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Cultură

En defensa de Javier Cárdenas

Algunos le llaman gilipollas, nosotros lo llamamos genio.

No es muy habitual pero a veces caminan dioses entre los hombres. Gente que atrapa su propio destino y el del resto de toda la humanidad por las pelotas y lo moldea a su antojo. A lo largo de la historia hemos sido testigos de la existencias de estos seres y supongo que os sonarán nombres como Sócrates, Da Vinci, Guy Debord o Mercadona. Ahora, a esta lista, habría que añadirle otro individuo: Javier Cárdenas.

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No hace falta que os cuente su vida, pues sus hazañas aparecen reflejadas en los libros de historia que estudiasteis en el instituto. Por si esos días faltasteis a clase, os puedo resumir que el pequeño querubín empezó a flirtear con la radio a una edad muy temprana y en 1989, apoyado por su entonces cuñado Alfonso Arús, se inició en los intrincados páramos de la televisión con el programa Força Barça. Luego vino Al Ataque y el resto ya es, literalmente, historia. Actualmente presenta el programa Hora Punta en Televisión Española, un auténtico éxito de crítica.

Nuestro héroe ahora. Imagen vía

Es por eso que resulta sorprendente que un personaje como Ernesto Sevilla no vacilen ni un segundo en insultar a Cárdenas en directo, como esperando —iluso— que el resto del mundo se posicione a su favor y le apoye en esta extraña cruzada de desprestigio del amable presentador matutino.

Javier es un profesional como la copa de un pino pero también es un ser humano envidiable, un modelo a seguir. Tiene ese aspecto de señor que sabe lo que se hace, que te puede hablar de cómo se prepara el mejor gin-tonic —estamos en 2017 pero da igual— o qué calzado encaja mejor con tu tuxedo blanco. Él es de ese tipo de hombres preocupados por ser hombres de verdad, esos que siguen a rajatabla esos blogs para hombres en los que se aconseja sobre cómo gestionar una empresa, cómo aprender a diversificar, cómo decirle a una mujer que te la quieres follar sin parecer un pervertido, cómo hacer que tu dinero "se mueva" y genere beneficios, cómo preparar un risotto ai frutti di mare o qué ejercicios deberías estar haciendo para tener los brazos más musculados del mundo.

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Es también un tipo sensible muy preocupado por las interpretaciones más aberrantes del socialismo y en su programa de radio no vacila en denunciar y comparar la situación que vive Venezuela con la Alemania Nazi. Lo más increíble es que todos estos temas peliagudos los acompaña de una música house de cubateo de fin de semana —esa que suena en locales que podrían llamarse "Ivory Lounge" o "Duomo"— que suena de fondo durante todo el maldito rato. Sin duda un tipo con mucha clase, un avanzado a su tiempo.

De hecho podríamos hablar de cómo empieza su programa, la intro no tiene ningún tipo de desperdicio, es como una especie de canción de apertura de la fiesta de los 20 años de Pont Aeri, un auténtico subidón de adrenalina mañanero. Es importante destacar que un programa matutino —que sirve de despertador para miles (puede que millones) de españoles— utilice la canción esa de los Black Eyed Peas en la que cantan "I gotta feeling that tonight's gonna be a good night". Sin duda es todo un reto empezar el día incitando a imaginar el pedazo de fiesta que nos vamos a pegar esta noche a toda esa gente que aún sigue momificada en la cama. Muy buen truco.

Imagen vía todocoleccion.net

Pero la cosa no acaba aquí. No todo el mundo puede decir que ha sacado un disco de siete canciones que mezcla pop, rock duro, R&B, jazz y synth pop; el cruce perfecto entre OBK y Melendi, donde se mezclan guitarras distorsionadas y acústicas con cajas de ritmos y sintetizadores que disparan melodías preciosamente líquidas y pegadizas. En Siéntelo Cárdenas defiende sus canciones como un crooner profesional del siglo XXI, sin tener nada que envidiar a Frank Sinatra o Andy McCluskey de OMD. El disco fecha de 2004 y su legado es indiscutible, influenciando a gente del indie patrio como Joan Colomo, El Último Vecino o los imprescindibles Ypsilon. De todos modos Cárdenas sabe cuál es su medio ideal —la radio y la televisión— y eso se nota en sus letras. Como dice en "Ya No Hay Salida (Rainy Day)", parece ser que su sueño es estar con nosotros cada mañana, que es lo que hace en su programa Levántate y Cárdenas. La letra dice: "quiero ser el dueño de tu amanecer, despertar sobre tu espalda una vez más". Sin duda estamos delante de un tipo COHERENTE (en mayúsculas —de hecho todo este artículo debería ir en putas mayúsculas y en negrita). ASÍ, ESTE ARTÍCULO DEBERÍA ESCRIBIRSE ASÍ. DURO, POTENTE, CONCISO: COMO CÁRDENAS.

Fue también en 2004 cuando dirigió, escribió y protagonizó la película FBI: Frikis buscan incordiar, una escultura audiovisual de deconstrucción del ser humano que le asemeja a directores como Lars von Trier o Gaspar Noé. La película molestó pero es que Cárdenas es así. Lo bueno del Carde —por favor, llamémosle así a partir de ahora— es que es un tipo sincero y dice las cosas a la cara, sin tapujos. Si cree que las chicas no tienen que ir a clase con escote porque distraen a los alumnos y al profesor, pues lo dice y se queda tan ancho. Si luego se mete en un lío por dichas declaraciones pues las borra del podcast y ya está. De eso hablaba cuando comentaba lo de las "pelotas" y el "destino".

El tipo ha tenido otros problemillas sin importancia en su programa de radio pero todo se debe a una mentalidad fuerte y rompedora. Es probable que a veces el mundo no esté preparado para las ideas de Carde, como le pasó a Jesucristo o Galileo. Son normales estas reacciones violentas ante su incomprendida forma de percibir el mundo, al fin y al cabo, todos nos sorprendemos cuando vemos ese enorme reloj en su muñeca o pensamos en todas las bellas mujeres que ha llevado al orgasmo. No estamos preparados para comprender a Cárdenas porque, simplemente, no somos Cárdenas.