simón se refiere a la reinterpretación que Bomba hizo de la clásica “Pump Up the Jam” de Technotronic).

Li: Eso es full de la Costa.

Hay unas memorables como ” En bus a Pereira” y así. Recuerdo mucho un clásico colegial: “A que te chupo la chocha“, la de Rage.

Li: ¡Cuál era esa!

Simón: (Imita la voz de Zack de La Rocha, pero emitiendo el clásico coro en versión criolla): “¡A que te chupo la chocha!”

Li: ¡No! Nunca la había escuchado. En la Costa lo hacemos con otras.

Eso es lo que han hecho con la champeta, ¿no?

Simón: Claro, cogen la música africana y la hacen en versión champeta… Pero sí, yo creo que es un disco luminoso, y como bien femenino…

Li: Sí. Los discos son más el alma. Uno no puede mirar al disco solo por cómo suena, obviamente el sonido es muy importante, pero más allá de eso, y ahí va la gran lección de este disco y de esta vida: hay que mirar es adentro. Lo otro son solo cositas, adornos. Producción.

Ropa…

Simón: Ropa y maquillaje.

***

‘Amanecer’, el cuarto trabajo discográfico de Bomba Estéreo, vio la luz hoy 2 de junio de 2015.