cuentos de verano
Las graduaciones
"Cruz y Lupe y todo su kibutz se graduaron justo en el centro de la ciudad y partieron desde el pulmón de manzana hacia Ludlow Street y de allí al mundo".
La hora de las sirenas
"Me gusta hacer la plancha, me vuelvo flaco y deportivo. Me toco las costillas y puedo intuir la curvatura de mis huesos. Lástima que nadie los quiera".
Polvo de caballos
"El frío me viene de los huesos. Así se deben sentir esas estrellas de rock que aparecen muertas en las bañaderas. Entiendo por qué se meten: lo que no entiendo es por qué se mueren. ¿Se quedan dormidos y se ahogan? No, no todos se ahogan".
Tu segunda en la batalla
"No vayas, se dice, no vayas. Pero no hay nadie para frenarla y vuelve al pueblo. Se le caen los billetes cuando intenta pagar el peaje; tiene que bajarse del auto y tantear el asfalto hirviendo".
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