Uno de mis pasatiempos más divertidos es ver las Instagram Stories de Aleks Syntek por las noches, hacerles capture y pasárselas a mis amigos. Sí, quizás mi vida es un poco triste. Es mi placer culposo más importante actualmente, porque en el fondo lo que estoy haciendo es seguir a un personaje racista y clasista, el cual se coronó una vez más la semana pasada.
Para quienes no tienen el placer de seguirlo, las Instagram Stories de Aleks constan de una especie de cartoons anti-reggaetón. Funcionan como una especie de cómic en el que el protagonista, Syntek, es una especie de Peter Parker oficinista —un godínez, dirían con cierto tono despectivo en México— quien tiene una vida bien aburrida y su misión diaria es demostrar, según su juicio, que el reggaetón es música de simios y gente con poca “profundidad”, si es que esto puede significar algo.
Videos by VICE
Aleks o su equipo tuvieron la brillante idea de combatir las críticas que él solito se ganó a raíz de sus comentarios racistas sobre el reggaetón; el género que actualmente hace bailar a toda la gente que Aleks duerme, con una cruzada en Instagram y Twitter.
Y este fin de semana Aleks vuelve a ser noticia nacional, pero tristemente no porque alguna de sus canciones haya llegado a lo más alto de las listas de popularidad. Verán: a eso de la medianoche del jueves 15 de febrero, Aleks no tuvo mejor idea que insultar a todo tuitero disponible a esas horas. Y esto porque alguien decidió tuitear una encuesta preguntando “qué tipo de música sonar en la oficina” diciendo que la música “godínez por excelencia” era la de Luis Miguel. Entre las opciones, estaban Alex Ubago, Aleks Syntek y Luis Miguel. Al parecer Aleks se tomó bien personal esta encuesta del mundo godínez. Es como estar de nuevo en el colegio y ver a alguien hacer un berrinche del diablo porque algún amiguito lo molestó diciéndole: “tus tennis son de nerd”. Hazme el puto favor, carnal.
Para empeorarlo, Syntek incluso preguntó “¿con qué música se envalentonaría alguien para violar o secuestrar?”, si con la de Farruko, Bad Bunny o Emmanuel, dejando claro que para Aleks la causa de que la violencia nos gane terreno en México no yace detrás de un complejo proceso social, económico y político, sino, básicamente, es culpa del reggaetón, género que según el cantautor es como la gasolina que alimenta a los malos antes de salir a cometer sus atrocidades.
“A veces no pienso, me vuelvo tan frío y no estoy”, dice Sexo, pudor y lágrimas. Juzgando por sus declaraciones racistas en entrevistas, esta letra retrata fielmente lo que pasa por la cabeza de Aleks cualquier noche de su vida. Es un osazo que tenga que malgastar mi tiempo volviendo a señalar esto, pero a veces hay que ser consecuente con uno mismo y condenar esta clase de comportamientos. Además, el mundo vive un momento muy cabrón en cuestiones de racismo y homofobia: pareciera más bien que a diario damos pasos atrás y cada vez hay más muros y obstáculos para poder vivir en paz.
Las redes sociales son una extensión fiel de nuestro inconsciente. Es bien cabrón todo lo que pasa cuando hacemos señalamientos y juicios a diestra y siniestra, ya que en estos espacios definimos la identidad con la que queremos que el mundo nos vea mientras estamos en la comodidad de nuestra cama tomando una coca cola light pensando qué película ver en Netflix.
En las redes vamos dejando huella con todo aquello que en verdad buscamos que la gente recuerde de nosotros. Nadie comparte momentos tristes en Instagram. Nadie sube una foto de la vez que lo corrieron de su segunda chamba. Siguiendo esta idea, Aleks Syntek parece esmerarse en buscar que todo México y Latinoamérica lo reconozca como un conservador racista, clasista, machista, misógino y homofóbico. Incluso UNICEF tuiteó que estaba analizando su relación con Syntek, porque para hacerlo todo más horrendo, el señor Syntek es Embajador de Buena Voluntad de este organismo dependiente de la ONU.
Aleks, respondió a UNICEF con esta carta alegando su “preocupación por cualquier género musical que denigre a las mujeres” y también justificando su clasismo, racismo y homofobia como unas “críticas demasiado duras”, por culpa de su “pasión”. ¿No tendrá un equipo que le diga que ya mejor borre sus redes sociales y se vaya a la playa a broncearse un poco?
No entiendo el por qué de estas situaciones. Es como si el músico quisiera que la gente dejara de comprar tickets para sus conciertos. “Un látigo para auto flagelarte”, le diría Truman Capote. Quiere echarse a todo México en contra y quedarse bien pinche solo en su cruzada de cartoons en Instagram Stories contra del reggaetón. ¿Por qué diablos le duele que la gente escuche lo que le de la gana? ¿Le duele ver a gente bailando? Ahh… ¡seguro es que no sabe bailar! ¿Le caga ver a una pareja disfrutando ‘Me rehúso’ mientras él quisiera que cantaran ‘Te soñé’? Creo que Aleks no sabe que estamos en 2018 y la gente no suena a Nick Cave en las fiestas. ¿Quién lo habrá tratado tan mal y logró que no fuese feliz para que ya siendo adulto ésa sea su misión cada vez que se levanta de su cama? Por favor, ya díganle que pare. Que se ponga a ver Netflix o que componga otra “Sexo, sudor y lágrimas”, canción que me encanta.
