Me gustan los edificios abandonados. Supongo que es una enfermedad de la época. Por todos lados hay pedazos de algo que en realidad ya no existe pero por alguna razón siguen ahí para incomodar a todo el mundo. Los lugares abandonados son el cadáver del abuelo muerto que sigue en la casa. A la mitad de la sala. En una esquina entre tu jeta y la televisión. Se puede ignorar la presencia de estas estructuras viejas desmoronándose un poquito por segundo, pero tarde o temprano logran imponer su mensaje de ultratumba.
Otra enfermedad de la época es la epidemia de tiendas de discos que se van a la mierda pero se quedan ahí, a la vuelta de la casa, en donde estuvieron siempre. Ha de ser horrible pasar junto a tu tienda de discos a la que fuiste toda tu adolescencia y verla ahí nomás. Sin nada adentro más que una rata y sus ratoncitos muertos detrás del cristal empolvado. A mí me pasa algo peor. La tienda de discos a la que fui durante años sigue abierta, pero ahora está llena de DVD’s 3 en 1 de películas de comedia romántica y videojuegos para consolas que no sé que existen.
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Si nos hubieran abierto la cloaca de comercialización musical antes de 1980, probablemente hubiéramos tenido muchas tiendas de discos locales pudriéndose en cada cuadra. Pero como empezamos a tener tiendas de discos hace como quince años y dejamos de usar CDs hace como diez pues no hay tantas tiendas zombies arrastrándose por tierra azteca. Por eso les voy a poner fotos de tiendas deshaciéndose en otras partes del mundo. Porque ni con la crisis de formato hemos terminado con la cadena esa que ahora es una alianza con la marca de la manzana.
Era una disquera en Georgia.
Me gustaría vivir ahí.
El terremoto de la bancarrota.
Esto está en Ferndale, Michigan.
Ésta estába en Montreal. Miren ese casetito en la fachada.
La afamada Sam de Toronto. La tienda de Sam el señor de los discos.
Como todo en Detroit, Choachman’s Records se está llendo al carajo.
Caroline Records es de Irlanda. Se está pudriendo en algúna callecita en Dublín.
Nueva York. No importa. Hay miles.
Aww… café y discos. Mi vida.
Detroit es el paraíso de los monstruos.
No me dan lástima las de Nueva york. Que se jodan.
Todo se ve más dramático en blanco y negro. Sobre todo si es en California.
Aquí es un picadero. Y los traficantes de metal ya le vaciaron todo el cobre que le quedába.
Otra de Nueva York.
Otra, pero ahora en Brighton.
Me rompió el corazón. Rose está en Chicago.
Satélite pero en Memphis, Tennessee.
En el sur de londres estába Zodiac y abría los sábados. Ahora no abre nunca.
Me gusta que les pongan madera.
Ah, verdá?