diablos
Cómo aprendí a no tocar la ouija que alguien deja en tu puerta
No creo en las maldiciones, o eso me digo a mí misma, pero cuando pienso en lo que ocurrió aquella noche y en lo que hicimos, parece imposible justificar nuestro comportamiento sin recurrir a lo sobrenatural.
El Diablo sí existe
Hasta hace 15 días, existió en Bucaramanga, Colombia, un lugar mítico llamado La Casa del Diablo. Ingresamos y platicamos con sus fantasmas antes de que fuera demolido para darle vida a un parque público.
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