Audioarqueología Por Jesús Brotons abril 30, 2008, 8:00pm Compartir: X Facebook ShareCopied to clipboard TEXTO DE JESÚS BROTONS. FOTOS DE MARC ROSÉS VEGA Pocas imágenes más tristes que la del chaval con mirada entre bovina y retadora que vaga por la calles escuchando a todo volumen el ruido infecto que emana de su teléfono móvil. Música, podría ser, pero tanto da, pues apenas nada se distingue salvo algún bombo terriblemente distorsionado. “Durante el siglo XX, cada cinco o diez años se daba un avance sustancial en el campo de la música grabada”, explica Anki Toner. “Aparecían nuevos formatos que mejoraban la calidad sonora. Hace unos años esa evolución se detuvo, y ahora vamos hacia atrás. El MP3 será muy práctico, pero plantea una compresión que afecta a la calidad del sonido. Y lo de los politonos es increíble. La gente va por la calle escuchando archivos MIDI”. Anki sabe de lo que habla. Cantante durante largo tiempo de Superelvis, grupo barcelonés de culto, y actualmente de Ankitoner Metamars, proyecto electrónico cuyo primer disco, editado bajo licencia Creative Commons, puede descargarse en archive.org/details/rtm01/, Anki es, además de músico, un entusiasta coleccionista de todo tipo de cachivaches que a lo largo de la historia hayan servido para almacenar sonidos o reproducirlos. Conoce bien los cómos, cuándos y porqués de los primitivos cilindros de cera, de los rollos de pianola, de los discos de verdad y de juguete, fabricados con laca, cartón o vinilo… Así como de tocadiscos de todos los tamaños, épocas y prestaciones. Su casa es un zoco abarrotado de instrumentos musicales, discos y reproductores de formatos antiguos. Allí fuimos a que nos diera un curso acelerado. Con vosotros, la historia de la música grabada en nueve capítulos. ¡NENE, NO TOQUES! “Esto son cilindros de cera”, explica Anki. “Lo que Edison inventó en 1878 no fue el cilindro de cera sino un papel de plata enrollado en un barrilete metálico. El primer cilindro no llegó hasta el año mil ochocientos ochenta y tantos, un formato que aguantó hasta casi los años 30. Edison aguantó ante los discos como pudo hasta que se le fue a la mierda”. Y estos que tienes, son de finales del siglo XIX, o posteriores? “Estos de aquí no los sabría datar, deben ser de principios del siglo XX, pero no muy entrado el siglo, muy poco”. Ajá. Léase en la etiqueta la duración de la grabación: 4 minutos. Oye, y si ponemos este cilindro sin etiqueta tumbado, para que la foto quede mejor? “¡No, no toques la cera con los dedos! ¡Argghhh!” Ups. TODO SE APROVECHA “Esto es un disco de pizarra, en inglés ‘shellac’, una especie de excremento corporal de un escarabajo de la India. Se usó hasta la 2ª GM pero llegó una época de carestía y se sustituyó por el vinilo. Pesa mucho, se rompe… Este es un disco de Caruso, la primera gran estrella del mundo del show business”. Un momento. ¿Me estás diciendo que ésto está fabricado con mierda de escarabajo? “Sí. Todos los que hayas visto a 78 revoluciones. Bueno, a 78 exactamente no, los hacían como les daba la gana. Este sé que se hizo en la primera década del siglo porque no tiene cara B. Tampoco tiene surco de entrada, que tardó años en inventarse. Tiene una especie de paredita para que la aguja no salga disparada. Al final, tras mucho rebotar, acababa cayendo dentro”. ¿Y TÚ QUE MIRAS? “Durante muchísimo tiempo los discos salían con funda de cartón”. Uno de los grandes argumentos de los defensores del vinilo, aunque éstos sean de laca, es la portada. “Las portadas tardaron en llegar. Había algún experimento, cajas de musicales de Broadway… Al principio eran sobres con anuncios de las tiendas, de las casas editoras, de máquinas parlantes…” Sí, ya veo. ‘Máquinas parlantes César Vicente’, ‘Serrano i Arpí’, ‘Columbia Records’… “Pero el diseño ya tenía su importancia. Algunos diseños de anuncios de los años 30, eran cojonudos, súper modernos”. Hombre, está claro que los diseñadores de hoy no han inventado nada. Lo copian todo de los movimientos artísticos del siglo pasado. SACANDO LOS COLORES “Aquí podemos ver que el invento del disco en un color distinto al negro tiene ya bastantes años”. Cierto. Y también el disco flexible. Los dos de la izquierda están fabricados con una especie de papel rígido parecido a la cartulina. Y para entonces seguían sin tener portada. “No se popularizaron hasta después de la segunda Guerra Mundial, y sólo para los LP’s, todavía no los singles. Otro invento interesante, aunque