Identidad

Mujeres que asumieron su alopecia y asistieron a su boda completamente calvas

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En lo que pensó que sería uno de los días más felices de su vida, Tanya Maheshwari padeció migraña y un dolor de cuello debilitante.

Era el día de su roka, una ceremonia previa a la boda que también funciona como un anuncio oficial de la relación.

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La oficial superior de programas de 27 años, quien creció en Delhi, India, antes de mudarse a Hong Kong en 2017, había sucumbido a las expectativas de los demás acerca de cómo debía verse una futura novia en una ocasión como esa.

Se puso una peluca para ese día.

Le pesaba mucho, dijo, eran como cinco kilogramos de peso en su cabeza, más la carga de sus preocupaciones.

“En lugar de divertirme en mi roka, me sentí incómoda y falsa”, le dijo a VICE. “Todas las novias que he conocido siempre han buscado formas de hacer que su cabello luzca aún más exuberante o más sedoso el día de su boda. Sentí que no tenía más opción que usar una peluca porque nadie a mi alrededor había oído de una novia calva o había visto una”.

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Tanya Maheshwari usó una peluca en su roka que la dejó sintiéndose incómoda y con dolor. Foto cortesía de Tanya Maheshwari.

Maheshwari tiene alopecia, una enfermedad autoinmune que hace que el cabello se caiga a medida que el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos. La Fundación Nacional de Alopecia Areata identifica tres tipos de alopecia según la gravedad: alopecia areata (que resulta en la pérdida de parches de cabello del tamaño de una moneda), alopecia totalis (pérdida total del cabello) y alopecia universalis (pérdida del cabello, las cejas, las pestañas, el vello facial y el del resto del cuerpo).

La alopecia puede resultar problemática para cualquier persona, pero es especialmente difícil para las mujeres en un mundo donde el cabello suele equipararse con la feminidad, la fertilidad, la juventud y la belleza: una “corona de gloria”. Y esto se agrava en ese día en el que la presión social para lucir “perfecta” llega a su punto máximo: el día de la boda.

“Definitivamente hay un cierto estándar y expectativa de belleza que las novias sienten que deben alcanzar”, dijo Anamarie “Ana” Tan, una investigadora clínica filipino-estadounidense de 31 años que vive en Los Ángeles. “Siempre he admirado un look clásico y atemporal, pero también he llegado a amar el ser diferente”.

En varias comunidades asiáticas, el cabello negro largo y abundante es algo que se considera sumamente glamoroso, y la restructuración capilar para convertir el cabello ondulado en lacio es bastante común. Para Tan, su idea de un cabello sano y hermoso estaba contextualizada por sus raíces filipinas y por los estándares occidentales de belleza. Se imaginó a sí misma casándose con una abundante cabellera perfectamente lisa, especialmente porque no conocía ni había visto a una novia que hiciera algo distinto.

Hace cinco años le diagnosticaron alopecia. Después de tomarse unos meses para averiguar cómo se arreglaría el cabello ahora, Tan se dio cuenta de que quitarse todo el cabello era con lo que se sentiría más cómoda.

“A pesar del apoyo de mis amigos y familiares, escuché comentarios como, ‘Lo siento mucho por ti’, ‘Tienes suerte de que tu cara sea tan bonita’, ‘Al menos no perdiste tu cabello debido al cáncer’ y ‘ Vaya, ¿prefieres estar calva? ¡Nunca podría hacer eso!’”, dijo.

Estos comentarios no tan bien intencionados y ocasionalmente cargados de lástima afectaron temporalmente a Tan, hasta que se puso en contacto con otras mujeres con alopecia a través de las redes sociales y las conferencias en redes. Cuando decidió casarse hace tres años, estaba segura de que no quería que ninguno de esos estándares de belleza, occidentales o asiáticos, la afectaran. Hizo a un lado todas las expectativas de amigos y familiares y se presentó al día de su boda con un audaz look completamente calvo.

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Anamarie Tan en su boda. Foto cortesía de Anamarie Tan.

“En nuestra boda, me sentí absolutamente auténtica y hermosa con mi cabeza calva”, dijo. “Me veía como una novia clásica y a la vez única. Me sentí confiada, despreocupada y espero que otras novias con alopecia también se sientan empoderadas por lucir una belleza fuera de los estándares el día de su boda”.

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“Me sentí absolutamente auténtica y hermosa con mi cabeza calva”. Foto cortesía de Anamarie Tan.

La cultura latina, como muchas culturas asiáticas, también siente una gran fascinación por el cabello largo. Gabriela “Gaby” Caringer, de 29 años, de Toronto, Canadá, es una mujer latina que trabaja como estilista de cabello independiente. Se enteró de que tenía alopecia hace seis años y fue un impacto muy fuerte para ella perder todo su cabello en la edad adulta. Como parte de su profesión como estilista de cabello, Caringer ha atestiguado de primera mano el gran énfasis que las novias de todas las clases sociales suelen poner en el cabello y lo molestas que llegan a estar si este no cumple con sus expectativas. La alopecia le enseñó a Caringer que el cabello no nos define, que el valor de cada persona depende completamente de ella.

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Gabriela “Gaby” Caringer en su boda. Foto cortesía de Gabriela “Gaby” Caringer.

Inicialmente, fue difícil para Caringer estar en público sin llevar algún sombrero, ya que estos eran para ella una especie de manta de apego personal. Pero su familia la impulso a lucir su cabeza calva el día de su boda.

