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Viajes

Me pregunto... sobre los zombis salvajes y apocalípticos

No tienes idea de lo que ocurrió en esta silla.

Ya que los zombis salvajes y apocalípticos y otros humanoides caníbales están a la orden del día, debe haber sido una cuestión de sincronización lo que me llevó a montar mi propio escenario de zombis salvajes bañados en sangre la semana pasada en la Garlería Hole en la Ciudad de Nueva York. De hecho llevo ya un rato mostrando estas sistemáticas masacres, agregando éste elemento zombi, cuatros años después de aquella presentación inicial en la Galería Antigua Casa Haiku en Barcelona. Por lo general, al público le encanta participar en estas orgíasticas y brutales presentaciones, pero en la Ciudad de Nueva York lo asistentes a la galería fueron más reservados, quizá por el hecho de que no querían ensuciar sus ropas de diseñador. Así que la participación se limitó a las cinco modelos que había contratado, las valientes personas que cuidan la galería, y un par de civiles aventureros que aceptaron sentarse en la aterradora silla y aceptaron ser secuestrados, amarrados y torturados por los soldados terroristas zombis de Estados Unidos. Lo que sigue es mi propia documentación del evento con algunos comentarios extra. Disfruten.

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La temida silla, antes de.

Siempre caliento la silla para las víctimas.

Mi DJ para el evento, Susanne Oberbeck de No Bra, también calienta la silla. Puso música adecuada durante la sesión de tortura zombi, cosas como “For What It’s Worth” de Buffalo Springfield.

El artista Brian Kenny camuflajeando su cuerpo con pintura. (El maquillaje y los maquillistas fueron cortesía de Mac Cosmetics).

El artista Slava Mogutin siendo camuflajeado en el sótano de la Galería The Hole.

El pecho camuflajeado de Slava.

El artista Gio Black Peter, camuflajeado. (Más tarde se metió un tubo de dinamita por el culo, pero estaba demasiado húmero para encender la mecha).

El artista Carter Harrington (encapuchado) mientras llevan a la primera víctima entre el público.

Creo que el cuerpo camuflajeado con pintura podría realmente convertirse en una nueva moda.

Carter camino a la temida silla.

La tortura comienza.

Se derrama la primera gota(s).

Carter ruega por su vida.

Por cierto, los terroristas zombi apoyan una nueva intifada feminista…

… y están en contra del fascismo corporal.

Las cosas se empiezan a salir de control.

Están a punto de volarle la cabeza a Carter.

El artista Kembra Pfahler se une a la sesión de tortura y hacen un círculo de violencia en torno a la víctima ensangrentada.

Gio hace angelitos de sangre durante la carnicería.

Carter tiene su momento heroico.

Brian y los otros terroristas zombis se resbalan y se deslizan sobre la sangre. No tengo idea por qué no se están comiendo a la víctima. Supongo que ese día no tenían hambre…

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… o quizá no les gusta que los vean mientras comen.

La increíble Kathy Grayson, directora de la Galería The Hole, fumando casualmente mientras empieza la tortura.

Un valiente miembro del público se prestó a un poco de tortura sangrienta…

…aunque me pregunto si recibió más de lo que esperaba.

"Silencio no es igual a violencia". Lo que sea que eso signifique.

El artista Jorge Ulrich, quien trabaja en The Hole, toma asiento sin pensarlo dos veces.

Aunque era evidente que todos la estaban pasando bien, para mi lo más divertido fue intentar hacer que la tortura se viera lo más auténtica posible.

Abu Ghraib, muérete de la envidia.

Mi foto favorita.

El viejo truco de la sangre en el casco.

Dios bendiga Estados Unidos.

Una linda y joven periodista que aseguraba trabajar para la Fundación Franco (James Franco, no Francesco) se dio un buen baño de sangre, pero lo tomó muy bien.

Brian y Slava, zombis terroristas sensuales.

¿Mencioné que eran soldados terroristas feminisitas zombis gays?

La temida silla, después de.

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