A principios de la década de 1980, las políticas conservadoras antidroga del presidente Reagan soliviantaron a los punks mientras la heroína seguía causando estragos. Un sector de la escena punk empezó a ver las drogas y el alcohol como otro método del Gobierno para controlar y oprimir a las masas, y el sexo como una distracción que impedía a la gente formar relaciones duraderas.
Surgió el movimiento de straight edger, gente que se rebelaba contra el statu quo manteniendo un estilo de vida saludable y buena forma física. Esto implicaba pasar de las drogas, el alcohol, el tabaco y el sexo ocasional. Si el consumo de drogas y alcohol se consideraba subversivo, no había nada más rebelde que rebelarse contra eso.
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Su filosofía se cristalizó en los temas de Minor Threat “ Straight Edge” y “ Out of Step”, ambos de 1983. El straight edge nunca llegó a consolidarse como un movimiento cohesionado con un manifiesto, sino que se desarrolló como una corriente influenciada por bandas como Youth of Today y Gorilla Biscuits. Tras difundirse por toda Europa desde Reino Unido a finales de la década de 1980, el movimiento, en opinión de algunos, murió en la década de 2000.
Con todo, mucha gente sigue llevando un estilo de vida straight edge, al que han añadido también el veganismo. Según la OMS, en la mayoría de países de Europa está disminuyendo el número de consumidores de alcohol. Hablamos con varios jóvenes que siguen fieles a la filosofía del straight edge.
Federica Pagani, 43 años
Profesora de primaria; straight edge desde hace 27 años.
De adolescente, fumé algún que otro cigarro y porros por pura curiosidad, pero a los 16 empecé a beber mucho. En mi grupo estábamos siempre escuchando música y solíamos intercambiarnos casetes. Cuando cayó en mis manos una de Minor Threat, de repente todo cobró sentido en mi cabeza. Llevar una vida sin alcohol, tabaco ni drogas me ayudó a tener más respeto hacia mí misma, mi cuerpo y mi mente. Eso es el straight edge, para mí.
Antes este estilo de vida era más popular, quizá porque necesitábamos un cambio más radical dentro de la cultura punk. No mucha gente lo siguió. De hecho, ya ni los veo en los conciertos. No es nada fácil esforzarte constantemente por ser mejor persona, sobre todo con toda la mierda que te vas encontrando a lo largo de tu vida. A pesar de todo, yo sigo creyendo en ello.
Gab de la Vega, 34 años
Profesor de inglés y músico; straight edge desde hace 10 años.
Empecé a fumar y beber cerveza en secundaria. Aparte de hierba, nunca tomé ninguna otra droga. Llevo mucho tiempo tocando en bandas de hardcore punk, pero el movimiento straight edge no tuvo mucho éxito en mi grupo de amigos. Cuando tenía veintipocos años, la gente de mi entorno empezó con problemas de alcohol y drogas, pero yo tomé otro camino.
En mi ciudad, puedes contar con los dedos de una mano a la gente straight edge. Es fácil que te sientas aislado al no participar en los rituales sociales que se organizan en torno a las drogas y el alcohol. En cualquier caso, yo sigo quedando con amigos que beben. La gente se cree que por ser straight edge eres aburridísimo, y a mí me gusta demostrarles que se equivocan.
Serena Mazzini, 31 años
Estrategia digital; straight edge desde hace 10 años.
Me crié en una ciudad pequeña y a los 19, cuando fui a la universidad en Boloña, no conocía a nadie. La forma más rápida de hacer amigos era beber mucho y lanzarte de cabeza al mundo de la fiesta y el alcohol. Luego, una de mis mejores amigas murió después de tomar drogas. De hecho, la drogaron y la encontraron muerta. En aquella época yo tenía un comportamiento muy autodestructivo y sabía que debía cambiar, también por ella.
Siempre he escuchado punk y hardcore, pero la banda straight edge Have Heart me ayudó a superar esa etapa. Empecé a los 21. Llevo diez años sin fumar ni tomar drogas. A veces hago una excepción con el alcohol cuando quiero probar alguna bebida típica del sitio que estoy visitando. En los eventos del trabajo, siempre me preguntan por qué no bebo y en las bodas se creen que estoy embarazada. No me lo tomo a título personal, aunque a veces me pregunto si habrá una ley moral invisible que obliga a la gente a beber.
Nunca podría volver a beber. Creo que me sentiría fatal físicamente. Además, el straight edge es más que no beber ni tomar drogas; también es una forma de posicionarse políticamente respecto al medioambiente y los derechos humanos y de los animales, temas de los que supe por primera vez por bandas de la escena. En ese sentido, esta comunidad me ha ayudado a ser mejor persona.
Luca Pala, 45 años
Bajista de Absence la primera banda straight edge y vegana de Italia; lleva 29 años siendo straight edge.
No pruebo el alcohol desde 1990, cuando tenía 16 años. Por entonces ya era fan de Slayer, pero cuando leí una entrevista a Youth of Today, me sorprendió la valentía de sus decisiones y su enfoque positivo, lleno de mensajes políticos y sociales. Quise demostrar a todo el mundo que te lo podías pasar bien sin beber. Hubo gente que me admiró por ello y personas que de repente no me soportaban. Con el tiempo, mi enfoque straight edge y vegano evolucionó hasta excluir cualquier tipo de droga o sustancia que pueda alterar la mente, como la cafeína.
Fui padre bastante pronto. Tengo dos hijos, de 19 y 8 años, y una hija de 14. Sé que he cometido algunos errores y he querido apartarlos de todo lo que considero que es malo. Luego me di cuenta de que tienen derecho a seguir su propio camino y experimentar. Solo espero que entiendan que con mi enfoque pretendo ayudarles a afrontar las dificultades que la vida les pueda plantear. Soy bastante optimista, pues el mayor también es straight edge.