*Este artículo se publicó originalmente en i-D.
“Estás atrapado en una isla desierta y hay hongos alucinógenos, marihuana, cocaína y MDMA, ¿cuál de éstas cambiarías por una nueva droga?” pregunta el Dr. Adam Winstock, psiquiatra asesor de adicciones y fundador de la mayor encuesta mundial de consumo de drogas, Global Drug Survey. La encuesta de 2015 se completó con más de 100 mil usuarios de drogas recreativas: gente como tú y como yo, tal vez, que en ocasiones ingieren sustancias ilícitas por placer, y que en realidad constituyen el mayor grupo de consumidores de drogas en el planeta. Su encuesta de 2016, en asociación con The Guardian y The Huffington Post, se lanzó en línea esta semana y con ella el Dr. Winstock continúa su misión de ofrecer no solo la mayor y más confiable fuente de tendencias sobre el consumo de drogas en el mundo, sino también la de educar a la población que consume drogas sobre las sustancias que están consumiendo de una manera significativa, relevante y útil.
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Volviendo a la isla desierta imaginaria llena de narcóticos, el Dr. Winstock cree que la mayoría de la gente se adherirá a las drogas que conoce, como los hongos alucinógenos, la marihuana, la cocaína y el MDMA, porque ofrecen una experiencia mucho más agradable que los brebajes sintéticos novedosos que han aparecido en la última década. “Al ver los noticiarios mundiales y los documentales de Vice que muestran a usuarios callejeros en las principales ciudades enconándose como chicos ghetto en las favelas”, explica, “estoy empezando a pensar que los falsos productos de marihuana finalmente encontraron su lugar en el mercado: hasta abajo”. Winstock está hablando, por supuesto, de las mezclas a base de hierbas para fumar con nombres de marcas como Blueberry Kush o K2 o Spice que a menudo pueden comprarse de forma totalmente legal. Por tercer año consecutivo, la Global Drug Survey encontró que estos cannabinoides sintéticos eran más propensos a dejar a los consumidores con la necesidad de un tratamiento médico de emergencia (EMT) que cualquier otro grupo de drogas que consideró (aunque las drogas duras como la heroína, la metanfetamina y el crack están fuera de su competencia). En 2015, 3.5 por ciento de usuarios de cannabinoides sintéticos buscaron EMT, incrementando a un sorprendente 12.5 por ciento de aquellos que lo han utilizado 100 o más veces en el año; un riesgo 30 veces mayor que la cifra correspondiente para los usuarios actuales de marihuana. “Como regla general, entra más barata es la droga, más riesgosa es”, concluye el Dr. Winstock.
Uno de los hallazgos más importantes de 2015 fue que la mayoría de los consumidores no eligen estos sintéticos porque sean legales y porque creen que son seguros, aunque por lo general así se informa en la prensa, no, los eligen porque son muy baratos. La mayoría de las personas, si se les proporciona un plato de opciones y bolsillos de dinero sin fondo, optarían por tomar el fármaco más agradable con los menos efectos secundarios desagradables, pero a menudo eso es imposible. Las personas a las que les gusta drogarse no son idiotas, pero algunas de ellas no tienen dinero y si muchas ganas de drogarse.
El consumo de otros psicoactivos sintéticos, de píldoras y polvos, de “productos químicos de investigación” con nombres de marca como Mexedrone y M&M y Sparkle que pretenden aproximarse a los efectos de las sustancias ilegales, aunque peligrosas, están afortunadamente en decadencia en el Reino Unido, de más de 20 por ciento en 2012 a 8.6 por ciento en 2015, según datos de la Global Drug Survey ¿Por qué? Porque el Reino Unido está una vez más inundado con MDMA de alta calidad e incluso cocaína, si estás dispuesto a pagar algo premium. En 2015, la cocaína sigue siendo la droga más cara, gramo por gramo, sin embargo lo que ha cambiado es que cada vez se vende más en un mercado de dos niveles de calidad inferior y superior: en Gran Bretaña el costo promedio de un gramo de menor calidad es £52.43 libras y un gramo de mayor calidad es de £75.82 libras. Pero con el aumento de la pureza viene un mayor riesgo, porque es más fácil consumir accidentalmente demasiado de un producto más puro que de uno más débil. Como explica el Dr. Winstock: “Las drogas de mejor calidad pueden causar más daño que las de calidad basura, especialmente si no sabes lo que estás tomando”.
El aumento de la pureza es una tendencia en todo el espectro de las drogas. Hoy en día el costo promedio de una píldora de éxtasis es de £8.79 libras, sin embargo éstas son más fuertes que nunca y el porcentaje de usuarios que buscan EMT ha aumentado año tras año, del 0.3 por ciento en 2013 hasta 0.9 por ciento en 2015. Las píldoras en 2015 a veces contienen en exceso 200mg o incluso 300mg de MDMA que son, respectivamente, dos y tres veces la dosis recomendada para consumir de una sola vez. El Editor de Vice, Thijs Roes, después de entrevistar a algunos de los fabricantes holandeses de éxtasis que abastecen el mercado mundial, explica, “Lo que están haciendo es básicamente un concurso de meadas. Uno me dijo que era una competencia entre los fabricantes y una carrera contra sí mismos. El otro describió su píldora de 330 mg como un producto estrella, como una manera de darse a conocer en la escena”.
Es preocupante que se consuma una mayor dosis promedio de MDMA (la dosis promedio mundial es de 250mg, mientras que los británicos están acumulando 420mg en una noche). “Los británicos saben muy bien beber compulsivamente y excederse; no se moderan”, observa el Dr. Winstock. “Hay algo en todo lo británico que equipara más con mejor, y ése es el diálogo que tiene que cambiar: más drogas no es igual a una mejor noche. En realidad se trata de la cantidad adecuada de drogas para ti, consumidas de la forma correcta, en el momento adecuado, en el lugar correcto”.
La Global Drug Survey de 2015 también destacó que la forma en la que consumimos las drogas se está transformando. Cuando llegó a la escena por primera vez a finales de los años ochenta, el MDMA era una droga del rave, pero la cultura juvenil está cambiando constantemente, y hoy no hay tantos clubes hedonistas como solía haber. Hoy en día es igual de probable consumir una pastilla en una fiesta casera o en el sofá con un ser querido que en una pista de baile. Lo mismo ocurre con la cocaína, tal vez aún más. Hoy demasiados viajes al bar descienden a estar despiertos hasta el amanecer inhalando líneas infelizmente en la sala de alguien. El Dr. Adam Winstock reflexiona sobre esta tendencia: “El consumo de drogas en el año 2015 se ha convertido para algunas personas en un fin en sí mismo, así que terminar destruido es el propósito del consumo de drogas. Extraño el sabor de la escena de club de los años ochenta e inicios de los años noventa, donde el consumo de drogas era para mejorar el ambiente, pero hoy en día a menudo terminar destruidos parece ser la meta, y no estoy seguro de cómo combatir eso…”
Para participar en la Global Drug Survey de 2016, ingresa a globaldrugsurvey.com.