El nuevo deporte: el sabersegging

Itsi y su sable galáctico.

Cuando la historia recuerde nuestra corta y extraña era, se centrará en dos cosas, los dos mayores logros tecnológicos de la humanidad: el Segway y las espadas láser. Los Segways son los carros de la edad moderna y las espadas láser, las espadas de la edad moderna. ¿Por qué a nadie se le había ocurrido unirlos? Bueno, a nosotros se nos ha ocurrido. Y los hemos juntado para crear el Sabresegging, («Sabre» que significa espada en inglés y «Segging» que viene de Segway, que hay que explicarlo todo) un nuevo deporte genial que hemos inventado los de la revista Vice. Los derechos de autor son nuestros. El primer paso era inventar este juego tan genial (hecho), y el segundo paso era encomendar a nuestro corresponsal Jason Crombie la misión de convertirse en el primer Sabresegger de la historia. ¡Tú puedes, Crombo!

Antes de poder practicar el Sabresegging, se necesita dominar el arte de la espada y el Segging (vamos, moverse con el Segway). Itsi Atkins es un caballero cachondo con pinta de gnomo y es el profesor de Segway más importante de Nueva York. Bueno, en realidad es el único profesor de Segway, ya que nadie más quiere serlo. Me resultó difícil dominar el arte del Segway, no porque yo fuera cortito o algo así, sino porque a Itsi le importaba más enseñar a las dos damiselas que aprendían conmigo. Yo le preguntaba cosas a Itsi pero él no podía o no quería oírme. Estaba muy ocupado soltando indirectas sobre las tetas de Amy y a Gabi. Según Itsi, los Segways se controlan alejando las tetas lo máximo posible. Llegado un punto, Itsi saltó con un Segway detrás de Amy y la agarró como en la escena cursi de la cerámica de Ghost, sólo que esta vez no era tan consentido. Merece la pena mencionar también que más tarde, Itsi creó una gran pala de cuero para azotar los culos de las damiselas cuando pasaban zumbando en sus Segways. No me lo estoy inventando. Itsi tiene algo para azotar y explicó que en su tiempo libre le gusta participar en pequeñas sesiones de sadomaso con el Segway.

Preparados, listos, ¡Sabresegging!

Después de que las chicas escapasen de las garras de Itsi, me dejaron subirme a un Segway y empezó la clase. Al principio me parecía difícil avanzar e Itsi me explicó que era porque yo no tenía tetas. «Esto es un hooter-scooter» dijo antes de lanzarse hacia una enorme exposición de pirámides (esto último es cierto).

Al final, después de mucho sonreír, asentir y desear no recibir una dosis de «azotes por haber sido malo», el seminario bizarro empezó a fluir. Ir montado en Segway era tan natural y fluido como montar en bicicleta. Incluso en el caso de que no poseas un buen par de domingas, la dosis de diversión está asegurada. Le di amablemente las gracias a Itsi. La verdad es que no había estado tan mal. Había sido una experiencia simple y cachonda, dos cualidades que me encantan.

Un bonito arcoiris de espadas láser.

Después tenía que dominar el arte de la espada, y quién me podría ayudar mejor que los lunáticos obsesionados con Star Wars de la Academia Jedi de Nueva York, que se definen a sí mismos como un «colectivo entusiasta de las espadas láser». Estos tipos son la hostia en vinagre. Son como dibujos animados de nerds que cobran vida y que se divierten más de lo que podríamos llegar a imaginar. Son tan buena gente que me dejan asistir a una de sus clases semanales que imparten en un loft en Brooklyn, y durante los primeros diez minutos que estuve ahí escuché no menos de cinco citas de Monty Python (un tipo se presentó como se presenta Tim en la película de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores) y al menos una referencia a la peli El club de los chalados.

La mayoría de los Jedis vinieron disfrazados completamente y muchos tenían su propio surtido de espadas láser personalizadas que a veces son caseras y realmente flipantes. Brillan sorprendentemente bien y algunas incluso hacen el «fiunnn, fiunnn» cuando las blandes en el aire. La batalla también fue impresionante. Un combate coreografiado sobre el escenario, como la lucha libre de la WWF sólo que con tipos un pelín más delgados.

Flynn usa la Fuerza para dominar el Sabregging haciendo el pino.

El autor exhibe su temible posición de batalla.

Flynn, uno de los tipos más importantes, me enseñó algunas maniobras básicas de esgrima: el desplazamiento hacia atrás, la estacada final, la parte en la que se cruzan las espaldas y se miran uno al otro a través de las espadas cruzadas. Yo era un espadachín bastante pésimo al principio pero, poco a poco, gracias a los sabios consejos de Flynn, llegué a dar el pego. Me gustaba intentar matar a Flynn montado en mi Segway, algo que me dolería más a mí que a él. Bueno, no, le haría más daño a él.

Finalmente, llegó la hora del combate. Después de un apretón de manos y una mirada fulminante, nos montamos cada uno en nuestras máquinas y nos desplazamos hacia los confines de la Academia, después giramos, nos miramos cara a cara y nos pusimos a ello. Era un rollo realmente agresivo. Todos empezaron a gritar «¡Muere!, ¡muere!, ¡muere!» desde las gradas, salvo Itsi que nos pedía a gritos que no jodiéramos sus Segways. ¡Aquello era una escandalera! Flynn siguió soltando citas de pelis aleatoriamente cuando chocábamos: «Por fin volvemos a encontrarnos. Ya se ha cerrado el círculo» y «Cuanto más fuerte apriete el puño, Tarkin, más sistemas se le escurrirán entre los dedos». Cosas así. No tenía ni puta idea de lo que me estaba hablando pero era un buen truco para desconcentrarme. Entonces, provocando un estruendo de plástico roto, chocamos los Segways uno contra el otro y me hice daño en un pie. Por supuesto, Itsi estaba furioso. Nos riñó como si fuésemos unos críos y ahí acabó el altercado.

Unos flipados.

De esta manera llegó a su fin la primera batalla de Sabersegging de la historia, uno de los días más divertidos y agotadores de mi vida. Fue como un destello pero este recuerdo está grabado con fuego en las cabezas de todos los que presenciaron tan legendario acontecimiento. Pronostico que el Sabersegging se convertiría en el próximo éxito en el campo de la tecnología especializada en deporte, lucha y combate. Y yo seré El Pionero.