Bökh: la lucha tradicional de Mongolia

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Cuando todavía vivía en la ciudad de Amberes, Bélgica, mis vecinos eran de Mongolia. Después descubrí que había toda una comunidad mongola en mi ciudad y me dio curiosidad saber más sobre su cultura.

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Mongolia era un país comunista donde el gobierno se manifestaba de manera dictatorial. Durante toda esa época comunista no era permitido viajar ni trabajar al extranjero. Cuando en 1991 se estableció la democracia en el país, muchos mongoles conocieron por primera vez la libertad y buscaron oportunidades afuera. El país vivía una severa crisis económica y tenía una tasa muy alta de pobreza. Así que creció un circuito ilegal en el que los mongoles podían comprar un visado para tener acceso a países que formaban parte del Schengen, como Bélgica.

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Unos mil mongoles —no se puede decir una cifra con exactitud— habían llegado así a la ciudad de Amberes. Les gusta la ciudad por ser pequeña y con mucha claridad, me cuenta Alta, la coordinadora de la organización mongola Ev Negdel, que promociona la cultura mongola en Amberes.

Mi vecino de entonces, Hangai, me invitó para celebrar la fiesta tradicional mongola, Naadam —que se traduce literalmente como “juegos”— y me contó con orgullo que era el actual campeón de la lucha tradicional mongola. El Naadam es la fiesta nacional de Mongolia que se celebra en pleno verano y forma parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO.

Es una celebración que conmemora la revolución de 1921, año en el que el país se declaró independiente como República Popular de Mongolia. En las actividades se nota una vinculación con el modo de vida nómada en las estepas del Asia Central. La celebración más grande tiene lugar en la capital del país, Ulan Bator, pero en Amberes también se reúnen cada año miles de migrantes mongoles de Bélgica, Holanda, Alemania y Francia. Durante el festival se dsiputan los tres juegos tradicionales de los hombres: la lucha tradicional mongola, el tiro de arco y las carreras de caballo (aunque la última no se practica en Bélgica).

La presentación de la lucha empieza con una danza para saludar al público, y representa la imitación de un águila.

La lucha tradicional mongola (Bökh) es el deporte nacional más popular de Mongolia y requiere una técnica especial. Los luchadores que participan en la competición del Naadam se han entrenado durante años en su país natal. En Bélgica aún no existe una escuela donde se entrena la disciplina, pero hay planes de hacerlo. Es un deporte en que participan jóvenes —los mayores de 30 años ya se consideran grandes para Bökh— y tradicionalmente compiten solamente hombres, aunque hay una leyenda de una mujer que participó y finalmente logró ganar un campeonato.

Nadie había visto que era mujer y la consternación fue total cuando descubrieron el fraude. Desde entonces, según la leyenda, cambiaron la ropa y ahora los deportistas llevan un zodog (la camisa) y un shuudag (el calzón). Así se aseguran que las mujeres no pueden participar.

La danza de un luchador después de ganar una pelea, que tiene sus orígenes en rituales chamánicos, también funciona como una sesión de enfriamiento. En la lucha tradicional mongola no hay límite de tiempo, y en el primer combate quedan eliminados normalmente la mitad de los participantes.

La pelea acaba cuando uno de los competidores toca el suelo con las rodillas, los codos, la cabeza, la espalda, o cuando directamente cae derribado al suelo.

En Mongolia, este deporte es tan popular que el gobierno entrega títulos de honor a los luchadores más célebres —un luchador recibe el título de Gigante después de ganar dos torneos, de Gigante nacional después de ganar tres veces y Gigante de honor después de ganar cuatro veces—. Cuando nace un niño, el deseo más común de los padres es que de adulto se convierta en luchador.