Música

‘A Kid Named Cudi’ sigue siendo la mixtape que inspiró al rap del nuevo milenio

Este artículo apareció originalmente en Noisey UK.

Kid Cudi contiene multitudes dentro de sí mismo. Es Mr. “Solo Dolo”, fumador de marihuana solitario. Es el hermano menor de Kanye West, así como Ye se veía a sí mismo como el hermano menor de JAY-Z. Es un rockstar, un rapero, un actor. Es un artista. Si has escuchado recientemente al oriundo de Cleveland, tal vez en Kids See Ghosts o como un artista invitado (más notablemente en “A$AP Forever REMIX”), sabrás que se siente “renacido”, “libre como un ave”. Sí, todavía hace hhmmmmyhheah de aquí hasta la estratosfera, pero hay algo de Cudi que se siente más ligero, brillante y menos tinturado de oscuridad en estos días.

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Para quienes están instruidos en la historia del rapero de 34 años, es satisfactorio y conmovedor verlo encontrar claridad mental; es como si se hubiera quitado un peso de encima. Como muchos de nosotros, Cudi ha tenido pormenores, ansiedad, y ha pasado por las aflicciones propias de ser humano. Cudi presenta estas experiencias en su música, y al hacer eso se ha vuelto en un individuo profundamente venerado y aun así, uno con el que puedes relacionarte. “Es el artista más influyente de los últimos diez años”, dijo Kanye West. Y aunque es imposible cuantificar esa afirmación, sí tiene bastante peso al ver el panorama actual del rap.

Todo empezó con A Kid Named Cudi. La mixtape, lanzada hace diez años, introdujo al mundo a la versátil caja de herramientas musicales de Cudi, y luego lo disparó al estrellato, todo a una increíble velocidad. Dos meses después de que saliera, Cudi fue firmado por G.O.O.D Music —el sello de West, que lanzó seis álbumes en seis semanas este año. Y aún más impresionante, antes de que acabara 2008, Cudi había estado en sesiones de composición para 808s & Heartbreak de West (“Robocop”, “Welcome to Heartbreak”, “Paranoid” y “Heartless”) y The Blueprint 3 de JAY-Z (“Already Home”). En la liga de los grandes saltos al estrellato, Cudi fue rápidamente elevado al nivel de leyenda emergente de la nueva escuela, trabajando con dos de los nombres más grandes del rap.

En retrospectiva, 808s es ampliamente visto como un punto de inflexión en el que el rap se deshizo de su estereotipo más derrochador y decidió abrir su corazón. Pero aunque es verdad que el impacto de 808s es inmenso, y que preparó el terreno musical para actos como Drake, hay una posibilidad de que ese álbum no hubiese sido el mismo sin Kid Cudi. Pero no especulemos. En vez de eso, en su aniversario, volvamos a A Kid Named Cudi. ¿Por qué es un álbum debut especial e importante? E incluso antes de llegar a eso, ¿cuál es la historia detrás de ese lanzamiento? ¿Quién, cómo y qué es Kid Cudi?

Como muchos a esa edad, Cudi se mudó a una gran ciudad a sus veintitantos —en este caso, Nueva York— con solo 500 dólares. Por un tiempo, estuvo viviendo con un tío suyo en el sur del Bronx. Después de conseguir trabajo, se mudó a un apartamento con el productor Dot Da Genius, quien después sería el ingeniero de A Kid Named Cudi y produciría dos canciones (“Day ‘N’ Nite” y “Cleveland is the Reason”). Aunque Cudi trabajó en su sonido desde mucho tiempo antes —un demo de una canción llamada “Party All The Time”, presuntamente grabada en 2001, tiene mucho de su famoso murmullo— no fue sino hasta 2006, cuando otro productor lo presentó con Plain Pat, en ese entonces un A&R, que las cosas empezaron a despegar. Según una entrevista de Spin de 2010, Plain Pat no firmó inmediatamente a Kid Cudi. Sin embargo, sí lo apadrinó, lo cual fue importante pues Pat también trabajaba con West (y en un punto fue agente de ambos artistas).

