Reseñas de videojuegos

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Sal de mi camino que aquí voy yo

Reseñas de videojuegos

The Wolf Among Us y Papers, please.

THE WOLF AMONG US

Creador: Telltale Games

Plataforma: Android, PlayStation 4, PlayStation Vita, PlayStation 3, iOS, Xbox One, Xbox 360, OS X, Microsoft Windows. Básicamente todas menos Nintendo

Alguien está degollando princesas de cuentos, pero eso no es lo peor que está pasando en Fabletown, un barrio ficticio de Nueva York donde se refugian los personajes de cuentos clásicos que, por algún motivo perverso, tuvieron que huir de sus tierras mágicas y refugiarse disfrazados de humanos. En ese universo lleno de drogas, tráfico de mujeres, mafiosos y corruptos, el único que puede hacer algo para " salvar" (si es que tal cosa es posible) a las futuras víctimas es un villano con ganas de olvidar su pasado: el gran lobo malvado, Bigby Wolf.

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The Wolf Among Us es la evolución de los juegos de apuntar y hacer clic: una especie de serie interactiva que se centra en contar una historia que el jugador puede, hasta cierto punto, moldear. Y qué historia. Todo empieza con una pregunta: ¿ quién le teme al gran lobo malvado? Nosotros somos Bigby, el sheriff de Fabletown, el lobo malvado de cuentos clásicos como Caperucita Roja, que en este nuevo mundo tiene la tarea de proteger y servir a quienes antes eran sus presas. Nadie confía en él, pero cuando aparece un asesino en serie, Blancanieves y el lobo son los únicos capaces de trasegar con éxito por el mundo de basura y perversión del juego.

En su aspecto más básico, Wolf es un misterio criminal de los buenos. Telltale Games construye a fuego lento una historia tensionante y viva que lleva al jugador a seguir un camino de migajas de pan que conduce a una conclusión intensa y moralmente ambigua. Ese es el principal triunfo del juego: que el camino es estricto, pero cada jugador puede llegar allí como lo desee, haciendo de su lobo un diplomático conciliador, un monstruo que se aprovecha del miedo que infunde o una mezcla de los dos. Todo el tiempo hay decisiones difíciles, y la desazón de no saber si se hizo lo correcto, o si incluso existe "lo correcto", perdura hasta los créditos .

Wolf es, también, la maduración de los videojuegos como forma de arte, una historia llena de personajes difíciles, ambiguos, quebrados y hechizantes. Pese a unas fallas técnicas en las escenas de acción, la experiencia no pierde su efecto y su fuerza. Convertirse en Bigby Wolf, sufrir con él, cuestionar cada paso, cada rostro y cada acción es lo más entretenido que he hecho desde que devoré Breaking Bad.

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PAPERS, PLEASE

Creador: Lucas Pope

Plataforma: http://papersple.se

Soy una maldita marioneta. Mi hijo y mi suegra están enfermos. Mi esposa tiene hambre y frío porque llevo dos días sin pagar la calefacción y comprar comida. Ayer pasó un terrorista de Kolechia (esos cabrones del país vecino) y se inmoló a unos pasos de mi cabina. Ojalá me hubiese alcanzado la explosión. Al menos así no tendría que estar escuchando a este coronel hablá ndome de cómo están buscando a un grupo de rebeldes de quienes, por cierto, acabo de aceptar un regalo. Necesito esa plata para que mi familia no se muera y el Gobierno no me corra de mi puesto. Soy una maldita marioneta. Y creo que me encanta.

Soy el protagonista de Papers, Please, extrañamente el juego más adictivo que ha salido en los últimos años. Mi trabajo es ser agente de inmigración de Arstotzka, un país comunista de la década de los 80. Todos los días corro contra el reloj para comparar varios documentos buscando incongruencias, mentiras, falsedades. Todas las personas que pasan por mi cabina tienen una historia, un interés, y yo tengo que decidir si entran o no. Puedo equivocarme (a veces, lo confieso, a cambio de sobornos y otras bobadas), pero si lo hago me llegará un memorando.

Hablo a diario con espías, militares, prostitutas, contrabandistas, familias separadas, ancianos delirantes. En cada historia hay una decisió n, un dilema moral, un montón de preguntas incómodas sobre todo el tema de los migrantes. Muchas veces el corazón me dice que sea bueno, pero serlo es muy costoso. Mi puesto no es sencillo, por eso nadie quiere asumirlo. Pero yo sí, porque soy excelente, porque me sé de memoria las capitales de los países vecinos y las ciudades que están legitimadas para expedir los pasaportes que recibo, porque encuentro un goce masoquista en el estrés de comparar documentos y fotografías, porque la música que hay de fondo y todo lo que veo y siento le da significado a mis problemas insignificantes, a mi aburrida existencia.

Papers, Please es un triunfo del minimalismo envolvente; una revolución en la forma de contar historias cautivantes. Y yo soy una maldita marioneta, pero me entretiene serlo.