anterior, es el del ‘double record’, que no significa que fuese doble sino que tenía dos caras. En los años 10 alguien descubrió que si vendes dos por el precio de uno a lo mejor el negocio no se hunde. ¡La industria discográfica lleva toda la vida diciendo que está en crisis y que van a acabar con ella! Lo de ahora ya lo decían en los años 20 con la entrada de la radio”. HACIENDO DEDO ¡El dedodisco! Ya había algo parecido en los 60 y 70, estos son de los 80. Tú ponías la aguja…” Parecida a las de coser pero más gruesa, aclaro. “…Girabas el disco con el dedo y, por pura fricción, sonaba”. Sin altavoz ni nada. “Exacto. Le das vueltas con el dedo, la aguja hace vibrar el cartón, y suena. De hecho, la física de cualquier disco es esta”. Y lo que suena no tiene desperdicio… Al tratarse de ítems promocionales, lo que se oye son anuncios. De sal de frutas Eno, de planchas Solac, de pilas Tudor… “Sí, lo de las pilas es curioso. ¿A quién se le ocurriría anunciar pilas con un artefacto que sólo funciona si lo mueves a mano?” El segundo por arriba es del 82: véanse las fotos de los mundiales de fútbol y de un todavía lozano Papa. HOLA, HOLA, PROBANDO “Nuestra generación ve el disco como un objeto de consumo. Somos receptores pasivos. ¡Pero la primera máquina de Edison ya servía para grabar! Iba por las ferias y la gente grababa su voz en un papel de plata y se escuchaba con auriculares. Una vez quitabas el papel ya no se podía recuperar. Luego la industria tomó el control de los medios de grabación y pasamos a ser consumidores”. Al menos hasta la invención del cassette y, más tarde, del CD-R. “Los aparatos que grababan discos tuvieron una vida comercial, más o menos hasta los años 50, más como rarezas que como otra cosa”. La bocina que vemos perteneció a uno de esos aparatos. Y los discos de cartón al lado son grabaciones de gente de a pie. “Uno de ellos es de un turista español. ¡Lo grabó en una cabina en el Empire State!” PLEASE MR. POSTMAN “Nos encontramos ante dos mundos que desaparecen, el disco como soporte y el correo postal. Ahí vemos una serie de postales grabadas, muy habituales en los 60 aunque se empezaron a comercializar ya en los 30. Tenemos una postal de la Costa Brava, el sector navideño, muy típico… Y las de dibujos infantiles son de países del Este. Esa me parece que es de la República Checa. Lo del centro son sellos de correos, una serie de curso legal que se hizo en Bhutan, el único país del mundo que ha lanzado una tirada de sellos, que por supuesto se pegaban en las cartas, en los que se escucha un discurso del rey, canciones populares… y no sé qué más. La serie original era de siete, por desgracia yo sólo tengo cinco”. VAYA UN DESAYUNO “Más discos de cartón”. Sí, y con diseños impagables. Richard Nixon, los Jackson 5, Dick Clark, McDonald’s… Más americano, imposible. “En Norteamérica se puso de moda imprimir estos discos en las cajas de cereales. De hecho, se les llamaban ‘cereal box records’. ¡Lo bueno es que venían por fuera! ¡Con el puto surco en la parte exterior! Tú ibas al supermercado a comprar una caja, te comías los cereales y después recortabas el disco”. ¿Y qué había grabado en estas cosas? “Pues un poco de todo. Nixon dirigiéndose a la nación, por supuesto… Fragmentos de canciones de los Jacksons, anuncios… Tendría que buscarlo, pero tengo por ahí uno en el que sale un monólogo de Richard Burton”. EL TAMAÑO NO IMPORTA Y llegamos… ¡al tocadiscos más pequeño del mundo! Bueno, uno de ellos. “Edison hizo una lista de diez puntos con las utilidades que tendría el gramófono: cursos de idiomas, grabar últimas voluntades… y los discos de muñecas. Ahí acertó de pleno. ¡De hecho, grabar música era su última intención! Creo que tenía bastante oido para detectar que lo suyo sonaba como el culo. De tocadiscos de juguete han habido muchos modelos. A la izquierda, un Stereopet, y a su lado un tocadiscos de un juego de fútbol americano. Los discos se ponían dentro y te marcaban la jugada”. Sobre la mesa, Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar cuando aún se llamaba Lew Alcindor. Y los Tijuana Tigers. Y un disco para bailar el hula. Másde VICE ¿Por qué odias celebrar tu cumpleaños? 13.12.21 Por Vincenzo Ligresti ¿Tu gato es un psicópata? Probablemente, dicen los investigadores 10.12.21 Por Samantha Cole Trópico 2021: De vuelta al paraíso en Acapulco 09.12.21 Por Cynthia Salazar ¿Los ricos realmente se divierten más que el resto de nosotros? 07.12.21 Por Tim Fraanje