Este artista estadounidense se explora con diferentes modos de intervención arquitectónica. A través de building cuts o cortes de edificios, Gordon Matta-Clark juega con la representación del espacio, las texturas de los materiales y la concepción que tenemos de los objetos cotidianos. Influenciado por el Land Art, el minimalismo y la filosofía deconstructivista Matta-Clark, reutiliza y recicla elementos artísticos preexistentes situándolos fuera de su contexto habitual. Reconocido por ser un anarquitecto o deconstructor, Matta-Clark por medio de películas y fotografías, escritos y publicaciones registra testimonios políticos y sociales en el que el espacio surge como posibilidad de transformación.
Matta-Clark es considerado uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Estudió arquitectura en la Universidad de Ythaca, Nueva York, y literatura francesa en la Sorbona de París. Las primeras obras de Matta-Clark registran la transformación de materiales en otras substancias, como Photo Fry, (1969) en donde vemos al artista freír una serie de fotos en un sartén o Agar-Pieces (1969-70) en la que Matta-Clark coloca sobre una base de gelatina diferentes ingredientes que al cocinarlos muestra los procesos cambiantes de la materia.
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Pero su intuición del espacio lo llevó a transgredir las convenciones de la arquitectura tradicional al establecer una interconexión entre arquitectura y escultura, fotografía y cine. Línea de fuga que cuestiona los efectos progresistas de la posmodernidad, la dimensión política de la ciudad y sus interacciones con el cuerpo, la naturaleza y la arquitectura.
El trabajo con estructuras abandonadas comenzó con mi preocupación por la vida de la ciudad, uno de cuyos principales efectos secundarios es la metabolización de los edificios antiguos. Aquí, como en muchos centros urbanos, la disponibilidad de estructuras vacías y abandonadas era un excelente recordatorio textual de la falacia vigente de la renovación a través de la modernización.
Los pensamientos de Matta-Clark revelan la esencia de su trabajo y se cataliza en intervenciones estructurales como Circus o The Caribbean Orange (1978), en donde Matta-Clark explora experiencias contrapuestas del uso, la utilidad y la transformación del espacio. Al transitar entre edificios en desuso, explorar las modificaciones arquitectónicas y la pérdida utilidad, Matta-Clark interroga las estructuras, lo efímero del progreso, el desuso y la inutilidad del espacio presente.
A través de una sensibilidad formada en el minimalismo, Matta-Clark explora las entrañas del espacio cerrado, íntimo, privado. Por medio de movimientos físicos expresa líneas, cortes y extinciones que transforman la estructura física trascendiendo cualquier estilo o estética convencional. Modo de creación sustractiva del que surgen azarosas figuras y dibujos delineados con una motosierra que desgarra las superficies planas de paredes y suelos, para descubrir el vacío del espacio. Abismo que derrumba la visión habitual del espectador y el artista, para descubrir, en cambio, una mirada panóptica, una visibilidad monumental que revela formas abstractas, ocultas en las entrañas de las estructuras, o en palabras de Matta-Clark:
Una respuesta al diseño cosmético
terminación mediante extracción
terminación mediante el derrumbamiento
terminación mediante el vacío
Influenciado por Dennis Oppenheim y Robert Smithson, la obra de Matta-Clark no se caracteriza por una mimesis realista, sino más bien por una constante exploración de las formas y los materiales que deja al descubierto lo inesperado; ámbito en el que la arquitectura se transforma en anarquitectura, es decir, en un acto que dinamiza las formas, libre de cualquier dogma estético, pero interesado en establecer una conexión entre el arte y la vida.
Collages y montajes son lenguajes a través de los que Matta-Clark entabla una comunicación con el espectador; un gesto que destruye las estructuras significantes y posibilita otros sentidos del espacio. La cámara, el cuerpo, el cerebro, es una obsesión de exploración y experimentación que recorre la obra de Matta-Clark a lo largo de 1971-1977. Procesos creativos que registran en películas y videos una topografía de lo urbano, de la ciudad, de la arquitectura; visibilidad que abre una paradoja entre lo público y lo privado de la podemos ser voyeuristas y habitantes en piezas como Chinatown Voyeur, Automation House o City Silvers.
Para Matta-Clark, la arquitectura expone una perspectiva del comportamiento social y a la vez descubre las condiciones topográficas, geográficas e históricas. El edificio como escultura, como un cuerpo que puede ser transformado y adaptado sensiblemente a lo existente se puede explorar en piezas como Roe Bridge (1968), en donde la arquitectura se adapta a la presencia estática de las planta. Pero también, una nueva relación con la verticalidad en la que surge una conciliación de la tierra con el cielo. Matta-Clark reorganiza la estructura, las acciones comprendidas en lo cotidiano y sus vacíos. A través de sus incursiones en los subsuelos de París, filmando y fotografiando, Matta-Clark expone una visión organicista del mundo, la comunión entre arte vida que expresa otras necesidades, otras experiencias del espacio, como él mismo expone en uno de sus escritos:
… vacíos metafóricos, huecos, espacios sobrantes, lugares no desarrollados… Estos lugares son también importantes desde el punto de vista de la percepción , porque hacen referencia al espacio del movimiento.
Una obra que va de los materiales a los residuos, de las instalaciones esculturales a los cortes de edificios, de las fotografía a las películas provoca, cuestiona y desata una innegable tensión entre la construcción y la deconstrucción, entre la forma y la deformación, entre la totalidad y el fragmento; metáforas paradójicas a través de las cuales Matta-Clark transgrede el espacio y también la posición que el sujeto ocupa dentro de este.
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