Gallos uruguayos

Juan Manuel Varela 'Manolo', 25 años. Dueño de la tienda Urugrow que vende implementos para el cultivo de mariguana. "Esto de la legalización tiene loca a la gente, y la paranoia está activada en los usuarios, no sabemos en qué parará todo esto".

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Hubo un tiempo en que me fumaba toda la mariguana que ponían delante de mis narices. Una de esas veces, me fumé un porro como si fuera el último de mi vida, aspiré, aspiré y aspiré hasta quedarme sin respiración, el humo parecía llegar a mi cabeza y salirme por las orejas. Ese día tuve un mal viaje, o quizá fue el viaje perfecto. El caso es que a partir de ahí dejé de fumar. Muchos años después, específicamente éste, me topé de nuevo con la planta preciosa de múltiples picos y como un niño que besa por primera vez unos labios, me enamoré de nuevo. Para siempre.

Milagros Galliero, 29 años. "Encontré en la mariguana la salvación, con ella trato mi adicción a otras drogas, me permite estar alejada de lo demás".

Fumar mariguana es legal en Uruguay desde el año 1974. Hoy, el cultivo y la venta de la droga también lo es. Con casi tres millones y medio de habitantes, Uruguay es el país más liberal de América Latina y es el primero a nivel mundial en legalizar el cannabis y toda su cadena de cultivo, desde la semilla hasta su compra y venta. Llegar hasta esta actualidad no ha sido una cosa fácil para los promotores, fumadores, cultivadores y amantes de la planta de ese país.

Entonces llegó a la presidencia ese señor que todos queremos para nuestros países: José Mujica. El Pepe, como cariñosamente lo llaman, tiene pinta de abuelito bonachón que te va a contar alguna batallita de sus tiempos de juventud, pero no, detrás de esa imagen (que muchos tildan de mentirosa), hay un hombre que fue guerrillero, que peleó contra los militares absurdos en las dictaduras del cono sur de los años setenta, que estuvo preso casi 15 años, y que muchos de esos años los pasó en celdas sin luz, bebiendo de su propia orina para sobrevivir. Casi se volvió loco.

Una vez instalado en su sillón presidencial, Pepe propuso una idea descabellada, que muchos políticos ya hubiesen querido tener en su currículum: legalizar el uso recreativo y medicinal del cannabis. Desde el principio Mujica ha defendido su iniciativa como un intento de regular un mercado que ya existe pero está dirigido por delincuentes. ¿Lo logrará? Aún es pronto para saberlo.

Enrique Tupino 'Kike', 28 años. Dueño de la tienda Yuyo Brothers. "Basta ya de tanta hipocresía, mírame, tengo una tienda, soy un empresario exitoso, tengo para vivir, me lo paso bien, no tengo problemas con nadie, tengo 28 años, llevo 50 por ciento de mi vida siendo consumidor y mi cabeza sigue estando tan templada como siempre".

Los consumidores de cannabis de Uruguay podrán comprar un máximo de 40 gramos cada mes para uso recreativo y medicinal en farmacias con licencia, siempre y cuando sean residentes mayores de 18 años y registrados en una base de datos gubernamental que supervisará sus compras mensuales. Además, se les permitirá cultivar seis plantas de mariguana en sus casas al año, y cosechar 480 gramos; también se fomenta la creación de clubes de fumadores de 15 a 45 miembros y cultivar en los mismos hasta 99 plantas por año. Muchos expertos aseguran que la ley es perfecta, pero que también tiene elementos muy limitantes. En un tiempo veremos si esa perfección se traslada a la sociedad.

Diana Castillo, 26 años. Socióloga, trabaja en el Ministerio de Desarrollo Social. "Todo el mundo que me conoce sabe que soy usuaria de cannabis, si no tengo que registrarme para tener un carnet y poder comprar un kilo de azúcar o de mate ¿por qué lo tengo que tener para comprar mariguana? Eso no es igualdad".

'El Melly', 30 años. Artista. "No quisiera registrarme porque no quiero que nadie sepa que soy consumidor, pero es verdad que la ley me interesa porque podré tener mis plantas sin temer a la justicia".

Jessica Maiori, maiori 23 años. Administrativa. Fuma mariguana desde los 12. "Toda mi vida la fumaré, no puedo vivir sin ella".

Sebastián Castro, 37 años. Cultivador, jardinero, talachero y padre de dos niños y esposo de Geraldine. "El prejuicio que tiene la sociedad hacia la gente que hace lo que hacemos es más grande que el rechazo a la planta".

Geraldine de Castro, 36 años, esposa de Sebastián. "Nos parece bien que la ley permita que haya un lugar para comprar un cigarrillo de mariguana, y que la gente no tenga que ir a una "boca" (lugares clandestinos donde narcotraficantes venden la mariguana).

Julio Rey, 41 años. Activista procannábico. "La mariguana cambiará el mundo".

Bruno Rodríguez, 28 años. Fotógrafo. "ser consumidor de mariguana no es un issue, yo como persona soy muchas más cosas".

Álvaro Charrúa "El Chula". 43 años. Antes se podía fumar libremente y no era congruente que pudiéramos consumir (comprando a los narcotraficantes) y se penalizara el cultivo. Por eso hacía falta esta ley, su evolución dependerá de nuestra adultez para manejarla".

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