Aunque el rap ya se había diversificado más allá de las costas y el sur a mediados de los 2000, con actos como Kanye y Lil Wayne haciendo cambios para el futuro, Cudi parecía ser incluso más versátil. A Kid Named Cudi incluye un gama impresionante de samples —Nosaj Thing, Band of Horses, Paul Simon, N.E.R.D, Ratatat. Tal vez más importante, y especialmente en “Day ‘N’ Nite” (que suena extrañamente similar al tema de dubstep de Benga & Coki “Night”) y “Cleveland is the Reason”, Cudi y Dot Da Genius trajeron un sonido de electrónica underground al hip-hop; cosa que hoy es común en una serie de lanzamientos, de la producción de Noah ’40’ Shebib y Boi-1da, a Danny Brown o Vince Staples en Big Fish Theory.

Igual de impactante fue la sinceridad de Cudi al hablar de su salud mental. En “The Prayer”, encima de un sample de “The Funeral” de Band of Horses, Cudi habla de la muerte, de soñar con ser libre desde su nacimiento, de estar “listo para un funeral”. El primer track, “Down and Out” es aún más directo: “You’d commit suicide trying to read my mind” [Te suicidarías intentando leer mi mente]. Mientras tanto, en “Man On The Moon”, Cudi planta la semilla del tono astral y del tema emocional que formaría su álbum debut de 2010 del mismo nombre. “Guess if I was simple in the mind / everything would be fine” [Creo que si tuviera una mente simple / todo estaría bien] dice en la canción, aludiendo al tipo de ansiedad que puede manchar cualquier situación en algo que parece estar mal, incluso si no lo está.

Muchos de los raperos de hoy hablan con franqueza de su depresión, ansiedad o pensamientos suicidas. De hecho, en un grupo que va de Earl Sweatshirt a Isaiah Rashad, hasta el montón de raperos emo, sería difícil encontrar a algún MC nuevo y joven que no haya hablado de sus sentimientos de una u otra forma. Parte de eso es gracias a que las nuevas generaciones de adolescentes y adultos han decidido hablar bastante de su salud mental. Dicho eso, en medio de un género musical y un rango de edad donde Kid Cudi ha sido venerado como un héroe (“HAGO MÚSICA POR TI” escribió Travis Scott en un tweet de 2016 que fue borrado, una de las muchas publicaciones de amor hacia Cudi), no es difícil pensar que él ha sido un componente que ha envalentonado a muchos jóvenes a compartir lo que tienen en sus mentes.

Cudi ha pasado por momentos difíciles de salud mental en los diez años desde el lanzamiento de su primera mixtape. En 2016, se metió a rehabilitación por depresión y tendencias suicidas. “No me siento en paz”, escribió en un post de Facebook en ese entonces. “Volveré más fuerte, mejor. Renacido”. Si confiamos en las letras de Kids See Ghosts, Cudi por fin tuvo éxito en ese renacimiento. “I’m so, I’m so reborn, I’m movin’ forward… / Ain’t no stress on me Lord, I’m movin’ forward,” canta en “Reborn” [Me siento tan, me siento tan renacido, voy para adelante… / No hay estrés en mí Señor, voy para adelante]. Su historia es inspiradora, humana, real, y al escuchar A Kid Named Cudi uno puede ver lo lejos que ha llegado a nivel personal y artístico. Sin Cudi, el rap sería diferente: algunos de sus elementos no serían tan oscuros, pero tampoco serían tan esperanzadores. Tiene un talento singular. A Kid Named Cudi es el punto inicial de su viaje, Kids See Ghosts muestra una gran evolución personal y espiritual en comparación a ese otro lanzamiento. Así que el futuro se ve bien. O como Cudi lo diría: “Hmmmmmmm yeaaaaaahh HmmmmmmmHmhMmmmmm”.

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