No sé por qué le cuesta tanto asomarse al mundo y entender la importancia que hoy por hoy tiene el reggaetón como uno de los géneros musicales más importantes en el mundo. La música urbana suele ser un reflejo real de lo que se respira en la calle, es un monster que se alimenta de los platos de comida coyunturales que hay en las aceras de las avenidas. Hay que dejar que la gente sea feliz escuchando lo que quiere, el mundo ya es un lugar bastante difícil de coexistir como para andar diciéndole a los demás qué escuchar o qué no. Si muchísimos quieren escuchar a mi amigo J Balvin, pues como dice nuestro bisabuelo Paul McCartney: “Live And Let Die”.
No hay nada de peor gusto que pretender ser un oficial de policía del buen gusto y de hecho es algo más bien odioso, ya que hay lugar para todos. Podemos ser felices oyendo a Danny Ocean, Tyler The Creator, Kendrick Lamar, cumbias, gaitas, y a Foo Fighters. Porque estoy seguro que Aleks ama a Foo Fighters. Está bueno ser felices en el 2018, ¿no creen, mis reyes?
Y hablando de incongruencias y descalificativos, Aleks tuvo la osadía de, en su intento por defender y señalar que sus canciones “no eran música de godínez“, decir que la música de Luis Miguel sí lo era. A ver: Luis Miguel es el pez que fuma debajo del agua, la golden gun en Goldeneye 007, las hormonas de crecimiento que tomó Messi, el sudor de Luis Hernández debajo de sus axilas luego de que anotó frente a Alemania en el mundial de Francia 98, las cuerdas rotas de la primera guitarra de Billie Joel Armstrong. Ese es Luis Miguel. ¿Acaso eres mexicano o no?
La pornografía y Aleks Syntek es un tema recurrente, ¿cuál será su problema con el porno? No entiendo en qué parte su cerebro asocia cualquier insinuación o invitación al goce de nuestros cuerpos con lo porno ¿No verá porno realmente? ¿Disfrutará sus orgasmos? ¿Entenderá la diferencia entre lo que pasa en una canción y la realidad? Si tuviese suficiente lana para apostar, apostaría all in a que si Aleks me deja checar en su laptop con stickers anti reggaetón voy a encontrar que en su buscador de Google solo hay “memes de Dave Grohl en contra de la música popular”.
Lo que Aleks hace en sus redes, es ejercer la misma discriminación que sufrió en su momento el rock n’ roll. Cada vez que ha nacido alguna perla brillante en el mundo, fariseos han tratado con toda su alma que la buena nueva no llegue a los ojos de las demás personas. Citando a su ídolo Fito Páez: “Todo lo que brilla en este mundo tan sólo les da caspa y les da envidia”. No sé si Aleks tiene caspa ya que nunca he tocado su cabello, pero la envidia se le desborda en cada tuit o post de sus redes; que ya más bien se convirtieron en un micrófono para amplificar sus complejos racistas, homofóbicos y clasistas. Y hablando de micrófonos, ¿cuándo fue la última vez que fue portada de todos los medios digitales debido a que escribió una gran canción? México está empezando a recordarlo más por racista que por algun hit reciente.
Es muy cabrón cómo usa su Twitter para primero insultar a toda persona que no piense como él, y luego decir que “todo mundo puede tener un día de furia menos las figuras públicas quienes deben aguantar el trolleo” y es que justamente parece no entender cuál es el rol de una figura pública con su alcance, parece olvidar estar investido por la ONU como gente de paz.
Pero mi parte favorita es el Aleks pasivo-agresivo, donde luego de soltar todo el rencor que tiene, dice: “Quería ver qué pasaba si contestaba todo lo que me pusieran y el resultado fue muy gracioso”. ¿Cuán tontos creerá que somos? Me recuerda cuando yo le declaraba mi amor a alguna chica siendo yo niño, y si me decía que no para ocultar mi frustración, le respondía: “perdón, era mentira, te la creíste”.
El uso de Instagram y Twitter por parte de Aleks es la mejor clase de cómo no usar redes sociales, y cómo gracias a una simple broma quedó expuesto ante todo un país como racista, homófobo y clasista. Aleks, te metiste con la clase trabajadora de México, con las mujeres en general y con los fans del reggaetón. Saca cuentas, no te alcanzarán los dedos de la mano y del pie para sumar cuántos enemigos te acabas de ganar.
Gracias por dejar huella de todo lo que no debemos hacer. Ya no puedo esperar a tu próximo cartoon en Instagram Stories, quiero ver cómo tu Peter Parker godín se las ingenia para salvarse de ésta y llenar el internet de pura música de buen gusto.
Puedes seguir a Diego en Instagram