bondage
Cómo dejar tu horrible empleo... ¡y convertirte en Dominatriz!
Esta exanalista financiera cambió la tortura de los números por la tortura de personas.
Erotismo en las cuerdas: Shibari en México
Nos adentramos en una de las prácticas que comienza a tener más visibilidad en México y el resto del mundo, bienvenido al universo de las ataduras.
A mi amigo le excita cortar a gente con cuchillos y lamer su sangre
La hematofilia es la parafília que contempla la excitación sexual a través de la sangre. Algunos de estos fetichistas también disfrutan cortando a sus parejas con cuchillos. Mi amigo es uno de ellos.
La Mujer Maravilla fue creada por un feminista y fetichista del bondage que soñaba con una utopía matriarcal
Su propósito era motivar a las mujeres para que se vieran a sí mismas como personas fuertes, capaces y magníficas.
Por qué recibir azotes y que te aten te hace sentir como si estuvieras colocada
Investigadores científicos y dominatrix profesionales nos hablan sobre los factores neuroquímicos que hacen que practicar BDSM sea tan agradable.
Autorretratos para liberarse de la condena de estar solo
Dualidades necesarias, la parte aparente y la grotesca, con una importancia innatamente igual en los retratos de Felipe Castillo.
Algunas personas nos cuentan la primera vez que siguieron el impulso de sus fetiches
Fetichistas del encarcelamiento, los eructos, las cosquillas y engordar a la pareja comparten las historias de sus experiencias formativas.
¿Por qué usar un cinturón de castidad?
Tres hombres nos hablan sobre orinar sentados, la emoción que produce la sumisión y otros detalles de los cinturones de castidad.
Shibari en España
Nos adentramos al mundo del Shibari de la mano de Jordi Lucena, quien nos explica un poco de historia de esta disciplina de origen japonés que tiene como objetivo principal el conseguir atar a las modelos de las formas más retorcidas posibles.
Fetichistas del látex
Raül Calabria, se introduce en el mundo de los fetichistas del látex españoles durante unos días, llegando a enfundarse un catsuit completo, para intentar experimentar las sensaciones que provoca estar enfundado en una segunda piel de goma.