Identidad

Trabajar para la nueva línea de ropa de Beyoncé apesta

La esperadísima colaboración sorpresa de Beyoncé con el gigante británico de la moda Topshop copó los titulares en todo el mundo cuando se lanzó el pasado mes de abril. El sitio web de Topshop se saturó cuando hordas de gente se lanzaron a comprar esa ropa deportiva de primer nivel (los precios oscilan entre los 5 € por unos calcetines hasta los 225 € por un mono deportivo completo). Un reportaje en exclusiva publicado por Elle hacía hincapié en cómo esta línea de moda pretende “[…] crear una forma de hacer que las mujeres se sientan bien con ellas mismas, que valoren su fuerza por encima de la belleza y, en definitiva; que trabajen con su cuerpo y no en contra de él. Que aprendan a quererse como son”.

La respuesta no se hizo esperar. El tabloide británico Sun on Sunday publicó un artículo en el que se describía a las trabajadoras textiles de Sri Lanka como “esclavas de plantas explotadoras que solo ganan 0,5 € a la hora fabricando la ’empoderadora’ ropa de Beyoncé”. Los periodistas visitaron a las “paupérrimas costureras” en la fábrica que MAS Holdings posee en Sri Lanka, donde se produce la línea de moda.

Videos by VICE

Una de las operarias que manejan las máquinas de coser afirmó que era incapaz de sobrevivir con su sueldo base de 18.500 rupias al mes (unos 110 €). El periódico afirmó que las costureras ganan como media unos 5,5 € al día, aunque reconocía que las trabajadoras de la fábrica seguían percibiendo un salario por encima del mínimo legal de 13.500 rupias al mes.

“Lo que describe el diario Sun parece un caso grave de explotación, rayano en la esclavitud”, afirmó el activista anti-explotación Jakub Sobik, de Anti-Slavery International. También destacó algunas preocupaciones concretas, como las exiguas pagas y los límites establecidos al movimiento de las mujeres durante la noche mediante el encierro en sus alojamientos (las trabajadoras residen en las fábricas y deben obedecer toques de queda).

Sobik exigió a Topshop que permitiera inspecciones independientes de todos sus proveedores y les pidió que “observaran sus cadenas de suministro de forma más proactiva para evitar que los riesgos de explotación y esclavitud moderna mancharan sus productos”.

Para saber más acerca de las condiciones en que trabajan las operarias que fabrican la ropa de Beyoncé, hablamos con la Dra. Kanchana Ruwanpura, de la Universidad de Edimburgo. La Dra. Ruwanpura es experta en la industria textil de Sri Lanka y ha visitado varias fábricas de MAS en ese país, aunque su visita se produjo hace varios años.

“MAS son lo máximo en términos de condiciones de trabajo en Sri Lanka”, afirma. “Son fábricas excelentes en cuanto a espacio y distribución, y la atención que normalmente prestan suele corresponderse con los códigos que emplean para trabajar. Sin embargo, yo diría que en lo que se refiere a los salarios y la libertad de asociación, MAS no está haciendo el mejor de los trabajos.”.

Ivy Park se lanzó en abril de este año Foto cortesía de PR

Sin embargo, resulta bastante perturbador saber que no se permite que los trabajadores de MAS creen sindicatos, a pesar de los beneficios obvios que aportan dichos sindicatos. “Las fábricas de todo Sri Lanka, incluyendo las de MAS, son casi todas culpables de no apoyar el derecho de los trabajadores a crear sindicatos. Siempre caen en el mismo error”. La Dra. Ruwanpura señala los bajos sueldos como otra gran preocupación. “MAS no paga sueldos decentes a sus trabajadores”.

Junto con el turismo, la industria textil es un inmenso potenciador económico en Sri Lanka. Emplea directamente a unas 300.000 personas, e indirectamente a unas 600.000. Aunque generalmente se considera que Sri Lanka cuenta con mejores condiciones laborales que otros países productores de prendas de vestir como Bangladés o Pakistán, varios activistas afirman que un sueldo que diera para vivir en ese país debería ascender a 48.608 rupias (unos 295 €), como unas tres veces más que el mínimo legal.

Pregunté a la Dra. Ruwanpura acera de la vida de una trabajadora textil media de Sri Lanka. “Como ninguna de las fábricas paga un sueldo que permita subsistir, los salarios (incluidas las horas extras) rondan normalmente entre 17.000 y 20.000 rupias (aproximadamente entre 100 € y 120 € al mes). Las fábricas funcionan a base de turnos, aparte de los períodos más ajetreados, cuando se pide a las trabajadoras que trabajen más horas para ayudar con pedidos grandes”.

Pero en lo que respecta al material promocional tan empoderador de Ivy Park, ¿hasta qué punto son autónomas las mujeres que cosen tus sugerentes leggings con aplicaciones de rejilla? “La industria textil ha hecho a las mujeres de Sri Lanka económicamente independientes, pero yo no diría que sean autónomas. Resulta profundamente difícil cuando percibes un sueldo que no te permite llegar a fin de mes. He estado en casa de algunas de estas trabajadoras y puedo asegurarte que llevan una vida muy dura”.

Un portavoz de Ivy Park dijo a Broadly: “Ivy Park mantiene un riguroso programa de comercio ético. Nos enorgullecemos de nuestros esfuerzos continuos en términos de inspecciones y auditorías en las fábricas y del trabajo que desempeña nuestro equipo en todo el mundo, manteniendo un estrecho contacto con nuestros proveedores y sus fábricas para garantizar el cumplimiento de los estándares adecuados. Esperamos de nuestros proveedores que cumplan con nuestro código de conducta y les brindamos nuestro apoyo para conseguir dicho requisito”.