“Recuerdo haber entrado en [la boutique de novias] Kleinfeld y decirle a mi asesora [de novias] que sería una novia calva, a lo que ella respondió: ‘No, serás una novia‘. Es una batalla diaria recordarme a mí misma que mi valor como persona no viene de mi apariencia, de lo que tengo o no tengo. Me recuerdo a mí misma que soy hermosa, digna, poderosa y, sobre todo, que soy Gaby sin importar si estoy calva”.

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“Me recuerdo a mí misma que soy hermosa, digna, poderosa y, sobre todo, que soy Gaby sin importar si estoy calva”. Foto cortesía de Gabriela “Gaby” Caringer.

Las familias no siempre son tan solidarias con una decisión como la de Caringer. Afortunadamente, la consultora de marketing y recursos humanos Kylie Bamberger de California, E.U., de 32 años, también tuvo la suerte de tener una familia que deseaba que fuera ella misma en el día de su boda.

A Bamberger le diagnosticaron alopecia areata a los 12 años y experimentó parches de calvicie ocasionalmente durante tres años. A pesar de probar varios tratamientos como inyecciones de esteroides para promover el crecimiento de su cabello, este se lee cayó prolíficamente en mayo de 2006, lo que resultó en un diagnóstico de alopecia universalis. Más tarde ese mismo mes, ella y su familia decidieron que se afeitaría el cabello que le quedaba en la cabeza.

Con los años, Bamberger se ha ido sintiendo cada vez más cómoda como una mujer calva. Pero, a pesar de que sus amigos y familiares la habían visto sin peluca durante años, algunos le preguntaron si usaría una el día de su boda.

“Hay un estándar de belleza que todas las mujeres tienen la presión de cumplir, pero en los estándares nupciales esa presión es diez veces mayor”, dijo Bamberger. “Esas expectativas de que las novias se vistan completamente de blanco, tengan el cabello y el maquillaje perfectos, y usen zapatos altos perfectos no fueron más que meras sugerencias [para mí]. Necesitaba aceptar con orgullo quien era yo, no solo por mí, sino por las miles de novias más que tienen miedo de aceptar su verdadera apariencia”.

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Kylie Bamberger con sus damas de honor en su boda. Foto cortesía de Kylie Bamberger.

Bramberger espera que su activismo por la autoaceptación inspire a otras mujeres a tomar también decisiones independientes de los estándares de belleza. El ímpetu por empoderar a las novias con alopecia, actuales y futuras, para que brillen el día de su boda continúa expandiéndose también con la ayuda de campañas y su visibilización en las redes sociales.

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“Necesitaba aceptar con orgullo quien era yo, no solo por mí, sino por las miles de novias más que tienen miedo de aceptar su verdadera apariencia”. Foto cortesía de Kylie Bamberger.

Caso ilustrativo: una campaña en tres partes llamada #TheBaldBrownBride hecha por uno de los sitios web más grandes de la diáspora desi, Brown Girl Magazine, en colaboración con la consultora de implementación de productos Neehar Sachdeva.

Sachdeva, quien actualmente vive en Texas, E.U., fue diagnosticada con alopecia a los seis meses de nacida. Después de años de usar una peluca y ser hostigada por ello, decidió afeitarse la cabeza.

“Si te afeitas la cabeza, ¿quién se casará contigo?”, le preguntó su abuela en ese momento.

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Neehar Sachdeva inició la campaña #TheBaldBrownBride para desestigmatizar la falta de cabello en las comunidades del sur de Asia. Foto cortesía de Neehar Sachdeva.

“Ya estaba familiarizada con las citas como una mujer con alopecia”, le dijo Sachdeva a VICE. “De hecho, uno de mis ex rompió conmigo porque su mamá no aceptaba mi calvicie”.

Pero con la determinación de sobreponerse a las opiniones de los demás (lo que en las comunidades desi se conoce como “¿log kya kahenge?“) y convertirse en la figura que ella no tuvo mientras crecía, Sachdeva decidió iniciar la campaña #TheBaldBrownBride para desestigmatizar la falta de cabello en las comunidades del sur de Asia y ayudar a las novias actuales y futuras a visualizarse a sí mismas el día de su boda.

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“Después de afeitarme la cabeza y desprenderme de prejuicios, pude aceptar quién soy”. – Neehar Sachdeva

“Para mí, la alopecia es una bendición disfrazada. Si alguien no quiere casarse conmigo únicamente porque no tengo cabello, ¿por qué querría casarme con esa persona? Después de afeitarme la cabeza y desprenderme de prejuicios, pude aceptar quién soy. Ahora quiero que otras novias de color vean lo hermosas que pueden verse sin cabello”, dijo.

En cuanto a Maheshwari, que usó una peluca terriblemente pesada en su roka, ella está trabajando en pro de un mundo libre de pelucas y extensiones de cabello. Incluso se cortó el pelo para la sesión fotográfica previa a su boda en 2019, justo antes de que la pandemia arruinara los planes de boda. Para la gran boda india que ella y su esposo planifican tener el próximo año, ella planea estar completamente calva.

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Tanya Maheshwari, quien usó una peluca en su ceremonia de compromiso y detestó la experiencia, está ansiosa por aceptarse tal como es y presentarse calva a su próxima boda. Foto cortesía: Tanya Maheshwari.

“La discusión en India sobre la alopecia se centra en las soluciones, pero eso crea falsas esperanzas en lugar de ayudar a que la gente acepte esta condición. Lleva más tiempo aceptar la calvicie dado que hay mucho que desaprender de toda la desinformación, la vergüenza colectiva y la negación”, dijo Maheshwari.

“Pero para mi boda, me aceptaré a mí misma y mi calvicie con orgullo, y recordaré que así también es como puede verse una novia ‘perfecta’”.