Música

Presentamos “Balance”, el primer LP de El Búho

Para llegar al pueblo más cercano a esta bahía chilena donde acampamos junto a 300 personas de todo el mundo hay que cruzar la Cordillera de la Costa: es un camino de dos horas que se eleva dos mil metros sobre el nivel del océano inmediato y se adentra a un bosque conservado virgen desde hace milenio y medio.

Estamos en medio del Festival Nómade, eje sudamericano del folklore digital, y vamos a buscar víveres y recién llegados. ¿Y qué busca José con el índice clavado en el estéreo?

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– Oye, esto Juan. Fue el track del año pasado…

Y sube el volumen hasta que el ripio deja de escucharse bajo la 4×4.

Lo que sigue es la fusión máxima de naturaleza y música que este cristiano haya experimentado alguna vez en su corta pero Dios sabe que intensa vida. La sensibilidad plasmada por el productor, la compresión de la naturaleza del género y la amalgama de su sonido al folklore habían producido una gloria. Gloria. Gloria para cruzar una selva montañosa donde a veces el mar se ve en diagonal, para sentir que es el verde quien se de adentra en uno y no al revés y que ese verde no es otra cosa que la vida soltando su perfume más violento, apuntando a tu pecho como el sol. ¿Qué hacer con tamaña gratitud por estar ahí sintiendo todo eso? Llorar. Y preguntar quién es el productor.

– Ah, es El Búho.

El Búho, ver para creer, es Robin Perkins un inglés de 33 años que ha vivido en México, Buenos Aires y que acaba de lanzar un primer disco que lo encuentra junto a nombres como Barrio Lindo.

Thump en Español: ¿Cuáles fueron las principales ideas con las que empezaste a pensar en Balance? ¿Qué te inspiró? ¿Por qué pensás que Balance tiene este sonido?

El Búho: Hace cinco años saqué mi primer EP A Guide to the Birds of South America y desde entonces he estado evolucionando y buscando mi sonido y mi identidad en la música a través de varios EPs, experimentos, el lanzamiento del sello Shika Shika y shows. Hace mucho que quise hacer un disco entero pero tenía que encontrar el momento y los temas o la historia que quería contar.

Con Balance lo que quiero presentar es el equilibrio entre mis mundos – el mundo de la música electrónica, el mundo de la música latinoamericana y el mundo de la naturaleza – tres cosas muy fuertes que me inspiran. Más allá de mis inspiraciones lo que quise contar es que la música, como la naturaleza, es un equilibrio, un balance, entre sonidos y inspiraciones y este balance es muy importante. Fluctúa, cambia, evoluciona pero siempre tiene que haber un equilibrio para que funcione y para que muestre algo nuevo, bonito, interesante. Creo que la música tiene el poder de contar historias y llegar a la consciencia. Para mí la conservación de la tierra es algo integral en mi visión y en mi mundo y entonces quise mostrar eso también con los sonidos, la letra, los colaboradores: el rol de la música para integrar y hablar de la naturaleza como algo esencial para todos.

¿Qué estabas buscando en los DJ que tocaron contigo en el álbum?
Me encanta la idea de colaboración. Realmente lo descubrí trabajando con Agustín (Barrio Lindo) y desde entonces me ha inspirado mucho esa idea de desafiarse trabajando con alguien más. Durante el proceso de colaboración y de composición me ha cambiado mucho – la manera de ver la música, de interpretar los ritmos, los sonidos y entender mejor de donde vienen muchos. Por ejemplo, trabajando con Pablo Emiliano del grupo de Son Jarocho y la poeta Citlaly Malpica. Entender los ritmos del son, entender la estructura y lo que significan los décimas o recibiendo las partes instrumentales de Rumbo Tumba y desafiándome a pensar de otra manera, fuera del 4/4. Trabajar con Dina El Wedidi también fue increíble – componiendo el tema de otra forma, agregando el acordeon, las vocales – quería empujarme a salir de la caja genérica del “andino” y buscar sonidos nuevos, distintos pero con el hilo que me inspiró al principio. Por su puesto esta música, los instrumentos, ritmos, ideas y temas (como la Pachamama) está bien presentes porque hay algo que resuena pero también quería explorar más allá y buscar mi receta musical. Con los productores como Jhon Montoya, Barrio Lindo, Kaleema o Uji también es un aprendizaje increíble – ver como cada uno produce, qué sintes usan, qué efectos, cómo piensan y trabajan dentro del mismo software con resultados muy sorprendentes.

