Ideas para convertir un polvo aburrido en un polvo de dioses

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Artículo publicado por VICE Colombia.


Después de los 1000 polvos la creatividad se va apagando. Ya son muchas las horas compartidas, muchos los orgasmos vividos, cientos de horas juntos viendo Netflix, infinitos domingos de comida de familia, y por eso la libido termina sufriendo de inflamación de rutina. O más bien, de desinfle.

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Para mejorar esta tragedia, que es inevitable con el paso del tiempo, hoy les traigo cinco ideas prácticas, sexis y ejecutables que se pueden poner en marcha después de leer esta columna.

¿Y si lo hacemos en un sitio distinto?

Si siempre echas tus polvos en la cama o en el sofá estás perdiendo la posibilidad de tantear nuevos escenarios para desatar tu pasión. Dejando de lado la opción de terminar en comisaría por escándalo en la vía pública (que alguna vez me ha pasado y sigo viva), nadie ha dicho que echar un polvo en el baño de un restaurante no sea excitante, y qué decir de la playa cuando no hay nadie alrededor, o en la piscina de un hotel cuando se supone que está cerrada.

Si la cosa se prefiere menos intrépida, se puede probar con un polvo rápido en una discoteca, o montar una escena de sexo maravilloso en las escaleras de la casa, o en el cuarto de la tía mientras se ducha. Incluyo unos cuantos más para encender su imaginación: la casa de muñecas de las niñas, el patio de atrás de la casa, el vestier de ese almacén donde se pueden probar ropa interior o el parqueadero del centro comercial son otros puntos perfectos para un ‘quicky‘.

Sexo a 80 km por hora

Desde el día que inventaron el primer carro este se ha convertido en el tiradero por excelencia de los adolescentes y de los adultos a los que les gusta el combo de velocidad y prohibición. Una idea que siempre triunfa y que anima cualquier viaje en carro, si van en pareja, es practicarle sexo oral a quien conduce. Si él conduce puede llegar al cielo con un orgamso mientras suena una canción de Depeche Mode en la radio, por ejemplo. Si es ella quien conduce, mejor que el sexo oral -que por más que lo pienso me sigue pareciendo inviable por los pedales- podría resultar súper excitante que con los pantalones abajo le ‘echen dedo’ con las piernas súper abiertas bajo el volante. Ningún conductor o conductora debe irse de este mundo sin sentir ese estallido de placer al volante.

Los spas

Ni son los más lujosos, ni tampoco están dentro de los hoteles. A decir verdad son casas en barrios bonitos que ofrecen Spa para dos. Una vez adentro, cabe la posibilidad de hacerse un masaje en pareja, que siempre es agradable, pero hasta ahí todo normal. Lo interesante es que después del masaje hay además un circuito de spa privado. Léase: privado. Lo dejan a uno con su pareja en bikini en un sauna cerrado, un turco con la ventana oscurecida y un jacuzzi tapado por unos biombos de madera. El famoso circuito se convierte entonces en un rally húmedo de posiciones para follar en agua, entre el vapor y las burbujas. El mejor sitio para hacerlo de los tres es el turco, donde hay más facilidad para que uno pueda sentarse y para limpiar mejor si acaso hay un orgasmo interestelar, como ocurrió esa vez que fui con mi pareja. ¡Deli! Y más barato de lo que una se imagina.

¡A partir de hoy un poco de porno amateur!

La industria del porno ha tenido que reinventarse. El porno amateur sigue imperando y cada vez más las productoras meten grandes sumas de dinero en el tema del 3D y en el POV (Point Of View). Esto es para convertir esa experiencia fría del porno tradicional en una nueva tendencia, heredera del videojuego, en la que te sientes protagonista de esa escena. A mí eso no me dice nada como mujer consumidora, aunque algunos hombres no estarán de acuerdo conmigo. En lo que sí creo que vamos a estar de acuerdo es que el porno real cada vez es mejor y más fácil de encontrar. Porno real, porno amateur, es todo lo que ocurra en cámara que no se haya planeado con un guión antes. Esta categoría encierra desde el típico taxi falso donde el conductor graba cómo se folla a mujeres que se suben al carro, a quienes les paga (una modalidad que terminó volviéndose casi una categoría de porno) hasta capítulos de Swingers, hechos por Playboy, en los que se aprecia cómo dos parejas cambian de amante en una cama franca de sábanas rojas (The red room), un formato que está sacando a Playboy de la quiebra y que sencillamente resulta un lubricante estupendo para la mente porque es como la vida misma, pero con sexo duro y parejo, ¡maravilloso! Videos que siempre pueden servir de inspiración para calentar las cosas cuando se enfrían un poco.

Ahora, las situaciones cotidianas, e incluso los polvos aburridos, pueden dar un giro de 180 grados si cambiamos ciertos detalles de cómo estamos antes del polvo. Si siempre dormimos en piyama: ¡durmamos en bolas! Si siempre se viene ella antes: ¡que se venga ella después! Si lo hacemos solo los martes por la noche: ¡hagámoslo todos los demás días! Tenemos niños y nos pueden oír: ¡Vayámonos a un hotel o salgamos al patio unos minuticos! Solo tenemos sexo cuando ella me busca: ¿y si la busco y la llevo a un Spa para dos?

¡Háganle! Probar nuevas cosas en el sexo puede traer faenas inolvidables. No hay excusa.