Un DJ de folklore digital viaje mucho y conoce muchas culturas. ¿Cuáles de esos viajes y culturas te inspiró en Balance ?
Yo trato de ser un esponja jaja. Soy, antes de todo, amante de la música, etnomusicólogo amateur: amante de la cultura y de las historias detrás de esta música. Me emociona mucho las escenas nuevas, las evoluciones del sonido. Viví muchos años en Glasgow y ahí ví el nacimiento, crecimiento y explosión del dubstep o el UK Funky. Después ves como integraron sonidos de grime, de afro-house, de Dub, de UK Garage y ahí puedes ver como evolucionan los sonidos. Igual en nuestra escena se puede ver cómo nació ZZK en Buenos Aires, cómo inspiró productores por todos lados y como aparecieron muchos nuevos artistas con su manera de ver las cosas. Y ver ahora lo que está pasando en Brasil es increíble o que hay fiestas en todo el mundo con el mismo espíritu de buscar, de mezclar y de ver la música y el mundo como algo que no es sólido pero que fluye y evoluciona y encuentra un nuevo balance. Eso sí es la inspiración y es porque siempre regreso y siempre voy a seguir metido en la música. Para mi quiero buscar el hilo entre los mundos y sorprender. Porque no meter un clap de Hip-Hop tipo FlyLo con un charango o un bajo sub tipo deep dub con un canto de pájaro y un ritmo de cumbia o un sinte muy electrónico con una arpa. Why not? Así nacen nuevas músicas y nuevas direcciones.

¿Qué puede mostrarle al mundo el folklore electrónico?
Creo que lo que vimos en los últimos años y por cómo va creciendo la escena es que mucha gente está aburrida con lo de siempre y busca algo más. Yo lo veo como Folklore Moderno – toda la idea del folklore era cantar historias, involucrar a la gente para que estén dentro de la música y les resuenen sus historias. También la idea de colaboración (como las sesiones de folklore con muchos músicos). Creo que hoy más que nunca la música tiene y debe ofrecer algo más – algo que te inspira, te involucra y te moviliza actuar y hacer algo. Siento que todavía tenemos mucho más que hacer pero ya estamos en el camino y ahí es donde quiero ir con mi música. Además hoy estamos viviendo en mundo más globalizado que nunca en que, de un lado, hemos visto una explosión de nacionalismo pero al otro lado se está debilitando – entonces ¿Por que un inglés no puede hacer música que una sonidos de América Latina con ritmos africanos o bajos de Inglaterra. Nada en la cultura global es fijo, nadie es 100% lo que sea y entonces, ¿por que la música debe ser así? Estoy en contra de esta idea del folklore “autentico” – nunca ha existido y no debe existir. La riqueza del folklore es su mestizidad y es lo que estamos buscando pero en el siglo 21. El caso de la folklorista Luzmila Carpio es increíble, ella prestó su voz y su música a los artistas de nuestra escena, se prestó a trabajar conmigo en este disco y quiere explorar aún más. Eso si es la evolución de la música y es el verdadero folklore moderno.

Seguimos haciendo lo que nos inspira que nuestras motivaciones y haciendo música para que alguien escuche. No sé si es una escena global (electronic orgánic ) o por dónde va, pero creo que como músico o productor tienes tu visión, tus inspiraciones y lo sigues. Lo que si sé es que dentro de nuestra comunidad hay artistas con tanto talento, con tanta visión y que es gente realmente buena, abierta y exploradores y eso también me inspira cada vez que me encuentro con alguien, sea en Paris, Berlin, Mexico City, Seúl donde sea con esta manera de ver el mundo.

Yo todavía tengo fe en la humanidad, pero ya es hora de hacer algo y cada uno tenemos el poder de hacer de nuestra manera algo. Desde la música, el arte, el activismo, en tus compras. Donde sea.

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